La industria audiovisual del Reino Unido sigue impulsando coproducciones con diversos países del mundo tras el Brexit, una ruptura con el continente que ha ocasionado “volver a tiempos antiguos”. Ahora cuesta un poco más organizarse, pero incluso es una región que ofrece mejores incentivos fiscales que otras, coincidieron diversos expertos en el panel “Coproducir con el Reino Unido después del Brexit”, moderado por Tim Dams, editor europeo de Screen International, en el marco de la primera edición del South International Series Festival, que tuvo lugar en Cádiz, del 5 al 13 de octubre pasado.
Con foco en Reino Unido, país invitado en esta primera edición, Isabel Davies (Creative Scotland), Jacqueline Hurt (Sheridans), Gail Egan (Potboiler Productions), Alex Marshall (Archery Pictures), Kate Bennets (Ringside) y Mark Williams (Zero Gravity) hablaron sobre cómo producir con este país tras el Brexit.
Jacqueline Hurt, de Sheridans, especializada en todos los aspectos de la producción, financiación y distribución de películas y programas de televisión, afirma que “la buena noticia es que el Brexit no ha afectado las coproducciones”, su impacto se ha visto en el libre movimiento de personas y productos, pero en cuanto a las coproducciones, “volvimos a los tiempos antiguos, cuesta un poco más organizarse”, pero los acuerdos con otros países para proyectos audiovisuales pueden seguir y agrega que “no creo que Reino Unido pueda volver a unirse a la Unión Europea, “pero sí tenemos la intención de trabajar codo a codo con Europa”.
Además, asegura que en cuanto a incentivos fiscales hay mucha mayor facilidad en Reino Unido que en otros países, como España. “Desde el inicio de la producción se obtiene el certificado, lo que en España no es posible hasta terminar el proyecto y aunque yo no he realizado muchas coproducciones con este país, creo que debe haber un cambio en este sistema”, dice.
Alex Marshall, director de Operaciones de Archery Pictures, coincide en que los procesos de coproducción no han cambiado mucho tras el Brexit, se sigue dando prioridad a cortos, largos y a series y hay una búsqueda constante del talento para los proyectos, no se tienen problemas rodando en Europa, pero si hay más papeleo.
Al respecto, Kate Bennets, de Ringside, quien ha asesorado proyectos como ‘Marcella’, ‘White House Farm’ o ‘Britannia’, entre otros, ha indicado que la crisis importante que vivió la empresa fue con el confinamiento de la Covid-19, más que con el Brexit. “Fue un momento álgido, afectó todo, fue un reto, un desafío, pero pudimos gestionarlo bien”, ha apuntado.
Isabel Davies, de Creative Scotland, anota que si se trata de hablar del Brexit, la población escocesa no votó a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, pero al hablar de este tema con respecto a quienes trabajan en la producción audiovisual, todos están de acuerdo en abrirse a acuerdos internacionales.
“Con el avance de las plataformas y el aumento de los costes, la coproducción es una forma de demostrar que se puede trabajar a escala, buscamos nuevas maneras de colaborar y no competir con plataformas o streamers”, resalta y añade que los emisores de Reino Unido saben que no pueden abordar toda la producción, aunque hay que preguntarse si están dispuestos a abrirse a más colaboración europea.
Los espectadores buscan series multilingües y mezcla de culturas
Gail Egan, CEO de la productora Potboiler Productions nominada a un Oscar por ‘El jardinero fiel’, asevera que los espectadores buscan series multilingües y disfrutan con la mezcla de culturas y compartió una anécdota sobre la producción de ‘El hombre más buscado’ (2014) coproducción con Estados Unidos y Alemania, de la que se pensó inicialmente rodar en alemán. “Nos dijeron que de rodar en alemán, ganaríamos cuatro millones de dólares, pero de hacerlo en inglés serían 15 millones de dólares y lo hicimos en inglés. Ahora, tras el éxito de ‘Sin novedad en el frente’, que se hizo en alemán, lamento no haber tomado esa decisión en su momento”, expresa.
El productor estadounidense Mark Williams, de Zero Gravity, quien ha producido más de 25 películas, entre ellas ‘The Accountant’ (2016) y ‘Honest Thief’, (2020), además de co-crear y ser productor ejecutivo de la serie de televisión ganadora de un Emmy ‘Ozark’, enfatiza que las series con mentalidad global tienen más posibilidad de éxito.
“Yo he hecho mi carrera en el cine independiente, pero Estados Unidos es un mercado contraído y confuso, la mentalidad de Hollywood hace explotar todo, así que si puedo ir a otros sitios es mejor”, señala, aunque para él, que lleva años trabajando en Reino Unido, “no es fácil trabajar ahí, de hecho es muy difícil” y explica que desde ahí hace coproducciones con España, con los Países Bajos y con otros, pero “ni siquiera hemos pensado en vender a Reino Unido, pensamos en lo global en lugar de ceñirnos a un país, pensamos en series locales con mentalidades globales, en protagonistas que hablen inglés pero también otros idiomas, como el flamenco”.
El guionista y director de cine y televisión Guillem Morales (Barcelona, 1973) también participó en la primera edición del South International Series Festival con la masterclass “Dirigir series desde el Reino Unido para el mundo”, en la que ha contado sus experiencias en ese país, a donde llegó para aprender inglés y desde donde ha hecho series aclamadas como ‘Inside No.9’, trabajo por el cual fue nominado al Bafta o la miniserie de la BBC ‘La casa de las miniaturas’, adaptación de la exitosa novela homónima de Jessie Burton galardonada con el National Book Award y que ha logrado vender más de un millón de ejemplares en todo el mundo.
Morales, quien fue nominado al Goya a la Mejor Dirección Novel por ‘El habitante incierto’ y cuyo segundo largometraje, ‘Los ojos de Julia’, protagonizado por Belén Rueda, fue un éxito de taquilla, comparte que una de las primeras situaciones con las que se topó es que “en Reino Unido, si no tienes un agente, no haces nada”, por lo que fue lo primero que hizo. Más adelante, ese agente le acercó al equipo de ‘Inside No.9’, lo que fue su primera experiencia en el mundo televisivo británico, en comedia.
“Yo venía de hacer thrillers, de hacer terror y para mí la comedia era como inmediato, se sabe en el momento si lo que uno presenta es gracioso, hace reír, lo cual fue una revelación, pero además tuve que aprender que la comedia británica es dolorosa, hay un componente de crueldad importante, la comedia se interpreta sin las bromas, hay que interpretar lo que hay en el papel con toda la seriedad del mundo y entonces es cuando es gracioso”, ha indicado y añade que los actores británicos tienen la habilidad de pasar de la comedia al drama en un segundo, lo que forma parte de todas las cosas que ha tenido que aprender.
También ha sido una gran enseñanza para él la importancia de las series de época en Inglaterra. “Si quieres ser director en Inglaterra tienes que hacer series de época, es una iniciación, hay mucho rigor, es necesario huir de los que sería lo más glamoroso de Norteamérica y hacer algo más realista, pero es un rigor que luego se vende muy bien al resto del mundo”, apunta.