En primero de José Sacristán

Un artículo de 8madrid TV, el canal de cine español disponible a través de la TDT en Comunidad de Madrid.

Cuando nos enteramos de que José Sacristán iba a recibir el Goya de Honor 2022, aparte de alegrarnos, empezamos a pensar en cómo, a alguien que ha dado tanto al cine español, se le podía recompensar en forma de homenaje.

Revisamos sus trabajos, su carrera, sus premios, su vida, y llegamos a la conclusión de que Sacristán es cine, y no se le puede recordar de otra forma que a través de sus películas.

asalto al banco central jose sacristan
José Sacristán en ‘Asalto al Banco Central’ (1983), de Santiago Lapeira.

A sus 84 años, ha participado en más de 125 títulos, ha trabajado con los mejores directores españoles de todos los tiempos, y prácticamente en todos los géneros y formatos.

Conseguimos hablar con él, en una entrevista telefónica en la que nada más responder, escuchamos su voz y nos teletransportamos directamente al cine. Esa voz tan característica, la voz que ha guiado tantos cambios y tantas historias que había que contar. Le preguntamos por el Goya de Honor que está a punto de recibir: “Hombre, pues muy feliz y muy agradecido, te puedes imaginar. Lo primero que pensé es en aquellos momentos cuando nos convocaron a 12 personas para fundar la Academia y empezamos a tirar del carro. Y bueno, en las primeras andaduras. Fueron difíciles y duras, y hubo, como yo digo, casi que mendigar, a las cajas de ahorros, los bancos, la Kodak… para poder pagar el recibo de la luz. Ahora me encuentro muy feliz de ver en qué punto se encuentra la Academia y sobre todo de ver la repercusión que tienen estos premios”.

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Eso sí, el contenido de su discurso de agradecimiento se lo guarda para él y no quiere hacernos ningún adelanto. Probablemente se acuerde en él de aquellos que le dieron la oportunidad de dedicarse a la actuación. Como Pedro Masó, gracias a quien debutó en ‘La familia y uno más’.

8madrid jose sacristan“La noche antes no dormí, porque además al día siguiente llegué a un instituto y tenía una cámara delante, y a mi lado se sentó el protagonista de ‘Muerte de un ciclista’. Que era mucho más que Alberto Closas, era la suma de valores que encerraba para mi esa película. Y ahí estaba, sentado a mi lado. No he vuelto a sentir una emoción igual en mi vida, puedo asegurártelo, una cámara de cine que hacía un ruido como una cafetera y el protagonista de Muerte de un ciclista a mi lado”.

A partir de ahí, y menos mal, siguió haciendo cine. Películas de todos los géneros, más o menos controvertidas, pero para él, todas igual de importantes. “Todas y cada una de mis películas son mis pequeños pasos adelante. Todas forman parte no solo de mi filmografía sino de mi biografía. Y cuando vuelvo la vista atrás veo todas puestas en orden, y a todas las quiero lo mismo y todas significan lo mismo para mí”, afirma.

Uno de sus primeros largometrajes como protagonista fue ‘Sex o no Sex’, de Julio Diamante. “Imagínate lo que fue para mí. Con Carmen Sevilla, que le pedí un autógrafo cuando fue a Chinchón a rodar ‘La bella de Cádiz’. Me veía en las carteleras de los cines en calidad de protagonista y con gente a la que había admirado toda mi puñetera vida. Era profundamente feliz”.

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Una fotografía del rodaje de ‘Sex o no sex’ (1974), de Julio Diamante.

Pero también se enfrentó al cine en una época en el que no era fácil contar algunas historias.

“Ha llegado el momento de perder los miedos, de perderlos para siempre”, dice en un momento dado el protagonista de ‘El diputado’ (Eloy de la Iglesia, 1978), o lo que es lo mismo, el personaje interpretado por José Sacristán. Y eso es lo que fue el actor madrileño: valiente.

Había que contar eso. No sólo estaba la ilusión de actuar sino también una forma de compromiso conmigo mismo como ciudadano. De estar contando historias que alguien tendría que conocer y que posiblemente fueran de utilidad a quien las viera (…) Empezaron a moverse en el país cosas, la posibilidad de contar historias de gente que hasta entonces no se podían haber contado y ahí estábamos nosotros, contándonos a nosotros mismos en esas películas. Y yo tuve la suerte de ser un poco eso: la correa transmisora de tanta inquietud, tanta tristeza y al mismo tiempo tantas ganas de salir del hoyo”.

el diputado
‘El diputado’ (1978), de Eloy de la Iglesia.

Buscando en nuestro archivo cinematográfico, nos topamos con el guion original de una de sus películas más recordadas: ‘Asignatura pendiente’, de José Luis Garci. En él, hay incluida una dedicatoria, probablemente escrita por el propio Garci, donde podemos leer:

“A nosotros, que hemos ido llegando tarde a todo: a la infancia, a la adolescencia, al sexo, al amor, a la política…

A nosotros, que nos quitaron, año tras año, el significado de cuanto nos rodeaba, aunque fueran las cosas más pequeñas, menos importantes…”

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‘Asignatura pendiente’ (1977), de José Luis Garci.

Pero el José Sacristán actor no llegó tarde, llegó a tiempo de llevar a la pantalla todo esto, y para muchas generaciones, es la voz (inconfundible) y la imagen del cambio. Tuvo grandes maestros, entre quienes destaca su gran amigo Fernando Fernán Gómez. En sus palabras de agradecimiento al recibir el Premio Nacional de Cinematografía afirmó estar “En primero de Fernán Gómez”. Le preguntamos si sigue considerándolo así, o si ya ha aprobado con matrícula. “No, no, eso es insuperable, estoy aproximándome pero todavía muy de lejos y solo a la disciplina de Fernando actor, lo demás es inalcanzable para mí totalmente”.

Asegura admirar a las nuevas generaciones de actores y querer seguir aprendiendo siempre. “De un tiempo a esta parte hay talento, coraje y un amor a este trabajo que a mi me alegra y me emociona. Pobre de aquél que piense que en este oficio lo sabe todo. Hay momentos en que tú dices: cuidado, escucha y mira. Y entonces escuchas, miras y aprendes”.

José Sacristán habla con la humildad con la que solo hablan los grandes talentos. Es un maestro y como tal, seguro que estas nuevas generaciones sueñan con estar, como mínimo, en primero de José Sacristán.

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