La ópera prima de la cineasta costarricense Valentina Maurel, ‘Tengo sueños eléctricos’, opta a entrar entre las finalistas al Premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana en la 38ª edición de los galardones de Academia de Cine Español.
El filme culminaría así un largo y exitoso recorrido internacional, que comenzó en la competición de la sección oficial del Festival de Locarno, donde consiguió el premio a la Mejor Dirección, para después formar parte del apartado Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián, en el que obtuvo el premio a la Mejor Película.
‘Tengo sueños eléctricos’, que fue estrenada en España a principios de año por la distribuidora Sideral Cinema, es un coming of age que retrata la relación entre una hija y un padre al que apenas conoce y con el que va a pasar una temporada. Una propuesta en la que se conjugan la frustración inherente a la edad con un presente familiar inestable pero, también, con el descubrimiento de unos lazos que van adquiriendo fuerza con cada gesto, con cada mirada.
La película de Valentina Maurel, que también firma el guion, es una coproducción entre Costa Rica, Francia y Bélgica, en la que participan las compañías Wrong Men (Bélgica), Geko Films (Francia) y Tres Tigres Films (Costa Rica).
‘Tengo sueños eléctricos’ está protagonizada por Daniela Marín Navarro y Reinaldo Amien. La producción corre a cargo de Benoit Roland, Grégoire Debailly, Felipe Cordero y la propia Valentina Maurel. La dirección de fotografía es de Nicolás Wong y Andrés Díaz, mientras que Bertrand Conard se encarga del montaje.
La dirección artística es responsabilidad de Guillaume Landron, Paula Carjaval se ocupa del vestuario y Mauricio Esquivel del maquillaje. Erick Arnoldo y Vargas Ortega se ha encargado del sonido y de sus mezclas Benoit Biral. Los efectos visuales han sido realizados por Gilles Munten y François Houbart.
«En la borrosa realidad de la adolescencia, inmersa en un mundo en desintegración, quería hablar del amor filial, de la transmisión de la violencia, del vértigo del descubrimiento sexual intentando comprender qué hace que la frontera entre el odio y el amor sea tan porosa», explica la directora.
Valentina Maurel (San José, Costa Rica. 1988) estudió Dirección de Cine en el INSAS de Bruselas. Su cortometraje de graduación, ‘Paul Is Here’, recibió en 2017 el primer premio en la sección Cinéfondation del Festival de Cannes. Su segundo cortometraje, ‘Lucía en el limbo’, se presentó en la Semana de la Crítica del certamen francés, así como en el Festival de Toronto, y recibió el Primer Premio en el Festival de Guanajuato (México). El proyecto de ‘Tengo sueños eléctricos’ fue seleccionado en 2020 bajo el título de ‘Jardín en llamas’ en el foro de proyectos en San Sebastián.
Sinopsis
Eva no puede soportar el hecho de que su madre quiera reformar la casa y deshacerse del gato, que, desorientado desde el divorcio, se orina en todas partes. Quiere marcharse y vivir con su padre, quien, desorientado como el gato, está viviendo una segunda adolescencia. Eva lo sigue mientras intenta reconectar con su deseo de convertirse en artista y de volver a encontrar el amor. Pero, como alguien que cruza un océano de adultos sin saber nadar, Eva también descubrirá la rabia que la carcome, y que sin saberlo, ha heredado de él.