CineEurope ha instaurado este año los Gold Awards, un reconocimiento a profesionales que han hecho una contribución relevante a la industria cinematográfica europea en general, aunque su labor haya sido desde la sombra, fuera de los focos. Entre los distinguidos esta primera edición de CineEurope Gold Awards se encuentra José Manuel Tourné Alegre, presidente de la Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual, FAP.
La Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual (FAP) es una entidad privada sin ánimo de lucro creada en 1984 con la misión de concienciar públicamente a las autoridades y a la sociedad sobre las graves consecuencias de las infracciones contra la propiedad intelectual, promoviendo la legislación adecuada para la protección de las obras audiovisuales, favoreciendo la aplicación de dichas leyes y buscando formas de colaboración con el resto de agentes implicados. Con la incorporación de AEVI en 1998, FAP extiende su actividad al sector de los videojuegos.
FAP cuenta con departamentos principales: jurídico e investigación, que colaboran activamente con las Fuerzas de Seguridad en la investigación de las actividades que suponen defraudación de la propiedad intelectual. Igualmente, colaboran con la administración de Justicia, prestando a Jueces y Fiscales el asesoramiento que le es requerido y con la formación necesaria para la acusación y enjuiciamiento de estas conductas defraudadoras. FAP cuenta con un departamento de relaciones públicas y estadística donde periódicamente se elabora información que se transmite a los distintos medios de comunicación, tanto especializados como generales. El presidente de FAP ha hablado con Audiovisual451.
Audiovisual451: ¿Qué supone recibir un premio de CineEurope, teniendo en cuenta el carácter internacional de la organización del evento y sus participantes?
José Manuel Tourné: “Siempre que se reconoce una labor, todo el mundo se siente agradecido y compensado. Los esfuerzos que se realizan en la protección de la propiedad intelectual son más complejos de lo que parecen y no siempre entendidos por todo el mundo. Creo además que se trata de un premio a la Federación y eso supone que integra no solo a los que trabajamos en FAP, también al comité directivo, en especial a los distribuidores de cine que están ahí siempre apoyando”.
A451: ¿Cuáles son en su opinión las razones fundamentales de esta distinción?
J.M.T: “Los méritos que se nos pueden atribuir para este premio serían imposibles sin la fantástica colaboración que hemos tenido siempre en la lucha contra la piratería por parte de los exhibidores de cine españoles. La federación FECE es la primera merecedora de este premio puesto que son un ejemplo en esta lucha y de compromiso como pocos”.
A451: ¿Cómo ha sido la colaboración?
J.M.T: “Hace ya varios años, nosotros desarrollamos un plan contra la grabación de películas en las salas de cine. Lo que llamamos un anti camcording, para evitar que gente con una cámara o con un móvil pudiera grabar imagen y sonido en los cines. Para ponerlo en marcha necesitábamos la colaboración de los exhibidores y esta colaboración ha sido plena. Los exhibidores aprendieron cómo detectar estas prácticas y nos ayudaron mucho. De hecho, España ha sido el primer país donde se detuvo a un ‘camer’ que estaba grabando y ha sido el primero en el que se le ha condenado y esto fue posible por la colaboración de los cines”.
A451: ¿Cuál es la situación de este tipo de piratería en España?
J,M.T: “Mientras que las películas son grabadas en cualquier cine del mundo en un plazo de tres días desde su estreno, en España, un título como ‘Ocho apellidos vascos’ que solo se podía grabar entonces en territorio español, porque solo se había estrenado en España, tardó 54 días en aparecer la grabación ilegal y además se hizo, al parecer, en un descuido en un laboratorio no en un cine. Esto fue por la extremada precaución de los cines. Todo esto se reflejó en los foros a los que accedían los que trataban de ver la película a través de una copia ilegal”.
A451: ¿Y cómo calificaría el momento actual de la lucha contra piratería audiovisual en España, en general?
J.M.T: “Es un momento esperanzador. Se han realizado las reformas legislativas que eran necesarias y ahora estamos esperando a que se apliquen con la agilidad y contundencia precisas, porque la ley no protege los derechos si no se aplica con rigor”.
A451: ¿Qué está fallando?
J.MT: “Lamentablemente, aunque la ley se ha mejorado y la voluntad del gobierno es positiva (también de los principales partidos que han sido sensibles, especialmente Ciudadanos, que ha estudiado muy bien la problemática y lo está impulsando), creemos que, aunque como digo hay voluntad política, lo que ocurre es que a la hora de aplicarse la ley por la vía administrativa, a través de la Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual, el bloqueo de páginas webs piratas sigue teniendo unos plazos exageradamente largos. Un proceso administrativo que se suponía que en un máximo de dos o tres meses podría estar bloqueando una web, sigue durando entre 400 y 500 días desde que denunciamos hasta que conseguimos que se bloquee. En la vía civil se han conseguido dos éxitos, dos sentencias, una por el sector de la música y otra por el del cine, pero se ha tardado dos años hasta que se ha conseguido la orden para el bloqueo de las páginas piratas. En la vía penal seguimos con plazos de hasta siete años para finalizar un proceso y las medidas cautelares tardan en tomarse. Con estos plazos es muy difícil que la situación cambie significativamente. Confiamos en que se aceleren, porque creemos que es posible. Si la justicia, la Comisión de Propiedad Intelectual y las fuerzas de seguridad tienen más medios, probablemente podamos tener plazos como los de Italia o Portugal en donde entre dos y tres meses bloquean webs”.
A451: ¿Cómo se encuentra España en niveles de piratería respecto al entorno más cercano?
J.M.T: “Estamos todavía a la cola. El mejor reflejo es la evolución del mercado, en países como Alemania o Reino Unido, el home video, no me refiero al alquiler físico sino más bien al digital, prospera. En España no crece ni en físico ni en digital. Hay una excepción, la suscripción a plataformas en España sí está triunfando para acceder al cine, pero la suscripción reduce de manera significativa los ingresos que el productor de una película puede obtener. El vídeo llegó a ser más de un tercio de los ingresos que se recibían los productores hoy en día es mínimo y los ingresos por la oferta legal online, que se puede conocer en la web mesientodecine.com, que también incluye cines, sigue siendo muy pobres en nuestro país. En Alemania, Reino Unido o incluso en Italia hay mercado y crece, aquí nos queda mucho por hacer. Creo que si no existiera la alternativa de la piratería, habría muchos ciudadanos que pagarían tres euros por alquilar una película online para verla en su casa o incluso acudiría el videoclub en Blu Ray”.
A451: ¿Además de agilizar los procesos, qué se puede hacer para mejorar la situación?
J.M.T: “Ya no además sino la principal, que en nuestra opinión es la sensibilización de los usuarios. Junto a La Coalición de Creadores acabamos de firmar un acuerdo con la Secretaría de Estado de Cultura con la idea de introducir en la educación reglada un programa de sensibilización y valoración de lo que es la propiedad intelectual, qué significa en términos de producto interior bruto, empleo… No podemos competir a nivel mundial con economías que tienen fuentes de riqueza enormes o que se estructuran mediante una obra de obra barata, pero sí podemos competir con talento, creatividad, historia y cultura. En este camino deberíamos ser los más firmes defensores de lo que somos capaces de crear. Ya hemos perdido una o dos generaciones y si ahora no somos capaces de sensibilizar a los más jóvenes nunca venceremos esta batalla”.
A451: Y la piratería online está a la cabeza de toda esta lacra…
J.M.T: “Claro, porque aunque los exhibidores españoles lo están haciendo muy bien y no permiten que se grabe en sus salas, el sonido sí que se graba en los cines españoles, se graba el sonido ambiente. Cuando cualquier película se estrena en otros países se graba, se consigue esa copia y se sincroniza con el sonido grabado en una sala española. Y siguen teniendo demanda. El principal enemigo son sin duda las páginas de enlaces de películas que generan un montón de ingresos para quienes las manejan y, sin embargo, dañan al resto de la sociedad, restando tejido industrial, economía, puestos de trabajo…”
A451: Entonces ya la piratería de manteros y mochileros es ya lago marginal ¿no es así?
J.M.T: “Sigue habiendo, recientemente he llamado dos veces a la Policía Municipal de Madrid porque todos los días hay un mantero en la calle Narváez. Llamo y la policía va, pero como se dice ‘los corretean’, los mueven de un lado para otro. Es impresentable que en una ciudad como Madrid en el siglo XXI un señor con una manta a los pies haga la competencia a comercios que pagan impuestos, tasas, seguridad social… Sin ir más lejos, en Italia se multa al comprador de este tipo de productos de los manteros, aquí deberíamos tomarlo más en serio, en términos cuantitativos no se puede comparar con las páginas webs piratas, eso es cierto, pero da muy mala imagen y quita valor al producto audiovisual. Si vemos que no pasa nada por vender películas piratas la gente minusvalora las obras cinematográficas, que no se puede obviar que son algo muy complejo, que se tarda varios años en sacar adelante, con muchos trabajadores, una gran inversión que no siempre alcanza el éxito y si encima tienes un parásito que lo usurpa…”