Con Halloween a la vuelta de la esquina son muchas las culturas que se dedican a celebrar la afamada Noche de Brujas con sus disfraces y dulces favoritos. Entre grandes multitudes, muchos son aquellos los que buscan recibir una noche llena de monstruos, diversión y música frente a una hoguera, así como gozar de veladas terroríficas al frente de su televisor con palomitas y un ambiente tenebroso. De esto trata una celebración que llega todos los últimos días de octubre y que conlleva una grandísima atención por parte de muchos países latinos y anglosajones.
No obstante, esta festividad mencionada no es la única con temática escalofriante que se celebra alrededor del mundo, tal y como recoge una reciente investigación del casino online Betway. Son muchas las culturas que buscan adaptar hechos históricos a sus distintas comunidades y transformarlas en festividades únicas que dan mucho de qué hablar a los medios de comunicación. Es imperante decir que, como Halloween, puede haber muchas otras fechas donde lo oscuro, monstruoso y todo lo aterrador aceche durante la noche.
En Tailandia, se cuenta que una celebración que acontece dentro de las ciudades de Bangkok y Phuket a finales de octubre y septiembre. Cuenta dentro de estas muchas curiosidades que podemos observar en el mundo. En concreto, esta lleva por nombre el Festival de los Nueve Dioses Emperadores y narra la historia de cómo los habitantes realizan varios cambios alimenticios a sus cuerpos a partir de una dieta vegana, una que se promueve por todo el mes hasta finalizar el mismo, para culminar con un sangriento final.
La realidad, es que, tras acabar la dieta, comienzan unos rituales de mutilaciones de mejillas y otras zonas de la piel, todo con la intención de alejar a los malos espíritus que “rodean a la comunidad”. Posteriormente, se practican unos rezos que permiten a la persona purificarse, culminando con esto la ceremonia.
Tras esto, la comunidad tailandesa prosigue a vivir su festividad con más tenderetes llenos de comida vegana, donde los locales y visitantes comen para disfrutar de manjares nunca conocidos en sus respectivos lugares de origen.