‘Sobre todo de noche’, la ópera prima de Víctor Iriarte, finalizó su rodaje en París. Se trata de una producción de Tamara García Iglesias (Atekaleun), Katixa de Silva (CSC Films) e Isaki Lacuesta e Isa Campo, (La Termita Films).
‘Sobre todo de noche’, es un melodrama de cine negro, que se ha rodado en localizaciones de Euskadi, Madrid y Portugal. En la coproducción han participado también Pablo Iraola de Ukbar Filmes (Portugal) y Andrea Queralt de 4A4 Productions (Francia). Cuenta además con el apoyo del ICAA, el Gobierno Vasco, la Diputación de Guipúzcoa y la participación de TVE y Televisió de Catalunya. Atalante distribuirá la película en salas de cine y Film Factory Entertainment gestionará sus ventas internacionales.
La película, con el título provisional de ‘Reescritura’, fue una de las beneficiadas en la convocatoria de ayudas selectivas del ICAA del año 2021, con tres importes por valor de 488.673,90; 2.468,05 y 2.468,05 euros cada uno. El largometraje ha recibido además 232.000 euros del Fondo Eurimages. Antes de conseguir el apoyo del Fondo Eurimages, Sobre todo de noche ya había sido el único proyecto en desarrollo español seleccionado en el prestigioso encuentro de industria internacional FID LAB Marseille donde recibió el premio Micro Climat Studios destinado a su postproducción en París por valor de 15.000 euros.
El filme ha conseguido los Premios MAFIZ y Filmin en el Festival Abycine. El primer galardón permitirá al proyecto participar en la próxima edición de encuentro profesional del Festival de Málaga 2023 y el galardón otorgado por Filmin, por su parte, optimizará el circuito de la película en festivales internacionales y salas comerciales.
La película cuenta con un guion escrito por el propio director, junto a Isa Campo (‘Maixabel’) y Andrea Queralt (‘O que Arde’). En el equipo técnico destacan Alazne Ameztoy, en el sonido, la compositora Maite Arroitajauregi y la montadora Ana Pfaff. La dirección de fotografía corre a cargo de Pablo Paloma. El reparto está encabezado por Ana Torrent (‘Tesis’) Lola Dueñas (‘Viaje al cuarto de una madre’) y Manuel Egozkue. Las productoras Tamara García y Katixa da Silva hablan sobre la opera prima de Iriarte.
Audiovisual451: ¿Qué os sedujo del proyecto de Víctor Iriarte?
Tamara García: «A mí el misterio. No el de la trama, sino el de Víctor con respecto a la historia. Y sobre todo la amistad con Víctor, siempre he confiado en su capacidad artística, pensé que con una peli sería igual».
Katixa de Silva: «En primer lugar, lo que me atrajo del proyecto fue la historia en sí misma y el cómo se iba a rodar, en 16mm. Después, el equipo que estaba detrás terminó de convencerme para involucrarme del todo».
A451: ¿Cómo se armó la producción?
K.S: «Tamara García (Atekaleun) fue quien empezó a armar la producción. Yo me incorporé en una fase casi final de desarrollo para la preparación y presentación a instituciones y televisiones. En ese punto fue cuando cerramos la coproducción internacional también».
T.G: «Tuvimos un primer año, el 2020, donde la película estaba acorde a ser la primera obra de ficción de un director novel, muy contenida, coproducíamos Atekaleun y La Termita, y teníamos una coproducción con Francia, pero el presupuesto era pequeño para una obra de ficción. Después de gestionar el reparto y ver que Ana Torrent y Lola Dueñas querían hacer la película, tuvimos que reformular toda la película: ampliamos la copro a Portugal e incorporamos a Katixa de Silva, y reformulamos el presupuesto global. Y fuimos ganando, porque no hay que olvidar que lamentablemente esto es una competición, los distintos apoyos públicos y privados necesarios para hacer la película. En estos momentos aun luchamos con la producción. Cualquier productor/a te dirá que producir es como tener un hijo y que te pregunten por la maternidad: hay personas que te dirán lo maravilloso que es, y otras te dirán que es muy difícil y que la palabra maravilloso no define el proceso. Yo soy de las segundas. No solo creo que no es maravilloso, sino todo lo contrario».
A451: ¿Cuáles han sido los principales retos del rodaje?
T.G: «Como en todas las pelis: el presupuesto y, a su vez las condiciones que hicieron posibles conseguirlo: mayoría de equipo vasco, rodaje mayoritario en Euskadi, rodaje con equipo portugués para respetar su carácter de coproducción internacional. Pero sobre todo que la ambición nunca coincide con el presupuesto, y esta diferencia se suple con trabajo extra y coste emocional. Este coste que nunca se tiene en cuenta en los presupuestos, es quizás, el reto más importante de una película».
K.S: «En mi opinión, y como directora de producción, lo más complicado ha sido darle a Víctor los lugares de rodaje quería. Rodar los bloques de Madrid, Euskadi y Portugal en esos sitios y en ese orden a nivel de producción ha sido duro económicamente ya que teníamos equipo de muchos lugares y casi nunca nadie era local en ningún sitio. Además, es remarcable el precio de las localizaciones de Madrid, tanto públicas como privadas. Yo estoy acostumbrada a rodar en Euskadi y lo de Madrid me parece escandaloso».
A451: La película cuenta con el apoyo de Eurimages ¿Y Cuáles creéis que son las particularidades de esta colaboración tripartita?
T.G: «Fueron dos procesos distintos: Portugal es un socio natural, se filma ahí parte de la historia, se pensó en sus paisajes y fue ponerlo en el papel. Ukbar filmes tiene un perfil de producción distinto al nuestro, y eso siempre ha sido necesario una traducción de la intención de la película, y a veces no se ha conseguido y otras sí. Con Francia el germen ha sido más bien un deseo de trabajar con 4A4 Producciones».
K.S: «Las coproducciones son una herramienta para sacar entre varios un proyecto. A veces son lógicas porque tienen sentido, bien porque se rueda allí, o porque se aporta talento de varios países, pero otras veces se hacen por cuestiones de puntuaciones en ayudas públicas. En nuestro caso tenía todo el sentido porque ya en el guion aparecía Portugal y París».
A451: Contáis con el apoyo del ICAA, TVE, TV3, la Diputación de Guipúzcoa… ¿Ha sido difícil conseguir tantos apoyos con un director novel?
T.G: «Sí. Y cada una de ellas fue a base de estrés y trabajo, como todo el mundo. El primer año no conseguimos nada. Después de capitalizar todos esos Noes, fue cuando empezamos a recibir Síes. Debes asegurar que te vas a gastar un dinero que aún no tienes, y calcular unos gastos que no has realizado, pensar en cómo conseguir ser solvente sin dinero. Son extrañas y necesarias las subvenciones. Al principio en este camino piensas muchas cosas sobre ellas, luego simplemente entiendes las reglas y trabajas en base a eso».
K.S: «Supongo que más que por dirección novel, porque Víctor ya tenía un background de cortometrajes y fama como miembro del equipo de programación del festival de San Sebastián, creo que la dificultad ha venido más bien por la estructura arriesgada del guion y el formato de la película».
A451: ¿Por qué se abandonó el título de ‘Reescritura’?
T.G: «Porque de eso iba la historia que quiere contar Víctor Iriarte: de la capacidad de reescribir que tiene el cine, de que la ficción puede sanar y contar aquello que parece tener un final cerrado y concreto. En realidad, de la capacidad que tenemos de escribir sobre nosotras».
K.S: «No acababa de gustar a nadie y, de repente, Víctor propuso Sobre todo de noche, parte del poema de Pessoa y fue un flechazo colectivo».
A451: ¿Cuáles son los tiempos que manejáis para la película?
T.G: «Pues en marzo deberíamos tener una peli terminada. Llevamos trabajando cuatro meses en la postproducción».
A451: ¿Y cuándo está previsto el estreno comercial?
T.G: «En el verano del 2023, pero depende de cómo responderán los festivales a la película».
A451: ¿Tenéis trazada ya una estrategia por festivales nacionales e internacionales?
T.G: «Sí, claro, ahora mismo tenemos a Atalante y a Film Factory pensando en ello. Desde producción ejecutiva también. Pero siempre dependerá de la peli que tengamos, que en nuestra opinión es una muy buena película tanto en lo narrativo como en lo fílmico.
A451: Más allá de Portugal y Francia, ¿se ha vendido a algún otro país el filme?
T.G: «Aún no, ahora entramos en esa fase, con un primer corte, conseguir otros aliados».
A451: El proyecto ha pasado por multitud de talleres donde ha sido además premiado, como FID LAB Marseille, MAFIZ de Málaga o Abycine. ¿Pensáis que hoy es indispensable hacer esta trayectoria para llevar una producción como ésta a buen fin?
T.G: «Indispensable no creemos. Pues para poder asistir hace falta el dinero de producción para aguantar y sostener una producción. No todas las películas, paradójicamente, tienen ese presupuesto para asistir a los WIP. Desde producción ya se empieza a pensar ese dinero necesario, para poder trabajar en la distribución de la película».
K.S: «Creo que sinceramente los laboratorios ayudan mucho a la visibilización de los proyectos pero también pienso que no hay que abusar de ellos y seleccionar lo que merecen la pena para cada película. No todos los laboratorios o WIPs son para todas las películas por igual».
A451: Finalmente, ¿cómo fue la confección del reparto y el equipo técnico?
T.G.: «El reparto fue claro y definido por Víctor desde el principio. No hubo dudas y se trabajó con el reparto desde el principio. El equipo técnico fue un «tetris» que armó Katixa como directora de producción, poco a poco, cumpliendo con las obligaciones de nuestro presupuesto, y con personas muy talentosas en la parte técnica, es decir, nunca, se podrá hacer una película decente sin que el equipo técnico sea lo mejor que puedas conseguir. Y no solo me refiero a aquellos que tienen responsabilidad artística, esa responsabilidad se apoya en personas de producción, en personas que nada tiene que ver con el cine y permiten que grabes, que les incomodes, que uses espacios, en pequeños favores que pasan desapercibidos, en personas que les hace ilusión, básicamente. Esas personas que tejen con hilos muy finos la producción de una película. En el trabajo diario, no en el trabajo del rodaje, sino en el diario durante cuatro años».
K.S.: «Cuando me incorporé al proyecto el cast principal de la película estaba cerrado. En cuanto al equipo técnico, como mencionaba antes, se ha hecho una mezcla de personas de distintos lugares y equipos. He podido trabajar con parte del equipo habitual de Euskadi, cosa que es muy natural y agradable para mí, y también he tenido la oportunidad de conocer otros equipos, como por ejemplo el equipo portugués y ha sido muy enriquecedor».