Doce años después de su puesta en marcha, MENTA Legal afronta un periodo de crecimiento y un cambio de imagen corporativa acorde con la posición que tiene en el mercado español.
Con Lucía Sánchez e Iban Díez al frente del despacho como socia fundadora y socio director, respectivamente, la firma acaba de nombrar a Marta García como nueva socia. El equipo de más de ocho abogados presta servicios en producciones que, en la mayoría de los casos, se estrenan a nivel mundial en plataformas de streaming. Desde su sede de Madrid, MENTA Legal ha trabajado en títulos estrenados este año, como ‘NACHO’ o ‘Tú también lo harías’, y en otros que están por venir, como es el caso de ‘Berlín’, el primer spin-off de ‘La casa de papel’.
En entrevista con Audiovisual451, Iban Díez comenta la filosofía de un despacho legal que rema siempre a favor de obra.
Audiovisual451: Ibán, ¿en qué momento está MENTA Legal?
Iban Díez: “MENTA Legal nace en 2011, en una época en la que el audiovisual en España estaba de capa caída y el contexto económico era muy desfavorable. Empezamos haciéndonos hueco en el mundo del cine y de la música. Fue a partir de 2016/2017, cuando empezamos a enfocarnos en el sector audiovisual, coincidiendo con el desembarco de las plataformas de streaming en España.
Hoy en día, hemos trabajado con prácticamente todas las plataformas de streaming que operan en nuestro mercado, en proyectos más grandes o más pequeños, de ficción o documental, y podemos decir que MENTA Legal es un despacho especializado en entretenimiento con un foco especial en el sector audiovisual.”
A451: ¿Cuál fue ese primer proyecto que abordasteis para una plataforma?
I.D.: “Tuvimos la suerte de convertirnos en production counsels de ‘La casa de papel’. Esto nos dio la oportunidad de vivir desde dentro el aterrizaje de una plataforma como Netflix y también pudimos ser prácticamente pioneros en España con este rol de production counsel, ahora es una figura más interiorizada por parte de todos los agentes del audiovisual en España, pero por aquel entonces no era así. Fuimos de la mano de Netflix y no podemos olvidar que es una empresa estadounidense, con sus reglas y su modus operandi, quiero decir que había unas diferencias culturales que tuvimos que salvar. Gracias a eso, obtuvimos una visión de cómo se trabaja con una empresa estadounidense que nos ha dado cierta ventaja.”
A451: Y, por ejemplo, en 2022, ¿en qué producciones habéis trabajado?
I.D.: “En 2022, participamos en una decena de producciones de ficción y documental para prácticamente todas las plataformas del mercado. Entre los títulos en los que hemos participado están ‘NACHO’, ‘Tú también lo harías’, ‘Los Farad’, ‘Berlín’ o ‘El Otro Lado’. También hemos participado en películas como ’Inspector Sun. La Maldición de la Viuda Negra‘ o ’El caso Padilla‘.
Tenemos importantes clientes en el ámbito internacional, lo que es indicativo de la importancia que este tipo de clientes dan al valor añadido que un despacho boutique como el nuestro puede dar.
En relación a la industria musical, nuestra socia fundadora Lucía Sánchezha ganado el caso sobre la autoría de determinadas obras de Paco de Lucía que ha supuesto un hito muy relevante para nuestra firma
De cara a los próximos meses, tenemos como plan aumentar el equipo, y lanzar nueva imagen corporativa.”
A451: ¿Y qué tipo de asesoramiento legal prestáis?
I.D.: “Tenemos dos grandes focos de trabajo en una producción. De un lado, la contratación, donde estamos muy rodados. Y, por otro lado, clearance, es decir, verificamos que todo lo que aparece en pantalla cuenta con todos los permisos, derechos, autorizaciones. En una obra de ficción esto es bastante fácil de controlar, además, como trabajamos desde la preproducción, nos adelantamos y advertimos de todos los obstáculos que pueden cruzarse. Pero en una obra documental hay que hilar más fino, por ejemplo, en el set de una entrevista, puede aparecer de fondo una obra de arte, o alguien que había dado permiso para participar en el documental, cambia de opinión porque no le gusta lo que ha dicho o cómo se ha editado… problemas que hay que solventar mano a mano con el productor, tanto a nivel legal como a nivel de negocio. En MENTA Legal, buscaremos la manera de cumplir con lo legal, dando las soluciones más apropiadas que, a su vez, supongan un equilibrio entre el necesario cumplimiento normativo y la satisfacción creativa del autor y del productor.
En nuestro día a día, atendemos tanto a clientes nacionales como internacionales, y cubrimos prácticamente todas las ramas del derecho, siempre desde una perspectiva de negocio y con un punto de vista global. En definitiva, prestamos un servicio integral.”
A451: Entonces, a vosotros os contrata el productor, ¿no?
I.D.: “Así es. Las plataformas exigen al productor la contratación de un abogado que asegure que todos los procesos se están realizando según los estándares que marca ella misma. De hecho, es la plataforma la que aprueba nuestra contratación, porque busca un despacho que tenga una experiencia acreditada, y que haya trabajado previamente de manera exitosa.
A pesar de ser asesores externos, nos vemos a nosotros mismos como internos, nos incrustamos en una producción o en una productora como si fuéramos su departamento legal interno. Tenemos trato directo con todos los departamentos de producción para tratar todos los temas legales. A la vez, insisto, tenemos una visión global de los procesos y creo que eso hace que MENTA Legal tenga una oferta única y un valor añadido muy elevado.”
A451: ¿Crees que hoy en día los productores están más abiertos al asesoramiento legal como parte imprescindible de una obra?
I.D.: “Sí, en general, sí, pero aún hay trabajo que hacer. Muchos productores vienen de la antigua industria española en la que el abogado no era tan importante. El desembarco de las plataformas nos ha puesto a los despachos en el centro de los procesos. No podemos obviar que muchas películas y series españolas se producen para las plataformas y se les deben entregar las producciones completamente ”limpias”, es decir, todo correcto a nivel legal. De nuevo, esto nos convierte a los abogados en especialmente relevantes en una producción.
Algunos productores siguen viendo a los abogados como una figura a la que acudir solo cuando surge un problema, durante muchos años se nos ha visto con una filosofía errónea que es “mejor no preguntar a un abogado porque seguro que ahí surgen los problemas.” Afortunadamente, cada vez más personas del sector son conscientes de que los abogados remamos a favor de obra y tenemos una función productiva. Desde MENTA Legal tenemos muy claro que tenemos que ir de la mano del productor, entendemos el negocio, no nos limitamos a dar asesoramiento legal, somos conocedores de los problemas que pueden surgir en una producción, conocemos el papel que tiene cada miembro del equipo, en resumen, tenemos capacidad para adelantarnos, advertimos, acompañamos, asesoramos. Nuestro objetivo es que el productor se sienta acompañado y tranquilo, que nada le quite el sueño y que nos vea como un aliado.”
A451: Ibán, ¿qué te gustaría que cambiara en el sector?
I.D.: “Me gustaría que se tuviera más en cuenta a los abogados cuando se habla de políticas audiovisuales, es decir, cuando se trazan incentivos fiscales, otro tipo de ayudas y medidas. Viene una nueva Ley del Cine y los abogados deberíamos estar en las negociaciones y en las charlas previas que el gobierno tiene con los diferentes agentes del sector, porque somos el enlace entre el productor y la parte jurídica e institucional. Me gustaría que los representantes políticos nos tuvieran más en cuenta a la hora de tomar decisiones.”
A451: ¿Son buenas las leyes españolas para los productores?
I.D.: “Creo que todas las leyes deben proteger aquello que no está protegido o que necesita protección. Es decir, los encargos de producción de las plataformas ya funcionan y no necesitan protección por ley. Lo que hace falta es abrir hueco a productoras y proyectos que no tienen cabida en el circuito de las plataformas y que necesitan levantar financiación, es decir, a través de ayudas directas, de inversores fiscales, pidiendo créditos y avales, de manera que un productor por sí solo pueda levantar proyectos. Creo que las leyes deben proteger esto, diría que no estamos en el mal camino, pero hay que centrar más el discurso en esto, en el acceso a la financiación y en empoderar al productor, porque así se enriquecerá la industria española en general, tendrán salida proyectos de diferentes tamaños y naturalezas, seguramente más autorales y menos comerciales. En el momento en que el productor levante él mismo la financiación, tendrá más derechos sobre el proyecto y controlará toda la cadena de valor. Esto conlleva un riesgo, claro está, y eso va ligado a la inversión económica.”