Aunque sin todos los detalles, el sector audiovisual ya sabe cuál es su agenda para la reanudación de su actividad. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado el Plan de desescalada aprobado por el Consejo de Ministros que establece los principales parámetros e instrumentos para la adaptación del conjunto de la sociedad a la nueva normalidad, con las máximas garantías de seguridad, tras la crisis provocada por el COVID-19.
El ejecutivo apunta que el objetivo fundamental del Plan de desescalada, que se prolongará hasta finales del mes de junio, es conseguir que, manteniendo como referencia la protección de la salud pública, se recupere paulatinamente la vida cotidiana y la actividad económica, minimizando el riesgo que representa la epidemia para la salud de la población y evitando que las capacidades del Sistema Nacional de Salud puedan verse desbordadas. Es decir, la máxima seguridad sanitaria combinable con la recuperación del bienestar social y económico. Para ello, se identifican los mecanismos de toma de decisiones por parte de los responsables públicos, en el corto y medio plazo, siempre partiendo de la guía que proporciona el conocimiento científico y técnico.
La duración mínima de cada una de las fases de desescalada se ha fijado en dos semanas. En el mejor de los casos la duración del proceso será de mes y medio y, como máximo, se plantean ocho semanas, «por lo que a finales de junio estaríamos en la nueva normalidad si la evolución de la epidemia está controlada en todos los territorios», ha comentado el presidente. A partir de esa fecha, terminarán las restricciones sociales y económicas, pero se mantendrá la vigilancia epidemiológica y, sobre todo, las medidas de higiene y protección personal hasta que haya una vacuna.
Fase 0 desde el 4 de mayo
En la Fase 0 o de preparación de la desescalada, que comienza el 4 de mayo, se va a intensificar la preparación de todos los locales públicos con señalización y medidas de protección para preparar el comienzo de la siguiente fase. Durante esta Fase 0 se podrán adoptar medidas que afecten exclusivamente a determinados territorios. En particular, islas sin movilidad exterior y con tasas de contagio prácticamente nulas, en consecuencia, la isla de Formentera en las Islas Baleares y las islas La Gomera, El Hierro y La Graciosa en Canarias anticiparán unos días, al cuatro de mayo, su desescalada, situándose ya en la Fase 1.
Fase I: comienzo de la producción audiovisual
Parte del sector audiovisual comenzaría su reactivación en la Fase I o inicial, que previsiblemente se desarrollará de forma general desde el lunes 11 de mayo. En esta fase comenzaría la producción audiovisual y el rodaje de contenidos cinematográficos y series. El sector ya ha comenzado a preparase y tiene definido el protocolo de actuación en los rodajes tanto en interiores como exteriores. El pasado 23 de abril, se presentó la guía ‘Rodar con Seguridad tras el COVID19’, con el fin de dotar a todos los equipos audiovisuales de las herramientas necesarias para volver a grabar y rodar con seguridad cuando comience la desescalada de medidas del Estado de Alarma que permitan al sector retomar su actividad.
En esta Fase I, en función del cumplimiento de los indicadores del cuadro de mandos en los diferentes territorios, se permitirá la apertura parcial de actividades, en particular, actividades económicas como pudieran ser la apertura del pequeño comercio; en restauración, la apertura de terrazas con limitaciones de ocupación al 30 por ciento; en hostelería, la apertura de hoteles y alojamientos turísticos excluyendo zonas comunes y con determinadas restricciones; actividades en el ámbito agrario, actividades deportivas profesionales con las medidas de higiene necesarias y los lugares de culto podrán abrir limitando su aforo a un tercio.
Fase II: cines al 30 por ciento de su capacidad
La casilla de salida para los cines se sitúa en la Fase II o intermedia, aproximadamente hacia el 25 de mayo. En esta fase, cines, teatros, auditorios y espacios similares podrán iniciar su actividad, con butaca pre-asignada y con una limitación de un tercio de su aforo. Estas medidas se parecen mucho a las que adoptaron en un primer momento, antes de determinar su clausura total, los cines españoles el pasado 11 de marzo. Entonces, en un comunicado de la patronal de los exhibidores, FECE, las salas de cine mostraban su «total compromiso con las autoridades sanitarias para colaborar en todo lo posible durante esta crisis y su compromiso con los espectadores para generar entornos seguros para que puedan seguir disfrutando del cine en pantalla grande».
Así, las salas de cine de las tres zonas principalmente afectadas en esos días de marzo, Madrid, La Rioja y Álava, tenían previsto seguir abiertas al público, con un aforo limitado de un tercio del total de cada una de las salas, durante los siguientes 15 días naturales, es decir, hasta el 25 de marzo. El comunicado de los exhibidores señalaba también que las salas con un aforo superior a 1.000 butacas deberían suspender su actividad durante ese periodo. Además, de manera voluntaria y «como un compromiso del sector para incrementar las medidas de prevención frente al COVID-19″, las medidas de FECE añadían que se fomentaría el espaciado horario de las sesiones y la distancia de seguridad recomendada de los espectadores dentro de la sala». Por su parte, Cine Yelmo, uno de los principales circuitos de exhibición en España, antes del cierre temporal, iniciaba el 11 de marzo la activación de un protocolo de prevención ante contingencias sanitarias que afectaba a la higiene de sus salas y espacios comunes, mediante la utilización de detergentes especiales y dispensadores desinfectantes.
Ahora, en la Fase II de la desescalada se plantea la apertura parcial de actividades que se mantienen restringidas en la Fase I. Con limitaciones de aforo, en restauración, se abrirá el espacio interior de los locales con una ocupación de un tercio del aforo y garantías de separación y sólo para servicio de mesas.
El curso escolar comenzará en septiembre, ahora bien, en esta Fase II se establecen algunas excepciones para reabrir centros educativos con tres propósitos: las actividades de refuerzo, el garantizar que los niños menores de seis años puedan acudir a los centros en caso de que ambos padres tengan que trabajar presencialmente y la celebración de la EBAU.
Asimismo, se prevé la reanudación de la caza y pesca deportiva; las visitas a monumentos y otros equipamientos culturales como salas de exposiciones, salas de conferencias, todo ello con un tercio de su aforo habitual. Se podrán celebrar actos y espectáculos culturales de menos de 50 personas en lugares cerrados con un tercio de aforo; y si es al aire libre serán posibles cuando congreguen a menos de 400 personas sentados. Los lugares de culto deberán limitar su aforo al 50 por ciento en esta segunda fase.
Fase III: mitad del aforo
Ya en la Fase III o avanzada, que está prevista para el 8 de junio, las actividades con un tercio de aforo en Fase II podrán pasar a la mitad de sus localidades, es decir, los cines mantendrían la mitad de su aforo para seguir apostando por el distanciamiento social. En esta fase, la última, se flexibiliza la movilidad general, si bien se mantendrá la recomendación del uso de la mascarilla fuera del hogar y en los transportes públicos. En el ámbito comercial, se limitará el aforo al 50 por ciento y se fijará una distancia mínima de dos metros. En la actividad vinculada con la restauración se suavizan algo más las restricciones de aforo y ocupación, si bien se mantienen estrictas condiciones de separación entre el público.
Fase IV y última: la nueva normalidad
La nueva normalidad llegaría el 22 de junio, cuando terminarían las restricciones sociales y económicas, pero se mantendría la vigilancia epidemiológica, la capacidad reforzada del sistema sanitario y la autoprotección de la ciudadanía. Las fechas concretas y la evolución real dependerán del comportamiento y el control de la pandemia, así como de la capacidad para ir superando las diferentes fases, en las condiciones establecidas en el Plan. El tiempo entre cada una de las fases tendrá una duración mínima de dos semanas, que es el periodo medio de incubación del virus.