Bayona, que en septiembre pasado recogió el Premio Nacional de Cinematografía, supervisará la escritura del guión y Brad Pitt volverá a producir el filme a través de su compañía Plan B. ‘Guerra Mundial Z’ es hasta la fecha la tercera película más taquillera en España durante este año y la primera si se exceptúan los filmes de animación. Protagonizada por Brad Pitt y basada en el Best seller homonimo de Max Brooks, la película recaudó más de 112 millones de euros a nivel mundial en su primer fin de semana y casi 12 millones de euros en todo su recorrido sólo en España. En total el filme ha recaudado alrededor de 540 millones de dólares en todo el mundo.
En el filme un experto investigador de las Naciones Unidas (Brad Pitt) es forzado a tratar de parar lo que podría ser el fin del mundo en una carrera contra el tiempo y el destino. La destrucción a la que se ve sometida la raza humana le hace recorrer el mundo entero buscando respuestas sobre cómo parar la horrible pandemia intentando salvar las vidas de millones de desconocidos así como la de su propia familia.
Con motivo del lanzamiento del filme en soporte digital, el Dr. Juan Martínez Hernández analizó la película desde su punto de vista como científico involucrado en la epidemia mundial de la Gripe A en 2009 y autor del libro del mismo nombre, y como defensor de la teorías sobre la existencia de «Zombies» en Haití de las que habla en su último libro «Todo es veneno».Para el rodaje de ‘Guerra Mundial Z’ los productores se apoyaron de científicos como David Huges, que buscaron en la biología patrones desde los que partir a la hora de crear la pandemia. Se basaban en elementos orgánicos como enjambres de pájaros y la forma como los animales se pasan los parásitos. Pero la epidemia tal y como está descrita es inverosímil como explicó el Dr. Juan Martínez Hernández: «es difícil imaginar que una enfermedad pueda provocar transformaciones somáticas (corporales) tan rápidamente, proporcionando a los enfermos mayor capacidad de carrera y fuerza que si no estuvieran enfermos y sin provocar finalmente su muerte (los Z no mueren en la película, por seguir su terminología, son “no-muertos). Sin embargo, a favor está el hecho de que la encefalitis rábica sí provoca terribles trastornos de la conducta, agresividad y comportamiento anormal, en el cual se ha inspirado el guionista, probablemente».
