El thriller de Venezuela, Uruguay y Argentina ‘Esclavo de Dios’ busca distribución en España

Hace solo unos pocos años era impensable que un ‘thriller’ político iberoamericano como ‘Esclavo de Dios’ estuviera a estas alturas buscando distribución en España. Sin embargo, los distribuidores (y no solo los españoles) ahora miran mucho donde ponen su dinero y las dificultades incluso para un título de gran calidad narrativa y con una mayor vocación comercial que la mayoría de los largometrajes latinoamericanos que se producen son máximas. Definitivamente la desaparición de Alta Films ha hecho mucho daño.

Los dos protagonistas principales de 'Esclavo de Dios'
Los dos protagonistas principales de ‘Esclavo de Dios’

‘Esclavo de Dios’ se presentó en la pasada edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, donde se llevó dos premios paralelos: el Manuel Barba al mejor guión de la Asociación de la Prensa de Huelva y la ‘Llave de la Libertad’ que conceden los internos del centro penitenciario de Huelva. La ópera prima del venezolano Joel Novoa Schneider, está inspirada en el atentado sucedido en Buenos Aires en julio de 1994, cuando un coche bomba hizo explosión frente a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) dejando 85 muertos. La película centra su atención en la historia personal de los dos protagonistas principales: Ahmed, un terrorista de una célula islamista radical, interpretado por Mohammed Al Khaldi, y David, un agente de los servicios de inteligencia israelí encarnado por Vando Villamil. Tras su puesta de largo en Venezuela, no sin problemas, y en Uruguay, pronto llegará a las salas de Argentina. La prioridad ahora es encontrar distribución para España y Estados Unidos.

El cineasta José Ramón Novoa ha sido realmente el artífice de armar esta coproducción de Venezuela, Argentina y Uruguay. En primer lugar, la película recibió una subvención del CNAC (Centro Nacional Autónomo de Cinematografía) que es el instituto de cine de Venezuela. “Con esta ayuda se financió la mayor parte de la película, pero Venezuela es un país donde existe un importante control económico y la divisa no puede salir del país”, cuenta el coproductor español Rubén Hornillo, responsable de dar el empujón final al proyecto. Este control administrativo fue un gran hándicap porque el guión de la película reclamaba rodar en localizaciones de Buenos Aires e incluso Oriente Medio, por lo que el rodaje en esos territorios debía ser financiado ‘in situ’, debido precisamente a que el Bolívar no puede salir de Venezuela.

José Ramón Novoa es venezolano pero uruguayo de nacimiento, con una larga trayectoria en el sector audiovisual y numerosos contactos en el ámbito latinoamericano. Estas conexiones le permitieron firmar un acuerdo de coproducción con Argentina para continuar con la película. Sin embargo, este convenio no fue lo que prometía y parte de la financiación se vino abajo, poco antes de empezar a rodar. Por esa razón, serán sus contactos uruguayos los que finalmente salvan el rodaje y permiten filmar en Montevideo la parte de la acción de la película que en teoría transcurre en Bueno Aires. También esa es una de las razones de que gran parte del reparto sea uruguayo y que la postproducción, todos lo efectos del filme se realizasen en Uruguay, un hecho histórico.

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 La película comenzó a rodarse en 2010 y entonces los responsables de la producción ya tenían en mente conseguir un acuerdo de coproducción en Israel con la intención de poder rodar también allí. Ese acuerdo nunca se produjo y el proyecto se paralizó. Su director, Joel Novoa Schneider, parte a Los Ángeles con el fin de realizar el exigente máster de dirección del American Film Institute. En Los Ángeles, Joel Novoa conoce al español Rubén Hornillo, que también estaba cursando el máster de producción en el mismo centro. Es en la ciudad estadounidense donde el director de ‘Esclavo de Dios’ le pide a Hornillo que con los pocos ahorros que le quedan finalice el proyecto que está paralizado. “Creo que una de mis virtudes es conseguir un alto nivel de producción con pocos medios, producción de guerrilla. Me comprometí a recrear Israel y Líbano en Los Ángeles, con un presupuesto ridículo, pero lo conseguimos”, confiesa Hornillo.

esclavo-de-dios-cartelFinalmente el rodaje de la película concluye en el año 2012, el proceso de postproducción se realiza fundamentalmente en Uruguay, una pequeña parte se lleva a cabo en Venezuela, la música se compone en Los Ángeles pero lo hace un músico argentino, también se ruedan nuevas escenas en Buenos Aires… La película se estrenó en las salas venezolanas en junio de 2013, no sin problemas, ya que no era del gusto de las autoridades venezolanas y obligan su proyección en los cines junto a un cortometraje de diez minutos que invitaba a la confusión. “El presupuesto total de la película es complicado de discernir debido también al control de la moneda venezolana, ya que el Bolívar tiene un cambio oficial y otro real. A cambio oficial, el presupuesto aproximado de ‘Esclavo de Dios’ se acerca al millón de dólares, en el cambio real estaríamos hablando entre 400.000 y 600.000 dólares”, comenta Hornillo.

 ‘Esclavo de Dios’ es ‘thriller’ político, de reflexión como les gusta decir a sus creadores, sobre el fanatismo religioso. En su estructura recuerda títulos como ‘Chacal’, dirigida por Fred Zinnemann en los 70. El filme está inspirado en un hecho real, el atentado frente a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires en los años 90, aunque en su guión hay varias licencias históricas. Una de ellas se refiere a un hipotético atentado en un mercado de Tarifa que produjo decenas de muertos, un hecho que nunca ocurrió “Te aseguro que si yo hubiera estado en la producción desde el inicio hubiera tratado de eliminar estas cosas. Parece que el terrorismo islamista solo nos toca a nosotros y a Estados Unidos y eso no es cierto, esto ocurre en todo el mundo y en 1994 sucedió en Buenos Aires, por esa razón nosotros decimos que la película está inspirada en hechos reales, no basada. Este es un caso muy interesante, porque aún está sin resolver, no se sabe realmente quién fue, se habla de Hezbolá, Irán…y que la célula partió de Venezuela, pero no hay nada cierto al respecto”, comenta el productor español.

Además del estreno en Venezuela, donde la película ha conseguido cautivar a unos 160.000 espectadores, ‘Esclavo de Dios’ también ha llegado con éxito a las salas uruguayas. En ambos países se trata de estrenos muy limitados donde las copias van pasando de cine a cine, como ocurría en España hace 30 años. En Venezuela la película se estrenó con 25 copias, una cifra más que considerable, ya que títulos como ‘El hombre de acero’, se lanzó en ese país latinoamericano con 50 copias. Esto significa que ‘Esclavo de Dios’ todavía sigue viajando por Venezuela y ha permanecido varias semanas entre el ‘Top 3’  y el ‘Top 5’, compitiendo con ‘blockbusters’ de Hollywood. El próximo estreno se llevará a cabo en Argentina el 12 de diciembre y la película también ha sido vendida a territorios como Corea del Sur.

 La idea de estar presentes en la programación del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva fue conseguir algún acuerdo de distribución para España. “El problema es que en España la distribución independiente vive un momento complicado, todos sabemos lo que ha pasado con Alta Films, para mi la casa que podría haber distribuido esta película. También estuvimos a punto de firmar con una compañía francesa en Cannes, pero la regulación en Francia es muy restrictiva porque apuesta mucho por su cine y el de la Unión Europea y resto queda para Hollywood”, afirma Hornillo.

 La empresa encargada de las ventas internacionales de ‘Esclavo de Dios’ es Continental Media, con sede en Los Ángeles. Se trata de una compañía relativamente nueva, con apenas año y medio de trayectoria, formada por profesionales procedentes de empresas como IM Global y CBS Films.

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