DAMA, la entidad de gestión de derechos de los autores audiovisuales, cumple veinte años. Nacía el 5 de abril de 1999, cuando el Ministerio de Cultura le concedía la autorización administrativa. Los fundadores de DAMA tenían claro qué buscaban: desarrollar un modelo alternativo de entidad de gestión de derechos de propiedad intelectual, más transparente, ágil y democrático.
Gracias al trabajo durante años de muchos profesionales, DAMA es una entidad sólida, solvente y en crecimiento, manteniendo intacto ese espíritu de hace 20 años. Presidida actualmente por el director y guionista Borja Cobeaga (San Sebastián, 1977). DAMA, la única entidad de gestión especializada en contenidos audiovisuales, cuenta con más de 1.200 socios, traductores, guionistas y directores que están detrás de buena parte de los contenidos más exitosos del audiovisual.
Además, las sociedades de hasta 37 países de todo el mundo confían en DAMA para la gestión de sus intereses en el mercado español. En consecuencia, DAMA gestiona los derechos de autor de más de dos tercios de los contenidos audiovisuales que se consumen en España, como los procedentes de Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Argentina, Francia… En 2018, la recaudación de DAMA superó los 15 millones de euros.
Durante estos veinte años se ha producido una enorme transformación del modelo de distribución de contenidos audiovisuales, al que DAMA se ha sabido adaptar gracias a su especialización y al uso de las mejores herramientas tecnológicas de identificación de obras y recaudación de derechos. En la actualidad, DAMA tiene acuerdos consolidados con los principales usuarios del repertorio audiovisual: cines, televisiones y también las plataformas de Internet, y es una voz autorizada en los foros políticos y culturales de la industria.
Pero más allá de las transformaciones tecnológicas y sociales, en DAMA se muestran convencidos de que lo más importante es mantenerse fieles al espíritu con el que nacieron en 1999: trabajar con honestidad, agilidad y transparencia para que los autores audiovisuales reciban lo que les corresponde.