En el marco de la segunda edición de Fiction Mallorca Pitch, que se celebró durante los días 27 y 28 de octubre en el municipio mallorquín de Calvià, tuvo lugar una ponencia en la cual Helena Medina, guionista de series de televisión con un largo recorrido internacional, abordó los pormenores de la adaptación histórica en ficción.
Medina, que comenzó su andadura como guionista en los estudios neoyorquinos de la NBC, ha escrito multitud de películas y series adscritas a la ficción histórica, un género «subjetivo, a diferencia del documental» que, en sus propias palabras, «no tiene la obligación de informar ni de educar, pero sí de entretener y emocionar«. La Premio Nacional de Televisión y Premio Ondas por la miniserie ’23-F: El día más difícil del rey’ impartió en Mallorca toda una clase magistral sobre cómo convertir figuras históricas en personajes de ficción con los que la audiencia sea capaz de empatizar, siempre a través de la narración de «hechos inéditos e historias personales y humanas«.
En Europa, Helena Medina ha escrito series para Mediaset, Televisión Española, Canal Plus y Netflix, entre otros, mientras que también ha continuado trabajando en proyectos estadounidenses. Además de la multipremiada serie sobre el papel que jugó el rey Juan Carlos I en el intento de golpe de Estado de febrero de 1981, otro importante hito en su trayectoria ha sido la miniserie ‘Operación Jaque’, un retrato de la política colombiana Ingrid Betancourt durante sus años de cautiverio en plena selva amazónica a manos de la guerrilla de las FARC que le valió a la escritora una nominación a los Emmy. Durante este encuentro mallorquín dedicado a creadores y guionistas, Audiovisual451 tuvo la oportunidad de conversar con Medina sobre la coyuntura televisiva.
Helena Medina
Audiovisual451: ¿Puedes contar algo de los proyectos que tienes entre manos en este momento?
Helena Medina: «Ahora mismo, estoy trabajando en dos series. Una de ellas es una coproducción de Weekend Studio, Starzplay y Sony Pictures Television titulada ‘XRey’ cuyo productor ejecutivo es Howard Gordon, el creador de ‘Homeland’ y de ’24’. Es una gran producción destinada a un público internacional sobre el rey Juan Carlos I de España, un tema que conozco bien, ya que hace un tiempo, precisamente, escribí la miniserie ’23-F: El día más difícil del rey’. Y, en paralelo, estoy colaborando en otra serie aún en proceso de desarrollo que se titula ‘Smuggler'».
A451: Teniendo en cuenta tu larga experiencia, ¿qué opinión te merece el actual panorama de series tanto en España como a nivel internacional?
H.M.: «Realmente, pienso que este mundillo se mueve en función de las modas. Hay que tener en cuenta que la televisión cuenta ya con una historia relativamente larga, puesto que echó a andar, de una manera masiva, en la década de los cincuenta del siglo pasado. Desde entonces, se han sucedido épocas doradas y épocas más oscuras, y creo que, en este momento, estamos viviendo una nueva época dorada de la televisión que ha propiciado un aumento de la producción, el cual, para mí, todavía no llega a ser excesivo. Es cierto que la forma en la que vemos la televisión ha cambiado y, de hecho, los jóvenes casi ya no ven la televisión, pero sí que consumen series televisivas en su ordenador o en su móvil a través de las plataformas. Hay una oferta enorme y eso puede resultar algo confuso, pero pienso que es muy positivo que haya crecido tanto la producción.»
A451: ¿Cuál es tu visión sobre esta era de las plataformas en la que estamos inmersos y el famoso algoritmo del que tanto se habla últimamente?
H.M.: «Todo esto me parece una expresión más del mundo en el que vivimos. Es un hecho que la televisión es un negocio y, al final, se trata de obtener el máximo beneficio económico. Orientar al público para que vea unas series u otras no es nada del otro mundo, ya que esto ya se hace cuando vamos a comprar a un supermercado o cuando navegamos por Internet. No haría una tragedia de esto, porque tampoco me parece mal. Seguramente, me gustaría que no sucediera, pero qué le vamos a hacer. Es algo que refleja el sino de los tiempos. Orientar al público en base a observaciones sobre sus hábitos de consumo no tiene por qué ser algo malo. Tampoco hay que ser catastrofista.»
A451: Desde tu perspectiva internacional, ¿identificas fenómenos que se dan otros países y no están llegando tanto a España, o existen pocas diferencias?
H.M.: «Lo que está claro es que este mundo se ha globalizado mucho en todos los sentidos. Siempre va a existir en cada país una producción local destinada a un consumo interno, pero estamos viendo cómo, incluso, producciones que son concebidas como locales acaban convirtiéndose en éxitos globales, y eso es gracias a las plataformas. Hoy en día, la televisión no tiene fronteras, así que, cuando se escribe para la televisión, más vale pensar siempre en clave global, porque nunca sabes si tu serie va a trascender más allá de lo que tenías previsto. Creo que en España se están produciendo muy buenas series que están al mismo nivel de calidad que las del resto de Europa, a pesar de que los presupuestos todavía no son los mismos que los de Estados Unidos o Gran Bretaña.»
A451: En cuanto a géneros y formatos, ¿observas alguna tendencia en auge?
H.M.: «En este momento, no hay un solo género absolutamente predominante, pero, por ejemplo, sí están proliferando multitud de producciones destinadas a un público joven que proceden de países del Sudeste asiático como Corea del Sur y que se inclinan por imaginarios como el zombie. También se está dando una especie de revisitación de la ficción histórica, que ha adquirido nuevas formas y ahora está muy de moda.»
A451: ¿Crees que el papel que juegan hoy en día las televisiones en abierto es el adecuado para competir con las plataformas o lo podrían hacer mucho mejor?
H.M.: «Creo que las televisiones en abierto, tanto públicas como privadas, han entendido bien cuál es su papel y tienen claro el perfil de su audiencia. A este respecto, lo están haciendo bien, puesto que están produciendo series muy interesantes que están dirigidas a un cierto tipo de público. Las televisiones se deben a su público, tanto en el caso de las cadenas privadas, cuyos ingresos provienen de la publicidad, como de las públicas, que funcionan bajo un modelo más experimental pero teniendo también muy claro cuál es su público. Pienso que las televisiones en abierto están sirviendo a la audiencia que las ve.»
A451: En lo que concierne al resto de Europa, ¿percibes alguna diferencia?
H.M.: «La verdad es que no. Las televisiones públicas y privadas en abierto en el resto de países europeos nos son muy distintas. Sí que es cierto que existen distintos estándares de calidad que, sin duda, vienen determinados por los presupuestos. Es evidente que la BBC produce series de una factura impecable, pero hay que tener en cuenta que tiene unos ingresos muy elevados, ya que, aunque es una televisión pública y no se nutre de la publicidad, exporta muchísimos sus producciones. Si hablamos de Gran Bretaña, también es interesante el caso de ITV, que es una televisión privada que produce buenas series, al igual que las televisiones alemanas, pero tampoco creo que sean mucho mejores que las que se producen aquí. Las series españolas están al nivel de las del resto de Europa.»
