El próximo 17 de marzo, poco después de su paso por el Festival de Málaga, se estrena en cines ‘Bajo terapia’, una comedia dramática escrita, dirigida y producida por Gerardo Herrero, basada en la obra teatral homónima de Matías del Federico.
Producida por Tornasol y Alcaraván Films AIE, la película cuenta con la participación de Movistar Plus+ y con la ayuda del Gobierno de Navarra. De la distribución nacional se encarga Syldavia y de las ventas internacionales Latido Films.
‘Bajo Terapia’ está protagonizada por Malena Alterio, Alexandra Jiménez, Fele Martínez, Antonio Pagudo, Eva Ugarte y Juan Carlos Vellido. El filme se centra en la historia de tres parejas que coinciden en una sesión muy peculiar de terapia en grupo.
Desde 1987 Gerardo Herrero (Madrid, 1953) ha producido 175 largometrajes de ficción y varios documentales para televisión. Como director tiene en su haber una veintena de títulos, entre ellos ‘Los aires difíciles’, que recibió la Biznaga de Oro a la Mejor Película en el Festival de Málaga y ‘Heroína’, por la que recibió el premio al mejor director en mismo certamen en el que ahora participa con ‘Bajo terapia’, que compite en la Sección Oficial. Herrero ha contado a Audiovisual451 las claves de su nueva película.
Audiovisual451: ¿Cómo ha empezado este 2023?
Gerardo Herrero: «Con mucho trabajo. Estoy preparando un película bastante complicada y no tengo apenas tiempo para nada».
A451: Pero en Málaga sí que se te espera, claro…
G.H.: «A Málaga sí que voy a ir, por supuesto. Es un festival que siempre me ha tratado muy bien, premiándome tanto como director como productor».
A451: ‘Bajo terapia’ tiene un perfil cómico muy acorde a este festival, a priori…
G.H.: «Esta película que tiene muchas situaciones de humor y es cierto que hay momentos que provocan risa, pero yo no diría que es una comedia. Me van a matar, porque la gente de marketing está empeñada en definirla como una comedia, pero en mi opinión no está planteada así, para nada».
A451: Tu filmografía está plagada de adaptaciones, ¿Pero cómo ha sido adaptar una obra de teatro como ‘Bajo terapia’?
G.H.: «Pude ver esta obra de teatro dos veces y me encantó, por lo que acepté el reto de adaptarla. Tuve que luchar mucho por conseguir los derechos, porque había bastantes productoras que los querían comprar en España, y una vez los conseguí, empezaron a acercarse a mí muchos productores latinoamericanos que estaban interesados también en los derechos. Lo que he hecho es darle una vuelta a la función sin el ánimo de ocultar que todo ocurre en un decorado, a excepción del principio y el final, que tienen lugar en exteriores. Pienso que los cambios que hice ayudan a que la película funcione mejor, a pesar de que la obra de teatro me parece muy buena y el caso es que lo que menos me gustaba era el decorado, por lo que decidí trasladar la historia en la película a una galería de arte donde los cuadros juegan un papel importante».
A451: ¿Cuál fue tu planteamiento a la hora de rodar?
G.H.: «He rodado la película a modo de plano secuencia, pero desde diferentes puntos de vista, para luego poder intercalar las reacciones de los personajes a la hora de montar, algo que es imposible lograr con un plano secuencia puro. Opté por hacer tomas muy largas, de hasta ocho minutos y terminé rodando muchas horas, lo que se tradujo en un trabajo importante en montaje. Creo que, de esta manera, he contrarrestado un poco la teatralidad de la historia. Obviamente, la película se vale del lenguaje cinematográfico y cuenta con planos muy diversos, a diferencia del teatro, que se basa exclusivamente en el plano general. Esta historia, que parte de unas cartas que una terapeuta les deja a sus pacientes para que puedan cumplir con una terapia de grupo, funciona porque es un torbellino de emociones que se expresan a través de los personajes. La verdad es que creo que no tiene nada que ver con las comedias que se suelen hacer en España».
A451: Para rodar planos de ocho minutos, los ensayos con los actores deben de haber sido una necesidad de primer orden…
G.H.: «Trabajamos mucho con los actores en el marco de las mesas de lectura que tuvieron lugar en Madrid, y después, en Pamplona, que es donde filmamos, y una semana antes de empezar a trabajar, ya con el decorado listo, hicimos una serie de ensayos previos al rodaje en sí. Además, cada mañana, antes de dar comienzo a la jornada de rodaje, dedicábamos una hora a repasar los diálogos. Escuche que era un método que utilizaba Fernando León de Aranoa y lo he querido replicar».
A451: ¿Qué otras particularidades destacarías del rodaje?
G.H.: «He rodado en continuidad. Todos los actores se han involucrado mucho en la adaptación del texto y, para mí, el hecho de poder rodar en continuidad ha supuesto una gran ventaja en todos los sentidos; los exteriores en los que comienza la historia se rodaron al principio, después filmamos los interiores, y al final, volvimos a salir fuera para rodar la última secuencia. Creo que rodar en orden, siguiendo la lógica progresiva de la historia, facilita que los registros emocionales e interpretativos fluyan mejor y sé bien, como productor, que esto es un lujo que casi ninguna película se puede permitir».
A451: La metodología que describes para elaborar los diálogos tampoco parece algo habitual…
G.H.: «A veces, se suelen retocar los diálogos mientras los actores ensayan en el propio set, pero nosotros, incluso, llegábamos a hacer cambios y a probar cosas nuevas justo antes de encender las cámaras. Por este motivo ha sido un rodaje diferente y tanto los actores como los técnicos, y como yo mismo, lo hemos disfrutado mucho».
A451: ¿Has huido de los diálogos teatrales para adaptarlos a lo que exige el cine?
G.H.: «Hemos acortado la mayor parte de los diálogos de la obra y hemos suprimido todas las repeticiones y demás, pero también hemos querido conservar parte de esa esencia del teatro porque, de igual manera, en la película, los diálogos son un elemento clave».
A451: ¿Cuánto tiempo llevó el rodaje?
G.H.: «El rodaje nos llevó un mes. Nos trasladamos hasta una galería de arte real de Pamplona, llenamos todo el techo de luces y acolchamos las paredes para conseguir un buen sonido, lo cual conllevó algunas semanas previas de trabajo. En el fondo, dimos forma a un plató y, además, bastante amplio y con cuatro paredes, lo que nos permitía mover la cámara en cualquier dirección, algo que en teatro, con el patio de butacas, es imposible. Yo suelo rodar con dos cámaras, pero, en el caso de esta película, solo hemos utilizado una, ya que las tomas largas y los giros de 360º por los que apostamos lo exigían, simplemente para evitar que la otra cámara se cruzase dentro del plano».
A451: ¿Con qué apoyos financieros ha contado el proyecto?
G.H.: «Evidentemente, al rodar en Navarra, nos hemos acogido al incentivo fiscal de allí y también hemos recibido una ayuda por parte del propio Gobierno de Navarra. Por otro lado, hay que subrayar que hemos sido capaces de sacar adelante la película sin el apoyo del ICAA, lo cual solo es posible en este país en el caso de una película tan pequeña como esta».
A451: Recientemente, se ha anunciado que te van a conceder el Premio Sant Jordi de Cinematografía, ¿No piensas que ya tienes más carrera detrás que delante?
G.H.: «Está claro que es así, eso no va a cambiar, por mucho que haga ya tengo más carrera por detrás. Me han dado muchos premios a lo largo de estos años, pero el Premio Sant Jordi me hace especial ilusión porque he trabajado mucho en Cataluña, a pesar de que las actuales circunstancias políticas hacen muy difícil que, a día de hoy, alguien de aquí pueda hacer películas en Cataluña. Además, el hecho de que sea un premio de RTVE, que es la televisión con la que más he trabajado, es un plus».
A451: ¿’Bajo terapia’ tiene a alguna televisión o plataforma detrás?
G.H.: «Movistar Plus+ sí que compró la película al principio y, en este momento, tengo sobre la mesa una oferta de otra plataforma que está pendiente de firmarse».
A451: ¿Cuándo tenéis previsto estrenar?
G.H.: «El viernes, 17 de marzo, es decir, durante la semana posterior a la presentación de la película en el Festival de Málaga, que tendrá lugar el domingo, 12 de marzo. Lo ideal es aprovechar el empujón que supone el festival a nivel de promoción y estrenar justo después, pero se da el caso de muchas películas que no pueden hacerlo porque no encuentran salas, no tienen aún distribuidora o, sencillamente, porque no es factible que todas las películas que pasan por Málaga, que son muchísimas, se estrenen a la vez. Nosotros, por suerte, ya lo tenemos todo y hemos podido cuadrar las fechas».
A451: Destacabas que habéis sacado adelante la película sin la ayuda del ICAA, ¿También se puede hacer hoy una película sin el respaldo de la taquilla?
G.H.: «Solo las grandes producciones o determinadas películas que destacan sobre las demás en un momento dado son capaces de hacer buenos datos de taquilla y ni el cine español ni el cine independiente suelen entrar dentro de dichas categorías, habitualmente. En cualquier caso, para mí sigue siendo muy importante estrenar en cines porque no me gusta estrenar directamente en una plataforma, ya que, para eso, haría series de televisión y no películas. Eso sí, una vez agotada la ventana en cines, es evidente que hay que estrenar en plataformas y televisiones porque, gracias a ellas, es posible hacer ahora películas. La realidad es que ahora mismo es imposible producir solo con vistas a estrenar en salas de cine».
A451: ‘Bajo terapia’ se ha acogido al incentivo fiscal de Navarra, desde este año Vizcaya cuenta con su propio incentivo y, en breve, parece que también Álava, ¿Cómo valoras esta tendencia?
G.H.: «Indudablemente, todo esto me parece algo bueno para la industria del cine y la televisión. Los incentivos tienen que subir porque es algo que está ocurriendo en todo el mundo, pero hay que tener en cuenta que hay un límite a nivel de intensidad. En general, no es posible conseguir incentivos más allá del 50 por ciento del coste, por lo que siempre tienes que buscar el resto de la financiación en otro lado, pero es bueno que esto exista. Es bueno que haya más desgravaciones fiscales con porcentajes mayores y en más territorios».
A451: Es de suponer que no descartas rodar en Vizcaya o en Álava, al igual que lo has hecho ya en Navarra o en Canarias…
G.H.: «Desde luego. Hace ya tiempo que no trabajo en Canarias, pero he hecho bastantes películas allí y la relación que tenemos en este momento con Navarra es muy especial, porque contamos con equipo y oficinas allí. Navarra nos ha apoyado mucho y, por eso, voy a seguir rodando allí, pero, evidentemente, no me cierro a nada. Precisamente, llevamos varios años trabajando en una serie de televisión ambientada en Bilbao cuya idea de base surgió antes de que se anunciasen los incentivos de Vizcaya, por lo que podremos acogernos a ellos, ya que el proyecto se tiene que rodar allí».
A451: ¿Has percibido una evolución significativa de la industria local desde que empezaste a trabajar en Navarra?
G.H.: «Cuando nosotros llegamos a Navarra, todos los profesionales navarros de la industria trabajaban fuera de su tierra. Por aquel entonces, se producían películas de una manera mucho más aislada, mientras que ahora se hacen muchas más. Además, muchos de los técnicos de la asociación regional que se acaba de fundar, se iniciaron en el sector con nosotros y se fueron formando durante los distintos rodajes que nuestra productora ha realizado allí. Todo esto está motivando un interés creciente de las autoridades navarras por ofertar cursos de formación para que, de esta manera, cada vez haya más técnicos. Pero no tiene nada qué ver el número de profesionales cualificados que había cuando nosotros llegamos con el de hoy».
A451: ¿Qué opinión te merece la nueva Ley de Cine?
G.H.: «Por ahora, no es más que una declaración de intenciones. Hasta que no vea la orden que la desarrolla no tengo mucho que decir al respecto. Yo, personalmente, cambiaría muchas cosas del texto, pero aquí cada cual tiene su criterio. Lo que importa, en definitiva, es que la orden resulte adecuada al entrar en los detalles».
A451: De hecho, la anterior Ley tampoco parecía tan mala sobre el papel…
G.H.: «El problema es que, por muy bien que esté una ley, si esta no se desarrolla, no se reglamenta adecuadamente y no cuenta con una dotación acorde, pues termina por no cumplirse o por cumplirse en unas condiciones que no suelen ser las más idóneas».
A451: Para terminar, ¿Cuáles son los próximos proyectos que tienes sobre la mesa?
G.H.: «En cuanto a rodajes, no puedo adelantar nada aún, y en lo que respecta a los estrenos, ahora mismo estamos terminando ‘Verano en rojo’, que está dirigida por Belén Macías y protagonizada por Marta Nieto y José Coronado, que estará lista en torno a mayo. También estamos inmersos en el montaje de ‘Justicia artificial’, una producción gallega que dirige Simón Casal y que cuenta con un casting encabezado por Verónica Echegui, Tamar Novas y Alberto Ammann. Se trata de un thriller político que tiene lugar en un futuro cercano y que retrata una justicia controlada por los algoritmos».