Lejos de mejorar la piratería audiovisual sigue en niveles vergonzosos. Está claro que ni la legislación vigente ni las medidas instrumentadas para atajarlas funcionan. Esta es la verdadera realidad de la propiedad intelectual en España, la lacra que no cesa. Según un informe del Observatorio de la piratería y los hábitos de consumo de contenidos digitales en España durante 2014, casi el 88 por ciento de los contenidos digitales consumidos en España el pasado año eran de procedencia ilegal.
“No existe un mensaje contundente de la Administración respecto a la piratería, nos sentimos injustamente tratados por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, desde La Coalición no podemos hacer más para atajar el problema. Exigimos un trato igualitario a otros sectores como el farmacéutico o el juego, donde se aplica la ley rápidamente y se impide la vulneración de derechos”, ha comentado Carlota Navarrete, directora de La Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, que representa a la mayor parte del sector cultural y del entretenimiento en España, ya que agrupa a las industrias de contenidos y de defensa de la propiedad intelectual del mercado audiovisual, de la música, editorial y de videojuegos.
En total se produjeron en España 4.445 millones de accesos ilegales a contenidos por un valor total de 23.265 millones de euros y un lucro cesante para las empresas del sector, es decir, la cantidad que se ingresaría de aquellos contenidos que elegirían los usuarios en caso de tener que pagarlos, de aproximadamente 1.700 millones de euros. Solo el 40 por ciento de los accesos a contenidos fueron legales y el porcentaje de consumidores que accedió ilegalmente a contenidos pasó del 51 al 58 por ciento en solo un año.
El estudio del Observatorio de la piratería, realizado por la consultora GfK y presentado en la escuela TAI de Madrid, estima que del total de esos 4.455 millones de descargas y reproducciones ilegales, el 24 por ciento correspondían a música, un 38 por ciento al cine, un 11 por ciento a videojuegos, el mismo porcentaje que los libros, mientras que el 26 por ciento eran series de televisión y el 18 por ciento emisiones de fútbol, contenidos estos dos últimos que aparecen por vez primera en el estudio. Una de las conclusiones del informe es que en 2014 ha descendido el número de piratas, pero los que hay son ahora más activos.
En el caso del cine, la penetración de la piratería es la más elevada de todos los apartados analizados con un 36 por ciento. En 2014, las descargas y visionados online ilegales de cine en España alcanzaron los 877 millones, frente a los 720 millones de 2013 y los 536 millones contabilizados en el año 2012. Esto significa que entre 2012 y 2014 la piratería de películas ha crecido en España un 63,6 por ciento. El valor del cine pirateado el año pasado asciende a 6.139 millones euros, 2.325 millones más que en 2013. El lucro cesante estimado por la consultora en 2014 para el sector cinematográfico sería de 571 millones de euros, correspondientes a los 431 millones que se ingresarían a través de las entradas en taquilla y las ventas en DVD y los 140 millones procedentes de las descargas online legales.
En un mundo perfecto, sin contenidos pirateados, el valor de la industria cinematográfica en España sería de 1.244 euros, casi el doble del actual que queda fijado, según el estudio, en unos 673 millones de euros en 2014. Cabe señalar que solo el 9 por ciento de los usuarios accedió el año pasado a películas digitales de manera legal y que además el 36 por ciento de las descargas y visionados ilegales de filmes se produjo cuando la película todavía estaba en cartel en las salas de cine.
Está claro que hay algo que no funciona como demuestran a las claras los datos de las industrias culturales e incluso los propios usuarios que, en un porcentaje de casi el 67 por ciento, creen que la medida más efectiva sería el cierre de páginas webs que ofrecen contenidos de forma ilegal, lo que parece una utopía en España. De hecho, según ha confesado la regidora de La Coalición, en España no se produce el bloqueo una web desde el año 2012, aunque la ley lo permite. “El problema es que no se cierran páginas webs. En otros países como Italia, Reino Unido o Estados Unidos se bloquean webs y la medida funciona. En Italia se han clausurado 60 webs en muy poco tiempo, con una legislación muy posterior a la nuestra. Nosotros necesitamos un impulso por parte de la Administración para este tipo de medidas. Si los procedimientos para cerrar una web que vulnera la ley duran tres años nada podemos hacer, porque el contenido pirateado ha perdido ya su valor cuando sale la sentencia y la mayoría de los contenidos son pirateados en plena comercialización legal”, asegura Navarrete.
En 2012 se iniciaron en España a raíz de la Ley de Economías Sostenible que incluía medidas contra la piratería un total de 145 procedimientos para el cierre de páginas webs que albergaban contenidos ilegales. En 2013 había 90 pendientes, 45 en 2014 y hay 29 pendientes en el presente año, con una media de espera para resolver cada procedimiento de más de 900 días. “El Gobierno no actúa porque no le interesa desde un punto de vista electoral. Se ha creado la idea demagógica de que hacer cumplir la ley para salvaguardar los derechos de propiedad intelectual entra en colisión con el desarrollo de la sociedad de la información”, ha declarado la directora general de La Coalición.
En el caso de las series de televisión, que se analizan por primera vez en el estudio, los capítulos descargados o reproducidos online en España en 2014, de manera ilegal, alcanzan los 1.033 millones y su valor en el mercado es de 1.755 millones de euros. El lucro cesante del sector de la series de televisión en un panorama sin piratería sería de 166 millones de euros, superior al valor actual de la industria que se sitúa en torno a los 125 millones de euros. Un 25 % de usuarios accede ilegalmente a series de televisión y el 41,5 % de los accesos tuvo lugar durante el periodo de emisión en televisión.
En lo que respecta a los videojuegos, fueron 242 millones los accesos ilegítimos durante el año pasado, frente a los 196 millones de un año antes. El valor de estos productos en 2014 alcanzó los 5.409 millones de euros. Más del 40 % de los videojuegos a los que se accedió ilegalmente estaba en el mercado desde hacía menos de un año. Además, el 10 % de los consumidores accede a videojuegos online de forma ilícita. El lucro cesante del sector de videojuegos asciende a 226 millones de euros que se añadirían al valor de la industria actual en España que ronda los 461 millones de euros, según GfK.
Por otro lado, durante 2014 se visualizaron de forma ilegal un total de 139 millones de partidos de fútbol de fútbol en más de 1,8 millones de hogares españoles. El valor de mercado de dichas retransmisiones supera los 509 millones de euros.
El 18 % de los internautas acceden al fútbol a través de accesos ilegales, y sólo el 6 % lo hace legalmente. En lo que respecta al fútbol, los motivos para visualizar retransmisiones pirateadas más destacados son que “acceder a través de otros sistemas es muy caro” (72 %), que “los futbolistas ya ganan mucho dinero” (68 %) y que “ver el fútbol sin pagar no perjudica a mi equipo” (46 %) “ni a nadie” (45 %). Estas razones se apoyan en que, según un 33 % de los usuarios, “lo hace todo el mundo”.
“El fútbol en España es una industria global que representa el 0,8 del Producto Interior Bruto y es el producto español que más se consume en el mundo. Sin embargo, en España uno de cada cinco internautas consume fútbol en España de forma ilegal, mientras que en países como Inglaterra la protección jurídica existente elimina el concepto de piratería doméstica”, ha señalado Ignacio Martínez Trujillo, El director de desarrollo estratégico de la LFP, que agrupa a los equipos de fútbol de la primera y segunda división española. Según el representante de la Liga de Fútbol Profesional, el quinto puesto de páginas webs más consumidas en España lo ocupa la web de enlaces a eventos deportivos Rojadirecta, a la que preceden las cuatro cabeceras online de los principales diarios deportivos.
La música volvió a ser el contenido más pirateado, durante 2014 se accedió ilícitamente a 1.831 millones de contenidos musicales, con un valor de mercado de 6.773 millones de euros. En 2013 se piratearon 1.974 millones de contenidos musicales en España, 143 millones menos que el pasado año. Menos de 1 de cada 10 consumidores accedió legalmente a música online, mientras un 21 % accede a contenidos ilícitos. Más del 46 % de los accesos correspondieron a contenidos con menos de un año de antigüedad desde su lanzamiento comercial.
En 2014 se contabilizan 335 millones de accesos ilegales a libros en internet, con un valor de mercado de 2.680 millones de euros. El 42,8 % de los accesos se materializó en contenidos con menos de un año de antigüedad.
Las medidas más eficaces contra la piratería a juicio de los internautas serían bloquear el acceso al sitio web que ofrece los contenidos y desarrollar campañas de concienciación social, ambas medidas con el 65 %. Después de esas dos, a juicio de los consumidores las mejores medidas para reducir las infracciones serían sancionar tanto a las operadoras y proveedores de acceso a internet (59 %) como a los usuarios infractores, bien con multas (53 %), bien restringiéndoles el uso de internet (37 %).
Uno de cada dos consumidores que acceden a contenidos ilegales lo justifica argumentando: “Ya pago mi conexión a internet”. Además, entre los motivos expuestos destacan la “rapidez y facilidad de acceso” (46 %), “no pago por un contenido que posiblemente luego no me guste” (39 %), “no estoy haciendo daño a nadie” (19 %) y “no hay consecuencias legales para el que piratea, no pasa nada” (19 %).
Al contratar internet el 78% de los usuarios tiene en cuenta principalmente una alta velocidad de ancho de banda que le permita acceder a contenidos, y casi el 40% reduciría su conexión a internet si no pudiera descargarlos.
Más de un 71 % de los portales desde los que se accedió a los contenidos ilegalmente están financiados por publicidad. De ésta, casi el 70 % correspondía a sitios de apuestas y juego online, casi el 43 % a sitios de contactos y más del 33 % a contenido para adultos.
Llama especialmente la atención que más de un tercio de la publicidad en sitios piratas corresponde a productos de consumo de marcas de prestigio de alimentación, moda, seguros, telefonía, etc., lo que confirma la urgente necesidad de una mayor colaboración entre industria y anunciantes para mejorar el ecosistema de la publicidad online. “La LFP está enviando burofaxes a los anunciantes que aparecen en las webs piratas con el objetivo de explicar la situación y que dejen de hacerlo”, ha reconocido el director de desarrollo estratégico de la Liga de Fútbol Profesional.
En cualquier caso, las fuentes de ingresos de estos sitios son variadas, destacando especialmente que un 38,4 % de los consumidores tuvo que registrarse como usuario cediendo datos de carácter personal, que los piratas recopilan en bases de datos que se usan en campañas de emailing comercial y alcanzan precios muy elevados en el mercado.
La repercusión de la piratería en el empleo aporta cifras aún más preocupantes para las industrias culturales y de contenidos: en un sector que emplea actualmente a 62.652 trabajadores directos, un escenario sin piratería permitiría crear 29.360 nuevos puestos de trabajo directos, lo que supone un incremento del 47 %, y unos ciento cincuenta mil empleos indirectos.
Asimismo, las arcas públicas dejaron de recibir por culpa de la piratería 343,7 millones de euros en concepto de IVA, así como 219,3 millones en cotizaciones a la Seguridad Social y casi 65 millones de euros en IRPF. Es decir, el Estado dejó de ingresar en 2014 un total de 627,8 millones de euros a causa de los accesos ilegales a contenidos.