La coproducción hispano-uruguaya-alemana, ‘Mr. Kaplan’ dirigida por el realizador uruguayo afincado en España, Álvaro Brechner, es otra producción con participación española nominada al Goya a la mejor película iberoamericana del año, aunque lo tendrá muy difícil con ‘Relatos Salvajes’. ‘Mr. Kaplan’ es una coproducción entre la compañía española Baobab Films, del propio Brechner, junto a las productoras uruguayas Salado y Expresso Films, y la alemana Razor Film. La película participó del Atelier del Festival de Cannes, Torino Film Lab, Nipkow Programm, Jerusalem Film Lab, y ha recibido el apoyo del ICAU, ICAA, Medienboard Berlin-Brandenburg, Programa Ibermedia, Fona, Visions Sud Est, Impo, y Montevideo Socio Audiovisual. Se trata del segundo largometraje de Álvaro Brechner, tras ‘Mal día para pescar’, y ha sido vendido por Memento Films a territorios cómo Alemania, Grecia, Brasil, Australia, Austria, Suiza, Israel y Turquía, entre otros, y los derechos televisivos han sido comercializados para HBO Latinoamérica.
Fue la candidata al Oscar a Mejor Película Extranjera por Uruguay, y aunque ya se cayó de esta carrera ha sido adquirida por Menemsha Films para su distribución en territorio norteamericano el próximo mes de febrero. ‘Mr. Kaplan’ está protagonizada por Héctor Noguera, Néstor Guzzini, Nidia Telles y el alemán Rolf Becker. Completan el reparto Gustavo Saffores, Leonor Svarcas, Hugo Piccinini, Nuria Flo, César Jourdan, Adela Dubra, Augusto Mazzarelli, Jorge Bolani y Roberto Suarez. El director habla con Audiovisual451 unos días después de asistir a la gala de entrega del premio José María Forqué de EGEDA, donde ‘Mr. Kaplan’ competía en la categoría de película latinoamericana.
Audiovisual451: ¿Cuál es la génesis desde el punto de vista de la producción de ‘Mr. Kaplan’? ¿Cómo se arma una coproducción entre España, Uruguay y Alemania?
Álvaro Brechner: “La base de la coproducción entre España y Uruguay surge de forma bastante natural, por el hecho de que yo vivo un poco con un pie en cada lado, entre Uruguay y España. He desarrollado mi carrera en ambos países, filmado en ambos países. En España rodé mis cortos, documentales para televisión… En estas obras he trabajado siempre con colaboradores españoles lo que ha dado lugar a que tanto mi primera película (‘Mal día para pescar’), como esta segunda, la historia transcurre en Uruguay pero fueron filmadas por un equipo mixto de profesionales españoles y uruguayos. El director de fotografía, el montador, el músico, el director de arte, el diseñador de sonido, son españoles. Hay veces que las coproducciones exigen pagar ciertos peajes que de alguna forma pueden comprometer el resultado artístico de la película, pero en mi caso nunca ha sido así, al contrario, siento que de alguna forma ha enriquecido el producto, porque ofrece una perspectiva distinta”.
AV451: ¿Y en el caso de la coproducción con Alemania?
A.B: “Con la productora uruguaya Mariana Secco estuvimos valorando muchas posibilidades de coproducción internacional con otros países, Francia, Argentina, Brasil. Pero Alemania tenía más sentido por las posibilidades que nos ofrecía, y también porque el proyecto tenía un importante contenido alemán, incluyendo la participación de un actor de dicha nacionalidad.
AV451: La película ha viajado por todo el mundo y ha logrado multitud de premios y nominaciones pero ¿dónde está previsto su estreno comercial además de en España y Uruguay?
A.B: “La película se estrenó en Uruguay el pasado mes de agosto y permaneció más de tres meses en cartel. También se estrenó en las salas españolas a finales del pasado año. Ahora, en 2015 seguirá viajando por numerosos festivales y llegará a cines de Alemania a mitad de año. También está previsto su estreno comercial este año en Austria, Brasil, Reino Unido, Colombia, Grecia, Argentina, Suiza, Israel, Australia, Turquía… está vendida a HBO Latinoamérica. Tenemos curiosidad por ver cómo va a ser recibida en países tan distintos”.
AV451: Sin embargo, este año va a ser difícil arrebatarle algún premio Latinoamericano a ‘Relatos salvajes’, aunque vosotros ya habéis recibido alguno ¿no es así?
A.B: “A ver…, yo estoy muy agradecido cada vez que recibimos un premio o nominan la película. Especialmente me ilusionaron mucho las nominaciones a los Premios Forqué y a los Goya, porque vienen de España, un país al que debo tanto y dónde vivo desde hace 15 años. Pero por encima de esto, en esa idea de “ganar”, para mí la gran victoria es precisamente haber logrado hacer esta película, esa es la verdadera conquista. Todo lo que viene después es motivo de alegría y orgullo pero es accesorio, algo extra, nada puede estar a la altura de poder haber hecho la película. Hoy en día es un milagro que todas las estrellas se alineen para poder realizar un largometraje después de cinco años luchando por ello. Obviamente iremos a los Goya con la mayor de las ilusiones, y bailaremos hasta que se acabe la música… (ríe) y una vez que se acabe volveremos para empezar a trabajar en los próximos proyectos”.(Continúa)
AV451. Siempre se dice que levantar el segundo largometraje cuesta más ¿has tenido esa sensación con ‘Mr. Kaplan’?
A.B: “Tuve la suerte de que el proyecto encontró apoyos rápidamente. Bueno, rápidamente es un decir… Tuvimos que acudir a muchísimos fondos y premios para sacarlo adelante, la verdad. Pero lo cierto es que tuvo una buena acogida, entró ZDF/ARTE, la televisión alemana y francesa, también un fondo italiano (Torino Film Lab) y uno suizo (Vision Sud Est)…, además de los apoyos del ICAA en España, del ICAU en Uruguay, del Programa Ibermedia y Medienboard en Berlín. También hemos contado con la compañía francesa de ventas internacionales Memento Films, que le ha dado mucho empaque al proyecto. Por eso, creo que no han sido tantas las dificultades de financiación como el hecho de que tu propia exigencia de estar a la altura de toda esta responsabilidad. Realmente eso ha sido para mí lo más duro, poder lidiar con las expectativas de hacer la segunda película. En la primera te lanzas al río sin saber nadar -un poco cómo el protagonista de ‘Mr.Kaplan’- y asumes que, gracias a tu instinto de supervivencia, de alguna forma llegarás a la orilla. Ya en la segunda sabes por lo que vas a pasar y la presión es mucho mayor”.
AV451: ¿Tuviste que ir en persona a diferentes mercados para dar cobertura a la financiación?
A.B: “Afortunadamente, el proyecto estuvo muy apadrinado desde el comienzo. Fue seleccionado para L’Atelier de la Cinéfondation del Festival de Cannes o en el Torino Film Lab, lugares que fueron esenciales para darle luz y llamar la atención. Como ya he comentado, si bien es un proyecto concebido desde España y Uruguay, los coproductores alemanes entraron muy pronto. Todo lo iniciamos desde España con Baobab Films y con Salado y Expresso Films de Uruguay, pero enseguida entró Razor Film de Alemania. En todo caso, todos fueron partners que además aportaron mucho desde el punto de vista creativo”.
AV451: Parece que ya no concibes un largometraje sin la coproducción internacional…
A.B: “Cada proyecto es distinto y es necesario estudiar las condiciones particulares. Cuando yo llegué a aquí a España se coproducida menos que hoy, era menos necesario. Sin embargo, ahora se busca denodadamente financiación fuera, se buscan coproductores debido a la situación financiera interna. Creo que no todos los proyectos se ajustan a una coproducción internacional e incluso creo que en muchas ocasiones la coproducción ha hecho daño a algunos proyectos. Una buena coproducción debe favorecer el proyecto no solo por los aspectos económicos, debe poder agregarle valor y contenido”.
AV451: Desde Madrid, pero con raíces uruguayas, ¿como ves el cine latinoamericano desde la distancia?
A.B: “Yo creo que estamos en una etapa de gran transición y me es difícil vaticinar hacia dónde va. Es claro que ha habido un cambio en el cine latinoamericano en los últimos 10 ó 15 años. Países que no tenían producción local, hoy producen 5, 10 o más largometrajes anuales. Por otro lado, varios países han instrumentado políticas de incentivos muy importantes para reforzar el sector, que han dado como resultado que hoy, comience a verse que países europeos también pongan el punto de vista en Sudamérica, no solo a nivel artístico sino por las posibilidades financieras que ofrece. Pero realmente en cada lugar es diferente, no tiene nada que ver la realidad de Uruguay, con la Argentina, la de Colombia o la de Brasil”.
