En un acto celebrado el 29 de noviembre en el Hi Human Intelligence Hub de A Coruña, la Academia Galega do Audiovisual entregó el XIII Premio José Sellier a CIMA, Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, reconociendo «su fundamentada denuncia de la desigualdad de género, discriminación y falta de oportunidades para las mujeres en el sector audiovisual y su incesante labor en favor del incremento y visibilización del papel de las profesionales de la industria, favoreciendo una mayor representación de las mujeres tanto en las pantallas como en los equipos».
El galardón, que reproduce la cámara Lumière utilizada por Sellier, fue recogido por Nati Juncal, delegada en Galicia de CIMA, quien estuvo acompañada por Elena G. Román, subdelegada, y Marta Villar, exdelegada de la asociación. La entrega del trofeo corrió a cargo de Alfredo Sellier, descendiente del cineasta que da nombre al premio. En el evento también participaron el Concejal de Cultura y Turismo de A Coruña, Gonzalo Castro, y el presidente de la Academia Galega do Audiovisual, Álvaro Pérez Becerra.
Para la productora gallega, el reconocimiento es motivo de orgullo: «Es un honor recibir este premio. Uno de los objetivos de CIMA es promover medidas que fomenten la igualdad de oportunidades en el sector, y en ese sentido se han logrado muchas mejoras, lo que supone un enorme progreso, no solo para el sector, sino también para la sociedad».
CIMA, fundada en 2006, es una asociación profesional que trabaja para promover la igualdad de género en el sector audiovisual. Desde su fundación ha realizado numerosas campañas para denunciar la desigualdad de las mujeres en la industria cinematográfica y televisiva. Cuenta con una sede central en Madrid y delegaciones territoriales en Galicia, Andalucía, Cataluña, Valencia, Canarias, Baleares y Navarra. La delegación territorial de Galicia fue la primera en constituirse, en 2009, y en la actualidad está formada por 59 socias.
A pesar de los avances, Juncal subraya que aún quedan importantes retos por afrontar para alcanzar una representación equitativa. «Queda mucho camino por recorrer para llegar al 50-50, que sería la proporción más equitativa, y además hay compañeras que lo tienen más difícil que otras. Pienso en las más jóvenes, en las que tienen menos recursos económicos para estudiar cine, pero también en las de mayor edad, que desarrollaron sus carreras en un momento donde había muy poco espacio para las mujeres cineastas y ahora que se han abierto más oportunidades, tampoco parecen estar dirigidas a ellas», explicó.
La delegada también destacó la necesidad de trabajar en el ámbito privado, donde las políticas públicas tienen menos impacto. «CIMA ha conseguido muchas medidas allí donde llegan las políticas públicas, pero en el sector privado, que no depende de ayudas públicas, queda mucho por hacer», añadió.
El compromiso de CIMA fue destacado por la Academia Galega do Audiovisual en el momento de conceder el galardón, reconociendo su «fundamentada denuncia de la desigualdad de género, discriminación y falta de oportunidades para las mujeres en el sector audiovisual y su incesante labor en favor del incremento y visibilización del papel de las profesionales de la industria, favoreciendo una mayor representación de las mujeres tanto en las pantallas como en los equipos».
Dirigiéndose a las jóvenes que desean abrirse camino en el sector, Juncal ofrece un consejo inspirador. «Primero, que sepan y confíen en que este es su lugar tanto como el de cualquiera. Luego, creo que es importante que, en paralelo a su desarrollo profesional personal, tomen conciencia de que tenemos una deuda con quienes vinieron antes abriéndonos camino, y que esa deuda se paga parcialmente contribuyendo a que las siguientes generaciones lo tengan más fácil».
Para Nati Juncal, la sociedad en su conjunto, más allá del sector audiovisual, puede contribuir a apoyar el trabajo de organizaciones como CIMA «participando en todo tipo de asociaciones e iniciativas feministas e introduciendo la perspectiva de género en sus distintos ámbitos profesionales, colectivos y privados. El trabajo de CIMA se enmarca dentro de los avances del feminismo. En este sentido, CIMA es una herramienta del feminismo para mejorar la situación de las mujeres en un sector específico, en este caso el audiovisual, y llevar la perspectiva de género al arte y el entretenimiento que consume el público».
El Premio José Sellier, promovido por la Academia Galega do Audiovisual con el apoyo del Ayuntamiento de A Coruña, reconoce la labor de iniciativas relevantes para el sector audiovisual gallego. El galardón honra la memoria de José Sellier Loup (1850-1922), pionero del cine en España, quien en 1897 filmó en A Coruña las películas más antiguas datadas en nuestro país, como Fábrica de gas, Praza de Mina y Oleaje en el Orzán. El trofeo, diseñado por el artesano coruñés Teodoro Castro, reproduce la cámara Lumière utilizada por Sellier para realizar estas películas pioneras.
Con esta distinción, la Academia Galega do Audiovisual pone en valor el compromiso de CIMA con la igualdad y la visibilidad del trabajo de las mujeres en el sector. El Premio Especial José Sellier es una iniciativa de la Academia Galega do Audiovisual, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de A Coruña.
