El consumo de contenidos audiovisuales a través de plataformas de streaming ha aumentado de manera espectacular en los últimos años. Lo que empezó siendo un simple complemento a la televisión tradicional, las salas de cine o los soportes físicos (CD, DVD o Blu-ray), se ha convertido prácticamente en la principal fuente de contenidos en muchos de los hogares españoles.
De hecho, en septiembre de 2022 unos 12,4 millones de hogares en España utilizaban una plataforma de vídeo bajo demanda, según datos de la consultora especializada Kantar. Un dato que sin duda deja claro el importante cambio registrado en los últimos años.
Principales servicios de streaming en España
En España contamos con una gran variedad de plataformas donde elegir, aunque no todas disfrutan del mismo éxito. Así pues, según el mismo estudio, en 2022 Prime Video contaba con la mayor cuota de mercado en España (un 68 %), seguido de Netflix con un 65 %. No obstante, hay que tener en cuenta que Netflix apostó en 2023 (posteriormente a los datos del estudio) por una política de restricción de cuentas compartidas. Y lo cierto es que esta plataforma, como os explicamos hace poco en otro de nuestros artículos, ha perdido un millón de subscriptores en nuestro país en el primer trimestre de este año.
Muy por detrás encontramos las siguientes plataformas:
– Movistar+, con un 27 % de cuota de mercado
– HBO Max, con un 25 % de cuota de mercado
– Disney+, con una cuota de mercado del 24 %.
La española Filmin, una de las más antiguas (en 2023 cumple 15 años) y con contenidos muy interesantes, cuenta con una cuota del 3 %.
¿El principio del fin de los Blu-Ray y DVD?
Según la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España elaborada por el Ministerio de Cultura y Deporte, en 2021-2022 un 8,9 % de los encuestados solían ver vídeos en soportes físicos (CD, DVD y Blu-Ray). Este dato llama mucho la atención si se compara con el obtenido en la encuesta de 2014-2015, en la que ese porcentaje era del 75 %. Por tanto, el soporte físico está perdiendo terreno frente a las opciones online. Y es que, con el streaming, la variedad de contenidos accesibles de manera inmediata es brutal.
De hecho, sin datos en la mano, nos podemos atrever a decir, que son muchos los hogares que, una vez se les ha estropeado el reproductor, sea del tipo que sea, no suelen sustituirlo por uno nuevo, sino que optan por el video bajo demanda. Todo esto ha abierto también un mercado de productos de segunda mano en el que muchas personas intentan sacar algún beneficio de sus viejos DVD y Blu-ray, o bien porque ya los tienen muy vistos o porque no tienen cómo verlos. Así pues, plataformas como momox en España, permiten deshacerse de ellos recuperando algo de dinero por el camino.
¿Y qué hay de las salas de cine?
Antes de la llegada del COVID-19 las salas de cine conseguían aguantar el tipo bastante bien. De hecho, según datos del Anuario de Estadísticas Culturales de 2022 elaborado también por el Ministerio, entre 2018 y 2019 se vivió un ligero aumento tanto de espectadores como de recaudación. No obstante, con la pandemia el escenario cambió radicalmente. En un inicio porque las salas cerraron durante el confinamiento y luego porque las restricciones dificultaban el poder disfrutar del cine en pantalla grande. En este contexto, fueron muchos los que encontraron la alternativa perfecta en las plataformas de streaming.
Ahora que la pandemia ya es prácticamente cosa del pasado, si bien la asistencia a los cines ha mejorado, en 2022 no se han alcanzado los niveles prepandémicos. En los últimos años hemos visto, además, como la industria del cine ha apostado también por este tipo de plataformas, incluso estrenando alguna película directamente en alguna de ellas en vez de en sala, lo que ha sido dentro del mundillo tema de controversia. A todo esto, hay que sumarle el auge de las series, un formato que en los últimos años ha alcanzado una gran popularidad. En definitiva, el tema que está por ver es si este 2023 seguirán recuperándose o si confirmaremos que el video bajo demanda se ha impuesto definitivamente.
En resumen, podemos decir que parece que el streaming está en el orden del día y ha venido para quedarse. Lo que está por ver es si las alternativas tradicionales conseguirán sobrevivir a esta nueva realidad y cómo. ¡A ver qué sorpresas nos depara este 2023!