Lector empedernido, amante de Clint Eastwood, pasados los 40 años y nacido en Jaén, algo cínico y un poco desencantado, pero luchador incansable. Ignacio Pérez-Dolset es CEO y fundador de U-tad, fundador Ilion Animation Studios y Pyro Mobile Games, co-fundador de Grupo Zed, presidente de DEV y vicepresidente de AMETIC. Un ejecutivo entregado al mundo de la animación y los videojuegos que nada a contracorriente y que sigue trabajando para conseguir que España espabile de una vez en la economía digital.
Audiovisual451: ¿Cómo están las industrias de la animación y el videojuego en España en el momento actual ¿qué necesidades y problemas tienen?
Ignacio Pérez-Dolset: «La industria del videojuego es como la del cine en el sentido de que tienes en un extremo las películas de Clint Eastwood y en el otro, ‘Vengadores’. Son producciones muy distintas que conviven porque los elementos que tienen en común son más que los que no comparten. Eso también sucede entre los videojuegos Triple A y los juegos sociales.
En España prácticamente no quedan desarrolladores de videojuegos Triple A, contando con que el sitio en el mercado para hacer un Triple A desde un estudio independiente es casi inexistente, hoy en día son los grandes publishers los que los desarrollan desde sus propios estudios. Así que todas las compañías en España se dedican casi a lo mismo. Hemos vivido un proceso muy curioso, hemos completado un círculo que creo que acaba de volver a empezar. En los años 80 vivimos la innovación, el empredimiento, las ideas de las empresas pequeñas montadas desde la nada; en los 90, eso se convirtió en una industria; y después de aquello la última década ha sido horrible en España porque era muy difícil entrar en la producción de videojuegos, digamos que los asientos estaban repartidos y no había sitio para nadie más.
Ahora, ha vuelto a empezar el círculo, salvando las distancias entre 2015 y 1985, ahora todo va mucho más rápido, el círculo se completará antes, empezando por la formación de profesionales, hay más conocimiento y más posibilidades de encontrar gente capaz de desarrollar videojuegos.
Creo que hay una oportunidad inmensa porque la industria de los videojuegos se está reconfigurando, vuelven a primar valores como la creatividad, la innovación, es una industria joven y con una barrera económica de entrada más baja, en 1996 ‘Commandos’ tenía 1 millón de dólares de presupuesto, ‘Commandos 2’ ya tenía 6 millones, hoy en día por menos de 8 ó 10 millones de euros no te planteas hacer un Triple A, hoy un grupo de amigos con presupuesto limitado es capaz de levantar una empresa.
Hoy en día la tecnología ha avanzado mucho y eso permite acortar los tiempos, hay mucha tecnología middleware y es mucho más fácil hoy en día reunir las herramientas para poder crear un videojuego, y creo que se está poniendo el foco en qué ofreces en cuanto a contenido en un videojuego. Creo que hay una oportunidad muy grande y una gran efervescencia actual del desarrollo de videojuegos en España.»
AV451: ¿Qué estáis haciendo desde DEV?
I.P-D.: «Lo que podemos. La industria es joven y con pocos recursos, suficiente tienen las empresas con sobrevivir como para destinar recursos a la cuota de la asociación, DEV funciona más por pasión que por dinero. Yo incluso puedo decir que como presidente de DEV he puesto dinero, por ejemplo, no paso gastos y contribuyo como sponsor para muchas actividades, lo hago por fe y por creencia. Llevo a DEV en el corazón.
Necesitamos una transformación de la sociedad española, vamos a tener que enfrentarnos a un colapso para que la sociedad española se dé cuenta de una puñetera vez de que tenemos que abrazar un cambio tecnológico que empezó hace 20 años, los 80 ya son la década de Activision, de los 8 bits, de la Master System… luego en el 1996 se lanza la PlayStation, Internet está desde 1992, y en España no hemos asumido esta explosión, seguimos confundiendo mercado con producción, no existe el concepto de la balanza de pago digital.
Es muy común decir que el videojuego en España va muy bien, pero eso hace referencia a la distribución y el consumo, no a la producción. España, en términos de videojuegos digitales, es un mercado de consumo, no de producción. Consumimos Google, Facebook, Spotify, Twitter… no hay ni un solo ejemplo español, no hay un sector igual de crudo que el digital. ¡El cine español va muy bien en comparación con el sector digital! Telefónica no es Google, igual que Nokia no es Apple. Tenemos una gran asignatura pendiente y el videojuego está dentro de ella, esto no se soluciona si no hay una revolución social, es muy triste ver los listados de las profesiones más destacadas en España, yo no quiero ninguna para mis hijos: conductores, camareros, peones de obra, servicios de limpieza, agricultores… necesarios y muy dignos pero necesitamos aspirar a algo mejor, que el camarero quiera que su hijo sea chef, por ejemplo. Somos un país de servicios y la sociedad debe concienciarse de que otro mundo es posible, dicen que lo digital es el futuro, ¡cuando lo digital es casi el pasado! Ahora la banca está espabilando en esta área, lo mismo está pasando con la sanidad, la educación, el comercio…
El videojuego no es más que el reflejo de una industria tecnológica, eso se puede ver en países como Inglaterra, son decenas los estudios de videojuegos allí afincados en los años 80; lo mismo sucede en Corea, Japón, Canadá, el norte de Europa, Spotify, ‘Angry Birds’, Habbo Hotel, ‘Clash of clans’… marcas que vienen de Escandinavia. Esto no es casual, los ingenieros de videojuegos están muy al día y pueden estar presentes en muchos negocios. Creo que las compañías de videojuegos son las que mejor conocen al usuario y aspectos como la monetización en Internet, la sociabilidad, la creación de comunidades… con modelos extraordinarios y manejando muy bien el Big Data, luego todo esto se puede aplicar a demás sectores. El videojuego está mucho antes de Facebook. El videojuego es vanguardia. Por ejemplo, por ese motivo es capaz de sortear la piratería mejor que otros sectores.»
AV451: Parecía que ibas a hablar del daño que ha hecho la piratería…
I.P-D.: «Llevo 25 años en la lucha contra la piratería con una profunda desolación por lo mal que lo hicimos y por la visión que tuvieron algunos políticos, que pensaron que luchar contra la piratería les restaría votos y no dieron importancia al sector cultural. Cuando nos hemos querido dar cuenta, el fenómeno nos ha arrasado, ahora estamos en un proceso de transformación que será muy largo, ha empezado cuando hace unos cinco años alguien dijo que la piratería es delito. Todo vino porque Obama se cansó y tuvimos que empezar a tomar medidas. Entonces comenzó el mensaje social de que la piratería es delito, España mejoraba a nivel económico y la piratería no hacía más que crecer, había países con peor economía que nosotros que estaban reduciendo la cuota de piratería… España se ha convertido en un paraíso pirata, en esto también tiene mucho que ver con la ausencia de una industria, no había la concepción de que la piratería perjudica a muchas empresas y a muchas familias.
La industria del videojuego es tan pequeña que apenas está representada, apenas tiene voz y eso al final no te permite crecer, es imposible crear así un ecosistema favorable. Es lo que le ha pasado a la industria tecnológica en España, junto con otro montón de factores que han coincidido, como el mal trabajo de un ministerio tras otro, la caída de Terra…
Seguimos pensando en comprar pisos antes de invertir en empresas de tecnología, y ya vemos cómo han evolucionado empresas como Facebook o Activision. No se puede seguir con el miedo a las burbujas…»
AV451: ¿Cómo son las relaciones de DEV con el gobierno?
I.P-D.: «Sólo podemos hablar bien de la convocatoria que el Ministerio de Industria ha hecho específica para videojuegos. Después del vacío total que ha habido, la convocatoria ha tenido buena envergadura y la Secretaría de Estado se ha interesado mucho en lanzar una convocatoria que de verdad responda a los intereses de la industria. Hubo una sensibilidad por parte de la administración. La convocatoria estaba muy enfocada a los pequeños proyectos sin excluir a los grandes, así que se han visto beneficiadas empresas que hacen Triple A y otras más pequeñas. La convocatoria ha sido muy abierta y la misión de DEV fue intentar defender los intereses de todas las empresas con la ventaja de que era una convocatoria específica de videojuegos, eso fue fundamental para evitar intrusos.
La convocatoria intentó primar la creación de producto sobre el I+D, el objetivo del videojuego es poner un producto en el mercado, y hubo que hacer un esfuerzo porque las convocatorias europeas están muy enfocadas al I+D. También se relajaron aspectos como la solvencia de las empresas, el nivel de avales, con el fin de que las pequeñas empresas no se vieran excluidas a priori. Lo que hay que hacer en Europa es regar el capital nuevo, ya que el capital riesgo no tiene la flexibilidad que tiene en Estados Unidos. En España y en Europa las empresas piden dinero porque lo necesitan y hay que asumir que hay un riesgo, la Administración Pública no puede prestar el dinero con la mentalidad de un banco y no puede supeditar las ayudas a que se obtengan buenos resultados. La banca en España no presta dinero a los negocios tecnológicos.
La Secretaría de Estado hizo un gran trabajo con la convocatoria, pero desde DEV nos mostramos muy escépticos en cuanto a la continuidad a largo plazo de este tipo de planes, creo que tenemos que hacer mucha presión para que se quede como una convocatoria anual, debería suceder como en el sector del automóvil, por ejemplo. Y además seguir con incentivos fiscales y demás herramientas. Hoy en día encontrar financiación para videojuegos es extraordinariamente complicado.»
Creo que es un error que este año no se haga la convocatoria de ayudas, habrá apartados en otras para que opten las empresas de videojuegos, pero no habrá una concreta.”
AV451: La convocatoria ha adjudicado sólo la mitad del dinero que tenía, ¿no es así?
I.P-D: “Sí, se ha adjudicado alrededor del 60 por ciento. La convocatoria en origen era más grande, la redujimos y aun así éramos conscientes de que iba a quedar una parte sin asignar. Eso es consecuencia de que la industria española del videojuego llega hasta donde llega, hay empresas que no quisieron acudir y otras que no pudieron porque no alcanzaban los requisitos mínimos. El desarrollo de Triple A en España está aún en la infancia, por ejemplo.
Creo que si este año hubiera habido una segunda convocatoria hubiera funcionado aún mejor, las empresas han aprendido y desde el punto de vista de la comunicación ya se ha roto el hielo, había mucho desconocimiento y en sucesivas convocatorias esto sólo puede ir a mejor. El desarrollo de videojuegos es una industria estratégica.
Creo que es un error que este año no se haga la convocatoria, habrá apartados en otras para que opten las empresas de videojuegos, pero no habrá una concreta.”
AV451: ¿Por qué la animación y los videojuegos en España trabajan conjuntamente menos de lo que podrían?
I.P-D.: “España es un caso único en el mundo, DEV y DIBOOS tienen un acuerdo de colaboración y vamos juntos a muchos foros, nos apoyamos y creo que es porque compartimos las mismas miserias de lo que podría ser y no es. Quizá en el caso de DIBOOS y la animación todavía más doloroso que en los videojuegos. Como país nunca hemos sido una potencia tecnológica, sin embargo, nuestra historia en la pintura es única, posiblemente por eso la animación española tiene tradición desde hace décadas. Podemos hablar de Raúl García, Sergio Pablos, Borja Montoro, Carlos Granjel como una generación de animadores de primer nivel mundial, y por cada uno de ellos había un montón de animadores excelentes. Sin embargo, no hemos sabido cuidar la industria de la animación en España.
Fuera de España, no existe la convivencia porque la industria del cine es muy rancia, muy reaccionaria, una de las más antiguas del mundo aunque sea del siglo XX, hay estudios de Hollywood que han cumplido ya cien años que nunca se han movido de la misma parcela de Melrose Place… la industria del cine es muy clásica, resistente a la tecnología, incluso a la propia televisión, conserva su cultura y el cineasta clásico considera que el videojuego es una mierda, el cine es storytelling, tiene sus raíces en el clasicismo, viene del teatro, después va evolucionando pero siempre dentro de un clasicismo, mientras que el videojuego es pura interacción con un lenguaje distinto, eso es antagónico.
Sólo últimamente con algunos cineastas más jóvenes se puede romper algún mito, con el paso del tiempo se seguirá este camino. Un buen ejemplo es Steven Spielberg, siempre ha visto el potencial del videojuego. Hollywood ha perdido la oportunidad de dominar el videojuego, se ha limitado a vender sus franquicias y a ganar dinero, pero las grandes compañías de videojuegos nunca han sido filiales de Hollywood, y el videojuego es muy audiovisual. Cuando Warner Bros. fracasa en la compra de Atari quizá se empiece a escribir la historia de esta relación, en contraposición está Lucas Arts, que cuanto más tiempo pasa, más en boga está George Lucas, su estudio ha hecho tres o cuatro de los mejores videojuegos de la historia: ‘Moneky Island’, ‘Indiana Jones’… pero precisamente Spielberg y Lucas son los directores más despreciados por Hollywood”.
AV451: ¿Podrías repasar cómo va Grupo ZED?
I.P.D.: “Grupo ZED sigue con ZED, con una facturación muy abultada por aplicaciones y servicios para móviles y presencia en 70 países; tenemos Pyro Mobile Games, dedicado al desarrollo de videojuegos, no como antes con Triple A, aunque creo que retomaremos ese camino; Ilion Animation Studios es nuestro estudio de animación, camino de las 400 personas contratadas gracias a un acuerdo de producción que tenemos con Paramount, tenemos ahora el mejor Ilion posible, estamos incluso reclutando talento de fuera de España, por ahora estamos trabajando en un título para Paramount pero vendrán más, diría; y por último U-tad, la universidad es nuestro proyecto más reciente, ahora tenemos 650 alumnos y el próximo curso prevemos tener más de mil, el 45 por ciento de los que estudian algún grado viene de fuera de Madrid, para nosotros ha sido un reto meternos en el sector de la educación, ¡esa sí que es una industria antigua! U-tad lleva tres años y tenemos un nivel muy potente, nos hemos lanzado en plena crisis y con una propuesta nueva, sin tradición, con profesiones algo desconocidas, profesores también nuevos en esto y siempre intentando cumplir las normas del Ministerio de Educación. Está siendo una experiencia dura pero gratificante, ojalá tuviéramos la exposición mediática que tiene hoy en día la gastronomía, por ejemplo, a veces creo que hemos exagerado un poco con este sector, me gustaría que se hablara un poco más de cultura, hoy en día no hay forma de ver a un escritor en televisión, por ejemplo.”
AV451: Algunos estudios de animación españoles dicen que Ilion se está llevando todo el talento y que hay falta de profesionales…
I.P-D.: «Poca gente ha hecho por la industria de los videojuegos lo que he hecho y yo y nadie tiene el valor de refutármelo. Pocos profesionales hay en la industria española de los videojuegos y la animación que no hayan pasado por Grupo ZED. Tanto Pyro como Ilion han marcado un antes y un después en España, y ahora hemos montado U-tad sin el apoyo de nadie, nosotros vimos que si quieres montar un ejército, tienes que formarlo; desde los 28 años sé que el único modelo posible es crear una industria, Pyro no siguió el camino del Triple A porque faltaban otros seis estudios como él alrededor dentro de España. No veo que se hagan inversiones a largo plazo, hay empresas más grandes que nosotros que no han tenido el valor de montar una universidad, encima nosotros hemos ido a por los mejores y siguiendo el camino oficial, y ahora queremos que toda la industria se beneficie de U-tad, desde Ilion o Pyro no estamos bloqueando alumnos para quedárnoslos nosotros. Sin industria será muy complicado sobrevivir.
Puedo decir que he hecho un enorme trabajo de evangelización desde AMETIC que me ha generado muchos enemigos.»
AV451: Sorprende que sigas en España.
I.P-D.: «Creo en un mundo unido de verdad, soy universalista y europeísta, aunque creo que la actual Unión Europea es una broma de mal gusto que habría que disolver. Sigo en España porque mis raíces están aquí y sé que, como empresario, cuando te mudas es para no volver. No vivo en ningún sitio mejor que aquí pero sí me iría a vivir a otros sitios, sin embargo, he plantado mi árbol en España y me quedo aquí. Soy español hasta la médula, todos los españoles inmigrantes han vuelto.”