La gala de los XIV Premios Gaudí del cine catalán se celebrará el domingo 6 de marzo

La Acadèmia del Cinema Català arranca el 18 de noviembre la primera vuelta de votaciones de la decimocuarta edición de los Premios Gaudí. Cincuenta y nueve títulos (veintitrés largometrajes de ficción, diez documentales, un film de animación, cuatro películas para televisión, seis películas europeas y quince cortometrajes) competirán este año por las 22 estatuillas de los premios del cine catalán. La lectura de las nominaciones tendrá lugar el 25 de enero en el Auditorio de La Pedrera.

La gala de los XIV Premios Gaudí se celebrará el domingo 6 de marzo en la Sala Oval del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC). La nueva junta de la Academia ha querido impulsar un cambio de formato en la ceremonia y trasladarla a este espacio emblemático del Palacio Nacional de Montjuic, uno de los escenarios más espectaculares de Barcelona y una de las salas más grandes de Europa. El Premio Especial del Público se entregará desde la Sala Mozart de Calella, el cine más antiguo de Cataluña.

‘Seis días corrientes’.

Seis títulos optan a la estatuilla a la mejor película en catalán de 2021: ‘Sis dies corrents’, de Neus Ballús; ‘El ventre del mar’, de Agustí Villaronga; ‘Visitant’, de Alberto Evangelista; ‘El cau’, de Pere Solés; ‘Cineclub’, de Mireia Schröder y Carles Gorres, y ‘Tros’, de Pau Calpe Rufat.

Por el premio a la de mejor película en lengua no catalana, compiten diecisiete largometrajes: ‘¡Corten!’, de Marc Ferrer; ’15 horas’, de Judith Colell; ‘Armugán. El último acabador’, de Jo Sol; ‘Bajocero’, de Lluís Quílez; ‘Chavalas’, de Carol Rodríguez; ‘Donde caben dos’, de Paco Caballero; ‘Dos’, de Mar Targarona; ‘Las leyes de la frontera’, de Daniel Monzón; ‘Libertad’, de Clara Roquet; ‘El amor en su lugar’, de Rodrigo Cortés; ‘Mediterráneo’, de Marcel Barrena; ‘Mía y Moi’, de Borja de la Vega; ‘Ombligo’, de José Val Bal; ‘Pan de limón con semillas de amapola’, de Benito Zambrano; ‘Solo una vez’, de Guillermo Ríos; ‘Tres’, de Juanjo Giménez, y ‘Un film dans las rèves’, de Francesc Alarcón.

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La producción en catalán continúa en las mismas cifras preocupantes del pasado año, con tan solo seis largometrajes de ficción, una de las más bajas de la historia de los premios (solo superada por la primera edición de los Gaudí, con cuatro películas candidatas). Si se hace recuento del resto de categorías, se comprueba que 22 de las 53 producciones catalanas candidatas este año se han rodado en catalán, 29 en otras lenguas (25 de ellas en castellano) y dos son sin diálogos. Esto da un porcentaje del 41 por ciento de producciones del año en versión original catalana, cifra que representa una ligera subida respecto al ejercicio anterior, cuando de las 54 producciones catalanas candidatas, solo 17 (un 33%) tenían el catalán como lengua original mayoritaria. La recuperación se debe, sobre todo, al aumento de largometrajes documentales (3 en 2021, 1 en 2020) y de cortometrajes rodados en catalán (10 en 2021, 6 en 2020).

Aun así, el dato más alarmante en relación con la lengua es la media de presupuesto: mientras que las películas en versión original catalana no superan los 720.000 euros de media, las que han sido rodadas en otras lenguas se sitúan en los dos millones de euros de presupuesto medio, e incluyen los únicos cinco títulos que superan los 3,2 millones de presupuesto medio europeo.

El balance de género en roles de liderazgo de las producciones de la actual convocatoria, incluyendo largos de ficción y documentales, películas animadas, para televisión y cortometrajes (y sin contabilizar los largometrajes candidatos europeos), confirma un desequilibrio similar al de la pasada edición en términos globales, y sitúa la presencia de las mujeres en la dirección en un 31,1 por ciento: 17 de las 53 películas (exceptuando las seis que entran en la candidatura de cine europeo) candidatas a los XIV Premios Gaudí están dirigidas o codirigidas por mujeres. La proporción si se contabiliza solo largometrajes dirigidos o codirigidos por mujeres baja hasta el 28,9 por ciento y constata una tendencia observada con más diferencia en las ediciones anteriores de los premios: la dificultad de las mujeres para dar el salto a la dirección de largometraje. Cuando se da el salto al largo, las mujeres no superan el techo de cristal del 31 por ciento en tareas de dirección. Una cifra parecida se observa en la producción de la cosecha de este año (30,7% de presencia femenina) mientras que en el guion se sitúa en el 38,7 por ciento.

‘El vientre del mar’

En la relación entre género y presupuesto para levantar un largometraje, los datos son igualmente concluyentes: la media del presupuesto de largometrajes de ficción dirigidos por mujeres es de 1.360.000 euros, mientras que la media en películas dirigidas por hombres es de 2.295.000 euros. Según estas cifras, las directoras están trabajando con presupuestos un 40 por ciento más bajos que los directores. Además, los cinco largos que en esta edición de los Gaudí cuentan con un presupuesto por encima de los 3 millones están dirigidos por hombres.

La academia catalana pone el foco en la diversidad

En la línea otras academias europeas y fruto de la comisión de trabajo puesta en marcha con Dones Visuals y el Colectivo Ficcial, la Academia catalana ha dado este año un primer paso en materia de diversidad recogiendo datos de las producciones inscritas relativas al género, edad, orientación sexual, origen, diversidad funcional y clase. El análisis tiene dos niveles: por un lado, analiza los datos que tienen que ver con el relato, las temáticas y los personajes que vemos a la pantalla, con un formulario obligatorio para las producciones inscritas.

Por otro, se recopila información sobre la composición de los equipos de rodaje, con otro cuestionario de carácter voluntario y anónimo, ante las limitaciones impuestas por la actual ley de protección de datos. Las cifras confirman que, tanto delante como detrás de la cámara, las disidencias en todas las variables analizadas son mínimas. Solo un 7 por ciento en la pantalla y un 3 por ciento detrás la cámara son personas trans, no binarias o identificadas con otras descripciones de género; un 19 por ciento ante la cámara y un 28 por ciento detrás son personas homosexuales, bi-sexuales, asexuales o identificadas con otras orientaciones sexuales; un 21 por ciento ante la pantalla y un 17 por ciento detrás son de origen asiático, africano, gitano, árabe, latín o bi-racial y solo un 6 por ciento en la pantalla y un 7 por ciento detrás la cámara se identifican con algún tipo de diversidad funcional. Este análisis es el primer paso para, a medio plazo, visibilizar todas las historias y establecer estándares de obligado cumplimiento para las producciones candidatas.

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