La Comisión Europea ha propuesto un conjunto de medidas para combatir la desinformación online que incluyen un Código de Buenas Prácticas sobre Desinformación a nivel de la UE, el apoyo a una red independiente de verificadores de información y medidas destinadas a fomentar el periodismo de calidad y promover la alfabetización mediática.
Las recientes revelaciones Facebook / Cambridge Analytica han demostrado exactamente cómo pueden explotarse datos personales en contextos electorales y recuerdan de manera oportuna que se necesita mucho más para asegurar unos procesos democráticos resilientes. La Comisión ha dado un paso adelante en la lucha contra la desinformación para garantizar la protección de la seguridad y los valores europeos.
Andrus Ansip, vicepresidente de la Comisión responsable del Mercado Único Digital, ha declarado: «La desinformación, como instrumento de influencia política, no es ninguna novedad. Las nuevas tecnologías, especialmente las digitales, han ampliado su alcance a través del entorno en línea para socavar nuestra democracia y nuestra sociedad. Puesto que la confianza en línea es fácil de romper y difícil de recuperar, el sector necesita colaborar con nosotros en esta cuestión. Las plataformas en línea desempeñan un papel importante en la lucha contra las campañas de desinformación organizadas por personas y países que quieren poner en peligro nuestra democracia».
Por su parte, Mariya Gabriel, comisaria de Economía y Sociedad Digitales, ha afirmado: «Hacemos un llamamiento a todos los agentes, en particular a las plataformas y redes sociales, que tienen una clara responsabilidad, para que actúen sobre la base de un plan de acción destinado a establecer un planteamiento común europeo, de manera que los ciudadanos estén capacitados y protegidos eficazmente contra la desinformación. Seguiremos de cerca los progresos realizados y, si los resultados no fuesen satisfactorios, de aquí al mes de diciembre propondríamos otras medidas, en particular de carácter reglamentario».
Julian King, comisario responsable de la Unión de la Seguridad, ha manifestado: «La militarización de las noticias falsas y la desinformación en línea supone una seria amenaza para la seguridad de nuestras sociedades. La subversión de canales fiables para esparcir contenidos perniciosos y divisorios exige una respuesta lúcida basada en una transparencia, rastreabilidad y rendición de cuentas reforzadas. Las plataformas de internet desempeñan un papel esencial en la lucha contra los abusos de sus infraestructuras por agentes hostiles y en la preservación de la seguridad de sus usuarios y de la sociedad».
Sobre la base del informe independiente publicado en marzo de 2018 por el Grupo de Alto Nivel sobre las noticias falsas y la desinformación en línea, así como de una serie de consultas más amplias llevadas a cabo en los últimos seis meses, la Comisión define la desinformación como la información verificablemente falsa o engañosa que se crea, presenta y divulga con fines lucrativos o para inducir a error deliberadamente a la población, y que puede causar un perjuicio público.
En la última encuesta Eurobarómetro, el 83 % de los encuestados declaró que las noticias falsas representaban un peligro para la democracia. Los encuestados declararon estar especialmente preocupados por la desinformación deliberada dirigida a influir en las elecciones y en las políticas de inmigración. La encuesta destacó también la importancia de contar con unos medios de comunicación de calidad: los encuestados percibían que los medios de comunicación tradicionales eran la fuente de noticias más fiable (radio, 70 %; televisión, 66 %, prensa escrita, 63 %). Las fuentes de noticias en línea y los sitios web de alojamiento de vídeos son los que suscitan menos confianza, con un 26 % y 27 %, respectivamente.
El Centro Común de Investigación de la Comisión Europea ha publicado un estudio sobre las noticias falsas y la desinformación. En ese estudio se indica que dos terceras partes de los consumidores de noticias en línea prefieren acceder a ellas a través de plataformas que funcionan con algoritmos, como los motores de búsqueda y los agregadores de noticias, así como por medio de las redes sociales. También se afirma en ese estudio que el poder de mercado y los flujos de ingresos han pasado de estar en manos de los editores de prensa a las de los operadores de plataformas, que disponen de los datos para concordar a lectores, artículos y anuncios.
Medidas para combatir la desinformación online
Con el objetivo de dar respuesta a estas inquietudes y tendencias, la Comisión propone una serie de medidas para combatir la desinformación en internet. Entre esas medidas cabe citar las siguientes:
- Un Código de Buenas Prácticas sobre Desinformación: De aquí al mes de julio, como primer paso, las plataformas en línea deben desarrollar y aplicar un código común de buenas prácticas, con el objetivo de:
- garantizar la transparencia sobre los contenidos patrocinados, en particular la publicidad de carácter político, así como restringir las opciones de determinación de un objetivo para ese tipo de publicidad y reducir los ingresos de los vectores de desinformación;
- proporcionar una mayor claridad sobre el funcionamiento de los algoritmos y permitir la verificación por terceros;
- hacer que resulte más fácil para los usuarios encontrar y acceder a fuentes distintas de noticias que representen otros puntos de vista;
- introducir medidas para identificar y cerrar cuentas falsas y combatir el problema de los «zombis»;
- capacitar a los verificadores de información, los investigadores y las autoridades públicas para controlar permanentemente la desinformación en línea.
- Una red europea independiente de verificadores de informaciónque establecerá métodos de trabajo comunes, intercambiará las mejores prácticas y trabajará para lograr la mayor cobertura posible de rectificaciones de datos en toda la UE. Los verificadores serán seleccionados entre los miembros de la Red Internacional de Verificación de Información, que sigue un estricto Código Internacional de Principios.
- Una plataforma europea en línea segura sobre desinformación en apoyo de la red de verificadores de información y de los investigadores universitarios pertinentes gracias a la recogida y análisis de datos transfronterizos y el acceso a datos a nivel de la UE.
- Reforzar la alfabetización mediática: Un grado más alto de alfabetización mediática permitirá a los europeos detectar la desinformación en línea y adoptar un enfoque crítico ante los contenidos de internet. A tal fin, la Comisión animará a los verificadores de información y a las organizaciones de la sociedad civil a que proporcionen material educativo a escuelas y educadores y a que organicen una Semana Europea de Alfabetización Mediática.
- Apoyar a los Estados miembros para asegurar la resiliencia de las elecciones frente a ciberamenazas cada vez más complejas, en particular la desinformación en línea y los ciberataques.
- Promoción de sistemas voluntarios de identificación electrónicapara reforzar la rastreabilidad y la identificación de los proveedores de información e intensificar la confianza y fiabilidad en las interacciones en línea y en la información y sus fuentes.
- Apoyar una información plural y de calidad: La Comisión invita a los Estados miembros a que intensifiquen su apoyo a favor de un periodismo de calidad para garantizar un entorno mediático pluralista, diverso y sostenible. En 2018, lanzará una convocatoria de propuestas para la producción y difusión de noticias de calidad sobre asuntos de la UE mediante el periodismo de datos.
- Una política de comunicación estratégica coordinada, formulada por los servicios de la Comisión, que combinará iniciativas actuales y futuras de la UE sobre desinformación en línea con las de los Estados miembros y que incluirá actividades de divulgación dirigidas a contrarrestar los discursos falsos sobre Europa y a combatir la desinformación dentro y fuera de la UE.
La Comisión convocará en breve un foro multilateral con vistas a obtener un marco para una cooperación eficiente entre las partes interesadas pertinentes, incluidas las plataformas en línea, el sector de la publicidad y los principales anunciantes, y asegurar el compromiso de coordinar e intensificar los esfuerzos por combatir la desinformación. El primero de los resultados del foro debe ser un Código de Buenas Prácticas sobre Desinformación, que se publicaría antes de julio de 2018 para disponer de un impacto mensurable en octubre de 2018.
De aquí a diciembre de 2018, la Comisión presentará un informe sobre los progresos realizados. En el informe se estudiará también la necesidad de adoptar nuevas medidas para garantizar un control y la evaluación continuos de las acciones previstas.
En su carta de mandato de mayo de 2017, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, encomendó a la comisaria de Economía y Sociedad Digitales, Mariya Gabriel, la tarea de analizar los retos que suponen las plataformas en línea para nuestras democracias en lo que se refiere a la difusión de desinformación y de preparar una respuesta de la UE a esos retos.
En febrero de 2018, la Comisión adoptó una lista de recomendaciones con la perspectiva de las elecciones de 2019 al Parlamento Europeo en la que se hacía el siguiente llamamiento: «Se anima […] a las autoridades nacionales competentes a determinar, basándose en las experiencias de los Estados miembros, las mejores prácticas para detectar, mitigar y gestionar los riesgos que suponen para los procesos electorales los ciberataques y la desinformación».
Un Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre las noticias falsas asesoró a la Comisión en relación con la lucha contra la desinformación en línea. El 12 de marzo de 2018 se publicaron las conclusiones y recomendaciones del Grupo.
Antes de estas iniciativas, la Unión Europea ya actuado para combatir la desinformación: en marzo de 2015, se creó, a raíz de una Decisión del Consejo Europeo, el Grupo de trabajo East StratCom, bajo la responsabilidad de la alta representante y vicepresidenta Mogherini, para «contrarrestar las actuales campañas de desinformación de Rusia». El Grupo de trabajo funciona desde septiembre de 2015 dentro del Servicio Europeo de Acción Exterior; comunica con eficacia las políticas de la UE a sus vecinos orientales; refuerza el entorno mediático global en la vecindad oriental, en particular respaldando la libertad de los medios de comunicación y proporcionando apoyo a los medios de comunicación independientes; y mejora la capacidad de la UE para prever, abordar y dar a conocer las actividades de desinformación pro Kremlin.