La Comisión ha comunicado a Google su opinión preliminar de que la empresa, infringiendo las normas antitrust de la UE, ha abusado de su posición dominante al imponer restricciones a los fabricantes de dispositivos Android y a los operadores de redes móviles.
La Comisión considera, de manera preliminar, que Google ha aplicado una estrategia en relación con los dispositivos móviles para mantener y reforzar su posición dominante en la búsqueda general en internet. En primer lugar, las prácticas suponen que Google Search sea preinstalado y seleccionado como servicio de búsqueda por defecto o exclusivo en la mayoría de los dispositivos Android vendidos en Europa. En segundo lugar, las prácticas parecen bloquear el acceso al mercado de los motores de búsqueda competidores mediante navegadores móviles y sistemas operativos competidores. Además, también parecen perjudicar a los consumidores al suprimir la competencia y restringir la innovación en el espacio móvil más en general.
Las reservas de la Comisión se resumen en un pliego de cargos contra Google y su sociedad matriz, Alphabet. El envío de un pliego de cargos no prejuzga el resultado de la investigación. La comisaria Margrethe Vestager, responsable de la Política de Competencia, ha declarado: «Un sector de internet móvil competitivo es cada vez más importante para los consumidores y las empresas en Europa. Sobre la base de nuestra investigación hasta el momento, creemos que la conducta de Google priva a los consumidores de tener mayores opciones en las aplicaciones y servicios para móviles y obstaculiza la innovación de otros interesados, infringiendo las normas antitrust de la UE. Estas normas se aplican a todas las empresas activas en Europa. Google tiene ahora la oportunidad de responder a las dudas planteadas por la Comisión».
Los teléfonos inteligentes y las tabletas representan más de la mitad del tráfico global de internet y se prevé que el porcentaje sea aún más alto en el futuro. Alrededor del 80 % de los dispositivos móviles inteligentes en Europa y en el mundo funcionan con Android, el sistema operativo móvil desarrollado por Google. Google concede licencias de su sistema operativo Android a fabricantes terceros de dispositivos móviles.
En abril de 2015, la Comisión incoó un procedimiento en relación con la conducta de Google con respecto a las aplicaciones y el sistema operativo Android. En esta fase, la Comisión considera que Google tiene una posición dominante en los mercados de servicios de búsqueda general en internet, sistemas operativos con licencia para móviles inteligentes y tiendas de aplicaciones para el sistema operativo móvil Android. Google posee por lo general una cuota de mercado superior al 90 % en cada uno de esos mercados en el Espacio Económico Europeo (EEE).
En el pliego de cargos de ahora, la Comisión alega que Google ha infringido las normas antitrust de la UE al exigir a los fabricantes que preinstalen Google Search y el navegador Chrome de Google y obligarles a que seleccionen en sus dispositivos Google Search como servicio de búsqueda por defecto como condición para concederles licencias de determinadas aplicaciones exclusivas de Google; al impedir que los fabricantes vendan dispositivos móviles inteligentes que funcionen con sistemas operativos competidores basados en el código fuente abierto Android; al conceder incentivos financieros a los fabricantes y operadores de redes móviles con la condición de que preinstalen exclusivamente Google Search en sus dispositivos.
La Comisión considera que estas prácticas comerciales pueden conducir a una mayor consolidación de la posición dominante de Google Search en los servicios de búsqueda general en internet. A la Comisión también le preocupa que estas prácticas afecten a la capacidad de los navegadores para móviles rivales para competir con Google Chrome y que obstaculicen el desarrollo de sistemas operativos basados en el código fuente abierto Android y las oportunidades que ofrecerían para el desarrollo de nuevas aplicaciones y servicios.
La Comisión considera, de manera preliminar, que esta conducta perjudica en última instancia a los consumidores, ya que no se les ofrece toda la capacidad de elección posible e impide la innovación.
La investigación de la Comisión ha puesto de manifiesto que, para los fabricantes de dispositivos que utilizan el sistema operativo Android, es importante desde el punto de vista comercial preinstalar en dichos dispositivos Play Store, la tienda de aplicaciones para Android de Google. En sus contratos con los fabricantes, Google ha condicionado la concesión de licencias de Play Store para dispositivos Android a que se preinstale y seleccione por defecto Google Search como servicio de búsqueda. Como consecuencia, los motores de búsqueda rivales no pueden ser el servicio de búsqueda por defecto de la gran mayoría de los dispositivos vendidos en el EEE. También ha reducido los incentivos de los fabricantes para preinstalar aplicaciones de búsqueda competidoras y los incentivos de los consumidores para descargar tales aplicaciones.
Del mismo modo, en sus contratos con los fabricantes Google exige además la preinstalación de su navegador móvil Chrome a cambio de la concesión de licencias para Play Store o Google Search. Con ello, Google también se asegura de que se preinstale su navegador móvil en la gran mayoría de los dispositivos vendidos en el EEE. Los navegadores representan un importante punto de entrada para las búsquedas en dispositivos móviles. Por lo tanto, al reducir los incentivos de los fabricantes para que preinstalen aplicaciones de navegación competidoras y los incentivos de los consumidores para descargar dichas aplicaciones, la competencia tanto en los navegadores móviles como en la búsqueda general se ha visto afectada negativamente.
Android es un sistema de código fuente abierto, lo que significa que puede ser utilizado y desarrollado libremente por cualquiera para crear un sistema operativo móvil modificado (las denominadas «bifurcaciones de Android»). Sin embargo, si un fabricante desea preinstalar aplicaciones exclusivas de Google, entre ellas, Google Play Store y Google Search, en cualquiera de sus dispositivos, Google le obliga a suscribir un «acuerdo antifragmentación» que le compromete a no vender dispositivos que funcionen con bifurcaciones de Android.
La conducta de Google ha tenido una incidencia directa en los consumidores, ya que les ha denegado el acceso a dispositivos móviles inteligentes e innovadores basados en versiones del sistema operativo Android alternativas y potencialmente superiores. Por ejemplo, la Comisión ha encontrado pruebas de que la conducta de Google ha impedido a los fabricantes vender dispositivos móviles inteligentes basados en bifurcaciones competidoras de Android que tenían potencial para ser una alternativa creíble del sistema operativo Android de Google. De este modo, Google también ha bloqueado un medio importante para que sus competidores introduzcan aplicaciones y servicios, en particular servicios de búsqueda general, que podrían preinstalarse en bifurcaciones de Android.
Google ha concedido importantes incentivos financieros a algunos de los mayores fabricantes de teléfonos inteligentes y tabletas y a operadores de redes móviles con la condición de que preinstalen exclusivamente Google Search en sus dispositivos. De esta manera, Google ha reducido los incentivos de los fabricantes y operadores de redes móviles para preinstalar servicios de búsqueda competidores en los dispositivos que comercializan. De hecho, la Comisión tiene pruebas de que la condición de exclusividad influyó en si algunos de los fabricantes de dispositivos y operadores de redes móviles preinstalaron servicios de búsqueda competidores.