Un estudio elaborado por la iniciativa MEDIA Salles revela que en los 33 países europeos cuyos datos ya está disponibles, desde Islandia hasta Rusia y desde Portugal hasta Turquía, la cifra global de espectadores en 2014 alcanzó los 1,167.2 millones, lo que supone un incremento del 1,3% respecto al 1,151.9 millones en el 2013.
Este incremento no significa que la situación sea la misma en todos los territorios, ya que, mientras que los 18 países de Europa occidental (con un total de 829,8 millones de entradas en comparación con los 831,2 millones de 2013) muestran una situación estable (-0,2%), 15 territorios de Europa Central, Europa del Este y la Cuenca del Mediterráneo cierran el año con un incremento del 5,2% con un total de 337,4 millones de entradas vendidas, en comparación con los 320,7 millones de 2013. Este es el noveno aumento consecutivo, lo que ha provocado que estos países doblen la asistencia a las salas.
En Europa occidental, la igual que ocurrió en 2013, prevalecen los países con una tendencia negativa. Sin embargo, en promedio, la caída es más limitada que en el año anterior. Grandes mercados como el Reino Unido cierran el año con un resultado negativo (-4,9%), Alemania estima una caída del 5,9% y en Italia la disminución estimada es de el 6,7%, justo por debajo del umbral de 100 millones de espectadores.
La reducción de espectadores también ha sido patente en en Luxemburgo (-6,5%), Noruega (-6,1%), Austria (-5,8%), Suiza (-5,7%), Dinamarca (-4,8%). Descensos más leves se pueden observar en mercados como Portugal (-3,8%), Finlandia (-3,4%), Islandia (-2,3%) Irlanda (-2,0%) y Suecia (-1,9%), mientras que Holanda logra limitar sus pérdidas y seguir siendo básicamente estable (-0,2%).
Las entradas perdidas en estos catorce países son compensados casi en su totalidad por los brillantes resultados de Francia (+ 7,7%) y España (+ 13,6%). Francia, con más de 208 millones de espectadores, confirma su posición como líder del mercado europeo, mientras que España, gracias sobre todo al éxito de las películas nacionales, incrementó sus cifras en diez millones de espectadores, lo que pone fin a una tendencia negativa que se inició en 2005. En Bélgica se estima un ligero aumento (+ 1,1%) y Liechtenstein casi conserva un equilibrio con los resultados del año anterior.
Si en Europa occidental hay más países con una tendencia negativa, en Europa Central y del Este y en la Cuenca del Mediterráneo ocurre todo lo contrario y para algunos países 2014 fue un año récord. Este es el caso de mercados como Lituania (+ 37,5%) y Serbia (+ 24,8%) y de un mercado muy importante como Turquía (+ 21,8%). En menor medida también crecieron Rumanía (+ 12,1%), Polonia (+ 11,2%), Eslovaquia (+ 10,4%), Hungría (+ 8,4%) y la República Checa (+ 4,5%). También registró un ligero crecimiento, Estonia (+ 1,6%), mientras que retrocedió un poco el mercado más importante de la zona: Rusia (-1,1%) y tuvieron caídas de espectadores más evidentes Letonia (-3,1%), Chipre (-4,6%), Bulgaria (-5,1%) y Croacia (-7%). Tampoco 2014 fue un año bueno para Eslovenia, que experimentó una caída de más del 20%.
Despliegue digital llega a su fin en Europa
Durante 2014, las salas digitalizadas siguieron aumentando en el continente europeo, mientras que había 31.097 a principios de año, o lo que es lo mismo el 84% de las pantallas europeas, doce meses después la cifra de salas con equipamiento digital se acercaba ya a las en 34.000 (33.881), lo que significa una tasa de penetración del 91%.
Entre los principales factores que afectan a este fenómeno es la aceleración de la conversión en algunos países en los que la digitalización ha permanecido por debajo de la media del continente en los últimos años. Este es el caso de un mercado de los cinco grandes de Europa como es Italia, donde en el comienzo de 2014 las pantallas digitales representaban el 76% y se añadieron alrededor de 600 nuevos proyectores digitales en los últimos 12 meses. De la misma manera, España, que comenzó 2014 con el 70% de sus salas ya digitalizadas, ha instalado alrededor de 300 nuevas unidades de proyección digital durante el año, aunque el parque de salas español fue nuevamente testigo de una reducción tanto del número total de cines como de pantallas.
Los aumentos registrados en Turquía también fueron considerables, con alrededor de 200 nuevos proyectores digitales y una tasa de penetración que pasando de 51% a poco menos de 60%. En los mercados más pequeños, como Estonia el número de salas de cine digitales subió de 29 a 38 y en Serbia se pasó de 27 a 43 salas digitalizadas.
Los esfuerzos de los cines europeos para lograr la actualización tecnológica parecen ir por el buen camino, aunque en un contexto como el actual, en el que muchos países han disminuido su recaudación en taquilla, el sector de exhibición muestra su preocupación, sobre todo en vista de las inversiones que serán necesarias para mantenerse al día en innovación tecnológica o para reemplazar los proyectores obsoletos.