‘Españoles en el mundo’ no abandona la parrilla de Televisión Española ni con una pandemia de por medio. El programa de viajes, producido por RTVE en colaboración con Secuoya Studios y en antena desde 2009, estrenó su nueva temporada el pasado 7 de abril, grabada este pasado invierno. El resultado, cada miércoles en La 1 después de ‘Estoy vivo’, sobre las 23.15 horas y bajo demanda en la web de RTVE.
Roma o Maldivas son algunos de los destinos que ya se han emitido en este 2021, pero aún quedan por descubrir Suecia, Bosnia, Turquía Egeo, Belgrado y así hasta trece puntos del globo terráqueo en los que residen españoles y que se podían visitar, porque las restricciones por la Covid-19 han sido otro elemento que el equipo de ‘Españoles en el mundo’ ha tenido que tener en cuenta cuando se ha sentado a preparar la nueva temporada.
“Cada reportero propone unos destinos, estudiamos cuáles son factibles y los consensuamos con Televisión Española, porque en cada temporada buscamos el equilibrio entre destinos históricos, etnográficos y turísticos” comenta Ricardo Sánchez, director de ‘Españoles en el mundo’. El formato nace a partir de ‘Madrileños por el mundo’ de Telemadrid, que nació, a su vez, como spin-off de ‘Mi cámara y yo’. Hoy en día el programa ha dado pie a múltiples versiones con vascos, andaluces, aragoneses o valencianos.
Grabación en pandemia
La grabación de lo que está emitiendo ahora La 1 se celebró entre noviembre de 2020 y febrero de 2021. Para esta ocasión, el equipo preparó el doble de destinos de reserva ante las restricciones que los gobiernos han impuesto, y todavía imponen, según avanza la crisis sanitaria. Toques de queda, cuarentenas inasumibles para el calendario de producción o cierres perimetrales han estado en el día a día del equipo de ‘Españoles en el mundo’, que confiesa que, por ejemplo, uno de los destinos que se quedó en el tintero fue Uruguay. “En esta temporada también sufrimos a Filomena, el temporal provocó que uno de nuestros reporteros, Gorka Vallejo, tuviera que volverse a casa cuando estaba en el aeropuerto para cubrir Portugal” comenta Ricardo Sánchez.
“Intento que cada reportero haga un destino más exótico y otro más cercano” añade, y así ha sido el debut de Laura Martí, que se ha incorporado al equipo de reporteros y se ha ocupado de Roma y Ghana. “En el caso de la capital italiana, nos interesaba conocer cómo la pandemia había afectado a una gran ciudad y, además, a una ciudad que recibe tantísimos millones de turistas cada año. Imágenes de la Plaza de San Pedro o la Fontana de Trevi sin gente nos parecían interesantes” comenta Sánchez. Roma no era un destino nuevo para ‘Españoles en el mundo’ y tampoco para Laura Martí, pero sí ha mostrado otra cara: “La pandemia ha hecho que varios puntos de Roma sean inaccesibles, eso se puede ver como una desventaja, pero nos ha permitido a la vez conocer una Roma que no suele salir en las guías turísticas y que no suele ser la más visitada cuando vas a pasar unos días. Nos hemos dado cuenta de que Roma puede ser inacabable y que tiene muchas zonas a su alrededor que son igual de interesantes.”
En Ghana, el programa buscaba la reacción africana a la pandemia en un país prácticamente ausente de los catálogos turísticos, “no es como Kenia, que vive mucho de los safaris, Ghana es un país más de personas, por decirlo de alguna manera, tiene un fuerte pasado esclavista, muchas tribus locales” indica Ricardo Sánchez. Para Laura Martí, Ghana ha sido “un descubrimiento y un destino totalmente recomendable, se trata de un país profundamente religioso, allí los entierros equivalen a una reunión de 200 personas y, por eso, la restricción que más ha dolido a sus ciudadanos es el cierre de las iglesias. Hemos podido mostrar también el contraste de la zona rural y las ciudades, en el campo apenas se usa la mascarilla, a diferencia de lo que sucede en las zonas urbanas.”
Un estilo de vida
Laura Martí, que ha pasado por programas como ‘Policías en acción’ o ‘Héroes’, ha conseguido con ‘Españoles en el mundo’ el trabajo soñado, “estaré tantos años como me dejen porque viajar es una de mis pasiones”, pero reconoce también que supone la adopción de un estilo de vida, al menos durante unos meses al año, que no está al alcance de todos. “Trabajamos muchísimo” comenta a Audiovisual451 la reportera Arantzazu Fuertes, en el programa desde 2017. Como ejemplo de su calendario, pasó unos 12 días en Maldivas, después una semana en España editando el programa y una semana más preparando el siguiente destino. “En la siguiente semana ya estás despegando de nuevo.”
“En muchas ocasiones comenzamos a grabar en el mismo momento en que pisamos tierra, con jet lag, habiendo madrugado una barbaridad, sin tiempo para que el cuerpo se aclimate, las jornadas de trabajo pueden durar 15 o 16 horas, sin parar de grabar, de desplazarnos de un sitio a otro, de recopilar información” comenta Fuertes, “y pendientes siempre de los imprevistos que pueden alterar los planes de las siguientes jornadas, porque más allá de las siempre inoportunas inclemencias del tiempo, este año las restricciones por la pandemia llegaban por sorpresa.”
En algunas ocasiones, mantener el entusiasmo arriba mientras la cámara graba se hace arduo, “por eso estoy siempre muy agradecido a todo lo que hacen los reporteros, valoro muchísimo su gran implicación y los esfuerzos que hacen” comenta Ricardo Sánchez. “Nunca perdemos de vista que lo que estamos viviendo es irrepetible, uno de los objetivos de ‘Españoles en el mundo’ es transmitir esa alegría de vivir allá donde estemos” comenta Fuertes.
El Top 3 de la temporada
A cambio, trabajar en ‘Españoles en el mundo’ ofrece experiencias como nadar entre tiburones en Maldivas, país insular del océano Índico al que se llega después de unas 10 horas de vuelo. “Si tuviera que elegir los tres momentos más destacados de la temporada, el aterrizaje en Maldivas, después de tantos meses sin salir prácticamente de la Comunidad de Madrid, estaría en lo más alto” comenta Fuertes. Le seguiría el baño con tiburones, delfines y ballenas, “ha sido una experiencia alucinante, cuando lo piensas, parece es fácil porque además tienes ahí a una persona que te dice que lo hace todos los días, pero en el momento en el que te metes en el agua y los tiburones y los delfines empiezan a rozarte… la adrenalina es máxima.” Obviando decenas de momentos memorables, la reportera cierra su Top 3 de la temporada con la visita a la ciudad medieval de Carcassonne, en Francia. “He de reconocer que a pesar de que Francia es nuestro país vecino apenas lo conocía y este viaje por el sur de Francia ha sido un descubrimiento para mí.” Por cierto, para quien se anime: de Madrid a Carcassonne, el viaje en coche es de poco más de 9 horas…
Son los mismos reporteros quienes se preparan cada viaje y contactan con los españoles residentes en el destino de turno, “utilizamos las redes sociales, las embajadas, también noticias en prensa local. Lo más importante es dar con el primer español, a partir de ahí él te pondrán en contacto con los demás porque en cada país forman su propia comunidad” comenta Fuertes, que este año ha cubierto también Malta. En Islas Feroe, destino cubierto por Gorka Vallejo, viven cinco españoles y en el programa han participado cuatro. “Una de las cosas que más me ha sorprendido de ‘Españoles en el mundo’ es la gran acogida que tiene, todos los españoles nos reciben con los brazos abiertos y con un enorme entusiasmo, este año más todavía porque hay muchos españoles que llevan mucho tiempo sin ver a su familia en persona, sin poder viajar, y cuando te ven, ven a otro español con el que pueden hablar en español y de cosas de España” relata Laura Martí.
Un equipo poco invasivo
Cada reportero viaja con un camarógrafo, “intentamos que las cámaras pasen lo más desapercibidas posible para no alterar la realidad ni invadir el espacio, buscamos la máxima naturalidad, lo más importante es poder colarnos en los sitios y acceder a la vida más cotidiana de los españoles en sus lugares de residencia” detalla Ricardo Sánchez. ‘Españoles en el mundo’ utiliza una cámara al hombro de Panasonic, y una GoPro de apoyo para imágenes subacuáticas o para acoplarla a cualquier situación, porque en el programa tan pronto hacen puénting como que se suben a un globo. “Grabamos todo en tarjetas de memoria, así que una vez que la jornada de grabación ha terminado, el camarógrafo descarga los archivos en un disco duro y en un ordenador, es importante tener doble back-up, no podemos confiar en la nube siempre, en el sentido de que no todos los destinos tienen buena conexión a Internet” añade el director del programa.
Y después llegan unas 16 o 17 horas de grabación que, inevitablemente, tienen que recortarse a un programa de entre 50 y 60 minutos, “nosotros seleccionamos lo mejor y luego Ricardo y el equipo de edición le dan forma televisiva” comenta Arantzazu Fuertes. “Reconozco que es la parte más difícil por todo lo que hay que dejar fuera, además, cada miembro del equipo va terminando su trabajo y, de alguna manera, me voy quedando solo” concluye Ricardo Sánchez.