El primer productor creativo mexicano en los estudios Disney lleva su cultura a ‘Wish’.
En los cien años de historia que ahora cumplen los estudios de animación de Walt Disney, hubo que esperar hasta la década de los 90 para la llegada del primer animador español a sus filas. El primer director mexicano no llegaría hasta este milenio con Carlos López Estrada y su ‘Raya y el dragón’. Ahora, es su compatriota Juan Pablo Reyes Lancaster-Jones el que continúa estos avances en aras de la diversidad en los estudios Disney como productor creativo de ‘Wish’, el último estreno animado que llega esta semana a las pantallas.
Nacido en Guadalajara, México, como es rápido en aclarar alguien que desearía conocer la ciudad homónima española, Reyes conversó con Audiovisual451 desde su despacho en los estudios Walt Disney en Burbank, California (EEUU) rodeado de imágenes de ese ratón con el que siempre soñó con trabajar.
“Es algo que soñé desde niño, desde los 5 años. Cuando me preguntaban qué quería ser de mayor decía eso de ‘quiero trabajar en Disney’ aunque no sabía lo que significaba. Creces, la vida da vueltas y terminé como ingeniero porque necesitaba hacer algo práctico. Pero poco a poco retomé ese sueño de niño y me vine a Estados Unidos para hacer una maestría en la Universidad del Sur de California (USC) en producción de cine”, recuerda ahora sin perder nunca ni la sonrisa ni el acento de la lengua en la que se siente más cómodo. Tenía claro que dentro de la producción iba a tirar para animación, para “la onda Disney”, como dice. Y tras producir algunos cortometrajes de estudiante y trabajar en varios lugares de los que no da detalles, llegó a los estudios desde los que habla. “Fue un sueño hecho realidad. Entré como ejecutivo creativo en el área de desarrollo y el primer proyecto que me asignaron fue ‘Encanto’: un musical inspirado por Latinoamérica”, recuerda.
Son ya seis años en esta compañía, pero habla de su sueño como si se hiciera realidad cada día. No huye del pasado. Es consciente de que el estudio que ahora ha popularizado a la familia Madrigal y que ubica ‘Wish’ en algún punto indefinido del sur de España, en una cultura de cuento de hadas en la que se habla español y cuya capital se llama Las Rosas no siempre se ha mostrado tan abierta a la influencia iberoamericana. “Solo puedo hablar de los años que me han tocado. Uno de los primeros recuerdos de cuando entré hace seis años fue llegar y ver un mapa que tenían en el estudio y donde podías poner de dónde eres. Eso me gustó mucho. Obviamente hay mucho por crecer, pero el mapa muestra que hay gente de todo el mundo trayendo historias para acá. En la actualidad el director que se encarga de las masas es español, Alberto Luceño. Hay animadores españoles, colombianos, venezolanos; encargados de producción mexicanos. Me ha tocado vivir un momento muy especial en el estudio y agradezco todo lo que sucedió en los 90, a principio de los 2000, a todas las personas que crearon el camino para nosotros, pero me gusta lo que está sucediendo ahora. Cada vez somos más y cuando me preguntan por la diversidad en las películas sé que se debe a que nuestra presencia detrás de las cámaras está creciendo. Nuestras perspectivas y puntos de vista influyen en este cambio”, se envalentona ufano por los logros.
En Disney su filmografía incluye títulos como ‘Raya y el dragón’ o ‘Frozen 2’ además de su participación en otros contenidos televisivos como ‘BayMax!’ o ‘Zootopia +’ pero como productor creativo sus principales trabajos han sido en ‘Encanto’, ‘Strange World’ y, ahora, ‘Wish’. Aquí se sumó llevado por su lado “friki”, amante de Disney, más que por ninguna defensa del español. “Cuando dijeron que querían hacer una película que honrara los cien años del estudio, siendo fan como soy dije que quería participar de alguna forma”, recuerda. La forma fue llevar la cinta a su terreno, a ese recuerdo de Granada, España, siempre en su mente gracias a su padre, amante de la ciudad y de la canción del mismo nombre compuesta por el mexicano Agustín Lara.
Mientras aquellos que se preguntaban qué significaba Disney hablaban de inspiración, sueños, alegría, pluralidad, Reyes daba forma a esas palabras pensando en ese lugar acogedor y multicultural, en el que convivieron culturas diversas como la mudéjar, la romana y que ha recibido a gentes de todas partes, una isla que perfectamente podía estar en el Mediterráneo, entre el sur de España y el norte de África, el lugar perfecto entre dos continentes. “Fui el que hice toda esa investigación para encontrar los distintos lugares donde podía suceder nuestra trama. También el que encontró a los expertos para conocer la zona del Al-Andalus, para conocer la realidad mientras construíamos un mundo de fantasía”, detalla.
Sobre su metodología en el trabajo, el productor acepta las diferencias entre su trabajo y el de alguien como el estadounidense Peter del Vecho, veterano en las tareas de producción en Disney y a su lado en ‘Wish’. “No podemos escaparnos de quienes somos ni de dónde venimos”, resume el tapatío. Las dos diferencias que vienen a su cabeza radican en la “calidez” que aportan los iberoamericanos, el énfasis en la comunidad que traen a sus trabajos, creando una familia. “La otra es a la hora de resolver problemas. Pensamos un poquito más ‘out of the box’, buscamos soluciones que no son aparentes u obvias no tan estructuradas y que pueden sonar alocadas, pero que tienen sentido y que a veces mejoran el proyecto, aunque nadie lo veía venir. Eso viene mucho de nuestras culturas”, remata con orgullo.
El orgullo puede ser iberoamericano, marcado por los lazos del idioma o, simplemente, debido al lugar de nacimiento. Porque no importa cuantos años lleva en Estados Unidos, Guadalajara sigue en su corazón como lo está esa larga lista de talento nacido en Jalisco. Desde el maestro Guillermo del Toro al genio de la música Carlos Santana, estudios como el Taller del Chucho, Festivales como el de Guadalajara y, más en el terreno animado, el de Pixelatl, todos son nombres que menciona en su orgullo tapatío. Un orgullo que quiere llevar todo lo lejos que pueda con iniciativas dentro y fuera de los estudios Disney para apoyar a los LatinX. “Lo precioso es que veo gente de nuestra cultura creciendo en todas las filas. Y es una responsabilidad seguir creciendo”, se reafirma. El mejor ejemplo lo tiene en la productora de ‘Encanto’, la mexicoamericana Ivette Merino a quien considera su mentora.
Amante de ‘La bella durmiente’ y ‘La Bella y la Bestia’ como sus dos filmes preferidos de los estudios Disney (“si no puedo escoger los propios”, bromea con un mohín fingido), Reyes está seguro de que no quiere hacer otra cosa. “Siempre me ha gustado más la producción que la dirección porque prefiero apoyar a las personas a encontrar lo que quieren contar. Este es mi sueño. Y me encanta trabajar en Disney, una comunidad muy especial y multicultural”, admite. También sabe que la producción es un campo donde tiene el trabajo asegurado porque si nadie duda del talante artístico que existe en Latinoamérica para la animación, faltan productores para canalizar ese talento. “Por eso no puedo decir que hago todo lo que puedo, porque siempre se puede hacer más, pero sí creo en hacer lo que Ivette hace conmigo, darle la mano a las personas que nos siguen para impulsarnos. Es responsabilidad de todos seguir creciendo”. ¿Cómo? “Haciendo más énfasis en nuestro talento. La creatividad la tenemos, pero nos da vergüenza aceptar nuestros talentos, hablar alto y demostrar lo que somos capaces de hacer. La visibilidad es súper importante. Esas habilidades son en las que hago énfasis con la comunidad latina. Necesitamos elevarnos porque en ocasiones nosotros mismos nos reprimimos”, reflexiona.
Su mejor ejemplo, una vez más, Walt Disney. No, no era hispano ni nació en Mojácar (España) como una leyenda fabricada en tiempos del franquismo hizo creer a alguno. Lo que sí hizo el padre de Micke Mouse fue soñar sin pedir disculpas. “Siempre fue mi fuente de inspiración. Ahora le llamamos leyenda, pero en su tiempo la gente pensaba que estaba loco. Eso me encanta de él y es lo que me gusta de ‘Wish’. La noción de que un sueño, un deseo, puede cambiar el mundo. Es lo que hizo Disney. Para mi representa la esperanza, la alegría, la necesidad de arriesgarlo todo y trabajar duro por lo que sueñas. Y no hacerle caso a quienes te digan que no. Si lo sientes en tu corazón vale la pena arriesgarse”, remata casi a punto de ponerse a cantar uno de los temas de ‘Wish’ con una sonrisa de felicidad en sus labios.