Nueve meses después de su reelección, Enrique González Macho deja su puesto como presidente de la Academia de Cine por motivos estrictamente personales. Su dimisión ha sido presentada este jueves, 19 de febrero, en una reunión de la Junta Directiva de la institución, que será presidida transitoriamente por el actor Antonio Resines.
En su segundo mandato al frente de la entidad estaba acompañado por el actor Antonio Resines y la directora y guionista Judith Colell, que fueron elegidos en los cargos de vicepresidente primero y segundo respectivamente. La Junta Directiva de la entidad ha decidido nombrar a Antonio Resines y Judith Colell como presidente y vicepresidenta primera en funciones.
El distribuidor, exhibidor y productor Enrique González Macho fue reelegido presidente de la Academia de Cine el pasado 24 de mayo con 290 votos a favor, frente a los 110 para la productora Piluca Baquero, la otra candidata que se presentó a las elecciones escoltada en su caso por la actriz Ana Álvarez y el realizador Manuel Palacios.
Hace solo unos días, en su tradicional intervención en la pasada edición de los Premios Goya, el presidente de la Academia improvisó su discurso y no hizo mucha sangre. Recomendó al cine español “Levantarse y seguir”, en definitiva a ‘resistir’ tras un magnífico año y destacó la contribución al cine español del público, las televisiones, la exportación de las producciones españolas y los profesionales que lo forman. También tuvo palabras de elogio para las políticas cinematográficas del otro lado del Atlántico, como las de Argentina, República Dominicana y Colombia y recordó que “Estados Unidos y Francia hacen de su cultura un tema de estado y viajan por el mundo entero”. La única alusión directa al ministro de educación Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, presente en la sala, fue sobre el “maldito IVA. Ya va siendo hora de que nos bajen el IVA”.
El pasado 10 de mayo, en la presentación del programa con el que se presentaba a su segundo mandato, González Macho aseguraba que «quería hacer más y mejor”, se pronunció sobre las cuentas de la entidad, “que se han mejorado”; el apoyo de patrocinadores, “que no ha sido fácil, pero en estos momentos no hay nada que ponga en peligro la existencia y actividad de la Academia”; su apertura a todo el sector “porque no somos un gueto”, la carencia de una Ley de Cine, “el principal problema del que se derivan gran parte de los demás”. También se enorgulleció de haber estado “en todos los foros en los que la institución fue invitada. «En ellos, siempre hemos intentado presentar propuestas razonadas que han sido muy valoradas. Es muy importante que la entidad colabore y esté presente, otra cosa es que nos hagan caso…”. Destacó que la Academia no era un órgano ejecutivo, “por ello, hacemos lo que podemos”.
El exhibidor no se olvidó durante toda su trayectoria en la Academia del IVA cultural, de las televisiónes, de la piratería, ni de las nuevas tecnologías: “En esto soy muy batallador y, aunque son esenciales, no son todavía suficientes para que se mantenga nuestra actividad. Mis palabras no son en contra, pero reitero que aún no tienen el peso suficiente para que nuestra actividad industrial se mantenga sólo con ellas”. En cuanto al cine ‘low cost’, apostilló que “el cooperativismo ha existido toda la vida. Hay películas que se hacen con muchas dificultades y hay que apoyarlas».