¿Cómo es el español actual? ¿Cómo le ha afectado la crisis? ¿Es más inseguro? ¿En qué se diferencia algo del europeo? Estos y otros interrogantes se responden en el informe ‘Species: la evolución del hombre’, un exhaustivo trabajo de información y documentación acerca del hombre europeo realizado por Discovery Networks International que actualiza algunas de las conclusiones del informe original presentado en 2007. Seis años después, Europa es un lugar económica, política y socialmente muy diferente y así lo demuestran los cambios experimentados por los más de 32.000 hombres de entre 18 y 49 años de 21 países que han participado en este estudio. Entre las principales conclusiones de este informe destaca cómo la actual crisis económica ha alterado las ambiciones personales y profesionales del hombre europeo y que esas repercusiones varían mucho en función de la edad del hombre analizado.
Vida familiar
El porcentaje de hombres europeos menores de 40 años que afirman desear más que nada en la vida el hecho de ser padres ha aumentado cinco puntos para situarse en un 45 por ciento en los últimos años. En España, el porcentaje de hombres que sueña con ser padre y cuidar a sus hijos es del 61 por ciento. Nunca antes había sido tan elevado este porcentaje. Además, los hombres siguen señalando la igualdad, la apertura y el equilibrio como los elementos esenciales de sus relaciones. Un 75 por ciento de los españoles está completamente de acuerdo en que una relación debe basarse en el equilibrio y en discutir abiertamente los problemas. y esto incluye la responsabilidad compartida en cuanto a las tareas domésticas y el cuidado de los hijos. De hecho, un 78 por ciento de los españoles opina que ellos son igual de capaces que una mujer de responsabilizarse del cuidado de los hijos. La familia es el centro del 76 por ciento de los encuestados.
Miedos laborales
A pesar del aumento de la importancia de la paternidad, al hombre moderno le preocupa combinar su lado familiar con su papel como generador de ingresos en estos tiempos de crisis. Con los niveles de paro en cifras históricas y liderando las estadísticas europeas, España es el país donde más preocupa perder el trabajo y no encontrar otro similar (54 por ciento de los encuestados).
La frustración va en aumento: cuanto mayor es la preocupación por no encontrar trabajo, menos probable resulta que den prioridad a encontrar un puesto con el que disfruten (un 67 por ciento en el caso español). Sin embargo, el hombre español sigue siendo ambicioso en cuanto a sus metas profesionales. El estudio muestra que un 56 por ciento de los españoles sueña con ser su propio jefe (en la media europea).
Desafección política
La política europea lleva cinco años de auténtica turbulencia. La crisis financiera ha devuelto la atención de los hombres al impacto real que ejercen los Gobiernos en sus vidas. Les ha recordado que la política institucional, con frecuencia, es incapaz de provocar transformaciones de calado en las cuestiones más necesarias. Incluso en los países donde el impacto de la crisis ha sido menor, es perceptible una cierta desilusión hacia aquellos que ostentan el poder. Y cuando el descontento se desata, surgen movimientos sociales que canalizan la frustración.
El porcentaje de españoles que considera que votar en las elecciones generales es una pérdida de tiempo es de un 28 por ciento, siete puntos por encima de la media europea. Aun así, el 51 por ciento de los encuestados mantiene la convicción de que es posible lograr cambios significativos con la unión y la colaboración de todos.
Ocio, deporte y tiempo libre
En España (49 por ciento), junto con Italia y Países Bajos, es donde los hombres más se preocupan por su salud y estado físico. Es importante mantenerse en buena forma física y gozar de buena salud. Además, para el 48 por ciento de los españoles, hacer ejercicio es también una buena forma de socializar. Resultar atractivo sigue siendo relevante para los hombres, en particular para los menores de 30 años y cada vez son más los que consideran Para un 64 por ciento de los españoles (17 puntos por encima de la media europea), cuidarse y tener el mejor aspecto posible es importante. Pero la crisis ha dejado atrás al ‘metrosexual’ para imponer al ‘retrosexual’, con un look más rudo y explícitamente masculino, que gasta menos en cosméticos pero que conserva su lado sensible y emocional en su vida personal. Viajar es ahora más accesible para el europeo occidental, y para el 59 por ciento de los españoles sigue siendo una forma de disfrute y una forma de hacer cuantos más planes mejor. Tan sólo para un 31 por ciento de los españoles encuestados, vacaciones representa un tiempo para únicamente comer, beber y tumbarse al sol.
Desenganchados de la tecnología
Ningún ámbito de la vida de los hombres ha sufrido transformaciones tan rápidas en los últimos cinco años como la tecnología. Los hombres adoptan las nuevas posibilidades y las hacen suyas: pasan más tiempo que nunca conectados a Internet, dan a sus teléfonos móviles un papel capital como elemento centralizador de sus redes personales y profesionales y exigen que la nueva tecnología se integre perfectamente en su mundo. En general, el 61 por ciento de los españoles afirman estar encantados con la tecnología, porque les permite disfrutar plenamente de sus vidas. Sin embargo, existe una realidad cada vez más pujante: a medida que nos desplazamos de este a oeste por Europa, se observan ciertos indicios de cansancio ante la imparable tecnología omnipresente, especialmente entre el grupo de edad de hombres menores de 30 años, cada vez más propensos a una sensación de agotamiento y saturación (una sensación que reconocen el 34 por ciento de los hombres españoles).
Los nuevos hábitos de consumo televisivo
Los hombres comparten cada vez más sus vidas en las redes sociales y las conversaciones online. Las charlas televisivas no son una excepción. Esto no ha implicado un descenso del consumo de televisión. Al contrario. El consumo ha crecido progresivamente año tras año. En España se consumieron 246 minutos de televisión al día de media.
La televisión siempre ha sido una experiencia social y compartida, y en la actualidad realizar comentarios en las redes sociales mientras se ve la televisión es algo tan habitual que incluso se ha acuñado un término para definir esta acción: ‘chatterboxing’. Prácticamente la mitad de los hombres españoles utiliza Internet mientras ve la televisión. ¿Y qué hacen exactamente durante esta combinación de pantallas? Uno de cada cinco hombres rastrea la red en busca de los productos que ha visto anunciados. Además, un 40 por ciento de los telespectadores-internautas busca información relacionada con el programa que está viendo.
La segunda pantalla ha conseguido que la televisión pase de ser un canal de comunicación unidireccional a una invitación a participar. Sin embargo, de momento, la pericia de los programadores de televisión supera con mucho la capacidad de Internet en cuanto a contenido depurado, ofreciendo a los hombres programas para su disfrute y sacando el máximo partido de su amplia base de intereses, de su deseo de adquirir conocimiento y de su necesidad de entretenerse. Las cadenas desempeñan un papel importante tanto en el entorno online como a través de los medios de difusión tradicionales.
