La Junta Directiva de la Academia de Cine ha decidido otorgar el Premio Segundo de Chomón 2014, galardón que tributa el mérito de las aportaciones técnicas a la industria cinematográfica, a Josep M. Queraltó, uno de los coleccionistas más destacados de material de cinematográfico y tecnología de exhibición a nivel europeo.
Nacido en Vallbona de les Monges, Josep Maria Queraltó ha dedicado casi 40 años de su vida a reunir 20.000 piezas relacionadas con la técnica cinematográfica. «Casi no puedo dormir de la alegría que tengo. Considero este reconocimiento como un peldaño más en la escalera que llevo años subiendo, puede enseñarse como una tarjeta de visita porque es muy importante», ha manifestado tras conocer la noticia.
Este leridano labró las tierras de sus padres, trabajó como operador en una sala de cine y se costeó un curso oficial de radio a distancia en la Escuela Maymó de la capital catalana. De reparar electrodomésticos en Vallbona a construir sus propios aparatos de radio y tener una sucursal en cada pueblo para poder recoger los encargos. «He luchado muchísimo y siempre he conseguido lo que me he propuesto», ha comentado. Los conocimientos que adquirió de manera autodidacta, durante su juventud, sobre electricidad y mecánica, le permitieron convertirse en un especialista en esta materia y ponerlo al servicio de la empresa que fundó en 1974 acompañado de otros dos socios (Suministros Kelonik).
Y todo empezó con una sensación: cuando iba a reparar piezas, le sabía mal tirarlas. «Nunca había imaginado que compondría una colección de este calibre. No tiraba maquinaria vieja, mi conciencia no me lo permitía o yo no tenía valor para hacerlo». Poco a poco, fue guardando y haciéndose con un material que hoy es único.
Tras algunos años manteniendo oculta su colección, decidió darla a conocer a la gente. Con la intención de reivindicar la parte más técnica del celuloide, siempre intenta, pedagógicamente, ilustrar a los visitantes de sus muestras con un claro ejemplo: «El cine es un árbol de dos ramas, la artística, de la que forman parte los actores, productores, directores y guionistas; y la técnica, que abarca a los cámaras, técnicos de sonido, iluminación, efectos especiales, laboratorios, exhibidores, etc. Yo reivindico ésta última y lucho por su preservación». Su tesoro oculto pasó a público en 2004, año en el que comenzó un viaje con su colección a cuestas, en un total de 39 exposiciones, que le ha llevado a mostrar su compilación en Sitges, Donostia, Girona, Santander, Madrid, Málaga, Soria, Barcelona…
Considera las piezas que colecciona «patrimonio histórico de la humanidad y herramienta de educación para las generaciones futuras. En una época en que la sociedad ha entrado en la era digital, en la que las máquinas operan con chips y memorias, es bueno y necesario que la generación actual y la que le preceda, conozca la arqueología del cine».
Josep M. Queraltó ya ha dado los primeros pasos para buscar un lugar «permanente, adecuado y pedagógico», donde el público pueda disfrutar y aprender al mismo tiempo. Con este fin por bandera, a sus 77 años le queda el sueño de crear un museo interactivo, que sea un instrumento de preservación de la historia del precine y el cine, y al mismo tiempo una herramienta educativa útil. «Todo este sacrificio, todos estos años deben valer para tener un museo en España que pueda ser visitado por mucha gente».