Este viernes termina en Barcelona el rodaje de ‘Una jirafa en el balcón’, coproducción hispano-argentina escrita y dirigida por Diego Yaker. Este thriller de venganzas está protagonizado por la actriz porteña Andrea Frigerio (‘El ciudadano ilustre’) y cuenta también con Diana Gómez (‘Valeria’) en el reparto principal.
‘Una jirafa en el balcón’ es una coproducción de Chavalas La Película AIE / Balance Media Entertainment (España), Buen Destino SRL (Argentina) y Bourke Films, productora con sede en Miami, Buenos Aires y Montevideo. La película se ha rodado en Argentina y Barcelona, de hecho, está en sus últimos días de producción en la ciudad condal. Filmax se ocupará de la distribución de la película en salas españolas y de las ventas internacionales. En Argentina y Uruguay será Disney la encargada de llevar ‘Una jirafa en el balcón’ a los cines, después se podrá ver en Disney+.
Yaker es un director, productor y guionista argentino afincado en Barcelona, que debutó en 2004 con ‘Como mariposas en la luz’, con éxito en festivales internacionales. Es conocido también por ‘Pecados’ (2011). El director y guionista define ‘Una jirafa en el balcón’ como «la cara B de ‘Argentina, 1985′», premiada película de Santiago Mitre.
En ‘Una jirafa en el balcón’, Lidia Muñoz (64), exiliada argentina, jubilada, vive en Barcelona desde 1978. Lidia se vio forzada a exiliarse de Argentina después de que la dictadura militar que gobernaba el país en esos años, intentó secuestrarla y hacerla desaparecer. Embarazada de su única hija, Valeria, que hoy tiene ya 36 años, logró huir con destino a España.
Cuarenta años después, en su casa de Barcelona, recibe por correo una citación del Ministerio de Justicia argentino para declarar en el juicio por el secuestro y posterior desaparición de Oscar Medina, su novio y compañero de entonces, padre de Valeria. Valeria no entiende que su madre se resista a viajar a Argentina. Es el momento de reivindicar a la figura de su padre. Desaparecido.
Durante la declaración en el juicio, Lidia descubrirá que Oscar y ella fueron entregados por uno de sus mejores amigos, Jorge Ramos, quien colaboraba con los represores denunciando o señalando gente en la calle.
La película se pregunta qué pasa con el que no desapareció, con el que pudo exiliarse o escapar, con el que estuve secuestrado, desaparecido y volvió, o mejor dicho, lo dejaron volver. También plantea la cuestión de cómo se enfrenta una persona a su vida a partir de esa experiencia y cómo articulamos la culpa, tanto del que se exilió y siente que huyó y del que colaboró y siente que no podía hacer otra cosa. «La necesidad de Lidia de enfrentar su pasado nos ofrece una oportunidad de pensar y de hacernos estas preguntas que nos han afectado no solo a los países participantes de este proyecto, sino universalmente, allí donde la violencia sea el método para imponer objetivos políticos, económicos o sociales», comenta Yaker.
Completan el reparto Artur Busquets, Mingo Rafols y ‘Finni’ Bochino.