La producción televisiva en España se ahoga

La producción televisiva española vive momentos críticos, y tristemente parece tener el enemigo en casa. La ecuación es sencilla: la inversión publicitaria en TV ha caído a niveles de 2007, las televisiones apenas arriesgan y acuden a formatos de éxito probado en otros mercados, pasando por alto muchas propuestas de productoras nacionales. ¿El resultado? Parrillas de programación clonadas a lo largo y ancho del planeta y el empobrecimiento de la estructura audiovisual de España.

MIra Quien Salta h repor general
‘¡Mira Quien Salta!’ (Banijay-Telecinco)

No hay más que echar un vistazo a la programación semanal de cualquier televisión para comprobar que las grandes apuestas de los últimos meses proceden de multinacionales: ‘Splash! Famosos al agua’ (Antena 3) todavía empapelaba parte del Palais des Festivals en el reciente MIPTV de la mano de Eyeworks; ‘¡Mira quién salta!’ (Telecinco) proviene de Banijay; ‘Master Chef’ (La 1) es un formato de Shine… por no hablar de la ficción estadounidense que invade las parrillas de Cuatro, La Sexta, Neox, Nitro, FDF, etc. y los programas fotocopiados de Energy, XPlora o Discovery. Ya nos lo decía Aiala Fernández, responsable de relaciones internacionales de Eiken – Cluster Audiovisual de Euskadi: “no somos tan buenos innovando en formatos como sí sumándonos a las tendencias internacionales”. Fuera de la liga quedan propuestas como las de Grupo ZZJ o Phileas Productions, por nombrar dos compañías nacionales que viajaron al mercado de Cannes con formatos que nada tienen que envidiar a los anteriormente citados o a los que están por venir. Un ejemplo es ‘Don’t Say it Bring it!’ de Phileas Productions y comercializado por Global Agency, ya estrenado en algunos países de Europa con buenos datos de audiencia y con una significativa campaña de promoción dentro del Palais des Festivals durante MIPTV. Resulta chocante que televisiones extranjeras hayan visto el potencial de este concurso de desarrollo español mientras que ninguna cadena nacional ha apostado por él. Quizá tenga que venir una empresa considerada experta en formatos como Global Agency para decirle a cualquier televisión de España que este concurso va a triunfar. Toda una paradoja.

Algunos agentes del sector consideran que se debería acudir al proteccionismo para reactivar la producción televisiva con empresas nacionales
Socks Calcetines Keytoon
‘Socks’ (‘Calcetines’), de Keytoon y con la producción de la televisión alemana NDR

Lo mismo sucede en la animación. ‘Socks’ de Keytoon Animation Studio tiene como coproductora a la televisión alemana NDR y ya está en plena producción; ‘Bugsted’ de Vodka Capital acaba de firmar su emisión en Francia con Lagardère Active. Ambos desarrollos españoles siguen esperando respuesta de broadcasters españoles, más concretamente de TVE, que presume de tener en Clan el canal infantil más visto pero dominado por animación extranjera. En el caso de Clan la clarísima falta de presupuesto es el principal obstáculo para entrar en la coproducción de más proyectos, siempre más costosa que la adquisición de títulos de fuera. Aun así, la pública sigue lanzando la convocatoria para participar en nuevas producciones españolas, a pesar de que varios productores empiezan a dudar de que los compromisos adquiridos con los proyectos seleccionados se cumplan en plazos razonables. Otros también huyen de algunas cláusulas leoninas de TVE.

Sin duda alguna, esta falta de apoyo de las televisiones nacionales resulta sospechosa a la hora de presentar los proyectos a socios extranjeros y alarga y alarga las negociaciones, lo que termina por estrangular económicamente a las productoras nacionales, tanto las dedicadas a la animación como las de formatos o imagen real.

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Las parrillas están copadas por títulos de Hollywood, series estadounidenses y adaptaciones de formatos extranjeros, con poco espacio para la ficción nacional y para ideas nacidas en España

Si se sigue analizando la parrilla de las principales televisiones nacionales, se llegará a la conclusión de que están cortadas por el mismo patrón: dos noches para la ficción nacional, un gran concurso importado del extranjero, y mucho cine comercial, hasta cuatro noches de cine en La 1 y sólo una de ellas para títulos españoles. El caso de Telecinco es algo más peculiar porque vive en un universo paralelo con programas que se retroalimentan partiendo de ‘Gran Hermano Catorce’ y ‘Sálvame’, y por el momento sólo dedica una noche a la ficción nacional con ‘El don de Alba’, producida por Disney y durante muchos meses en la nevera. Y es que la producción de ficción está también atravesando serias dificultades, según comentan los agentes directamente implicados a este medio en MIPTV 2013. Las privadas mantienen en el cajón títulos como ‘El tiempo entre costuras’ (Boomerang TV para Antena 3) mientras que TVE ha tardado demasiados meses en traer de nuevo a la emisión series como ‘Gran Reserva’, y más de lo mismo está sucediendo con ‘Águila Roja’ (Globomedia), cuya nueva temporada ya está lista, lo que pone en duda la continuidad de los proyectos por el simple hecho de que el elenco de actores se ha embarcado en nuevas producciones. Actualmente, el número de series en marcha se puede contar con los dedos de las manos.

El tiempo entre costuras grabacion
‘El tiempo entre costuras’ (Boomerang TV para Antena 3) aún no puede venderse en el extranjero por no estar estrenada en España

Lo que sí parece que las televisiones se están pensando dos veces es la cancelación de un programa porque no termine de funcionar en cuanto a audiencia. Hace dos años concursos y programas de humor resistían tres emisiones, y ahora los discretos datos de ‘Money Time’ (60dB) en Cuatro, ‘+Gente’ en La 1 o ‘Familia’ (DLO) en Telecinco no se han traducido en cese de emisiones. El share ya no es lo que era, y el esfuerzo de promoción que los canales hacen de sus nuevos programas no puede valorarse en una semana, al menos se está dejando que algunos programas maduren y tengan un recorrido. Eso sí, varios productores aseguran que las televisiones tienen sus propias productoras “amigas”, lo que dificulta, y mucho, meter la cabeza y convencer a los directivos de que la savia nueva también tiene validez. Injusto. ¿Tendrá que ver el hecho de que los principales accionistas de las televisiones privadas en España no son españoles? Cierto es que no dejan de ser una empresa que busca el beneficio, pero no nos engañemos, el audiovisual no es un sector cualquiera y está íntimamente ligado a la cultura y a la marca España.

Otro punto siempre delicado y en muchas ocasiones obviado es la medición de audiencia, ¿se ajusta realmente a la realidad? Mientras que Kantar Media asegura que cuenta con una muestra significativa y más alta que en otros países, un gran grupo de canales ha confesado a Audiovisual451 que no es nada fácil saber qué programas funcionan y cuáles no. En este sentido, la alta actividad de los espectadores españoles en Twitter ayuda a conocer más los gustos de la audiencia, pero lo que más preocupa es el envejecimiento de la población, lo que se traduce en un target menos comercial, un dato que no interesa a nadie que se conozca. Aun así, no habrá novedades en este campo y los audímetros seguirán como están.

La menor producción propia está afectando al catálogo de las distribuidoras y de los agentes de ventas internacionales, que acuden a los mercados con menos novedades y se convierten, por tanto, en menos competitivos

El hecho de que se estrenen menos programas y series de producción nacional no sólo tiene la consecuencia directa de que las productoras nacionales apenas tengan trabajo, sino que termina repercutiendo a la larga en el catálogo de las distribuidoras y de los agentes de ventas internacionales. En el pasado MIPTV, apenas lucieron nuevos títulos de ficción, y la tendencia a la comedia de las televisiones nacionales tampoco favorece la venta, dado que el humor es menos exportable. Una buena prueba es el último anuncio de Mediaset España, toda una batería de series adquiridas por televisiones de Europa y Estados Unidos y entre ellas ninguna comedia, a pesar de que ‘La que se avecina’ y ‘Aída’ son dos de los principales atractivos de Telecinco. La preocupante situación social que vive España hoy en día también ha lanzado a las televisiones a los debates y programas de actualidad, otros shows que se quedan en casa sin cruzar la frontera por su imposibilidad de exportación.

Con este panorama, son varios los que opinan que, primero, la publicidad debería volver de alguna manera a TVE, y ahora más que nunca después de que Hacienda haya puesto en entredicho la fórmula del patrocinio cultural. Segundo, para muchos existe una sobreoferta televisiva que no está favoreciendo a nadie: 33 canales de cobertura nacional, autonómicas con presupuestos cada vez más reducidos, televisiones locales diluidas en el descodificador de TDT y una segmentadísima televisión de pago, con la inversión publicitaria cayendo y los bloques de anuncios reinventándose como en la emisión de ‘Homeland’ en Cuatro con breves tandas de spots de tres en tres. Así que, una reducción del número de canales en abierto no parecería tan disparatada, lo que no cae tan bien es la imposición de la sentencia del Tribunal Supremo. Y tercero, hay quienes consideran que estamos ante un momento óptimo para el proteccionismo de la marca nacional frente a los gigantes extranjeros, para que las televisiones apuesten por formatos nacionales, para que la rueda de la producción vuelva a girar y para que el catálogo de ventas internacionales pueda aumentar e introducir novedades cada temporada. ¿Pedirá la palabra PATE, la asociación de productoras televisivas, en este debate un año y medio después de su creación? ¿Abrirá las puertas el ICAA a la televisión de una forma real, no solo a TV Movies y series de animación, de la misma manera que ha hecho su homólogo argentino con resultados muy positivos?

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2 COMENTARIOS

  1. ¿Animación apocalíptica o integrada?

    Muy cerca ya de la puerta de Tannhäuser… y ya contemplándolo por el espejo retrovisor de una nave en llamas más allá de Orión, quiero romper no una, sino todas las lanzas de la rendición de Breda por TVE y CLAN.

    Con recortes de 200 millones un año y de 50 el siguiente. Previos al nombramiento de un nuevo Presidente y de la renovación del Consejo de Administración.
    Con el dilema de pocas aportaciones significativas que ayuden a levantar la financiación de los proyectos, que los hará caros en antena y poco competitivos frente a los productos amortizados de la majors internacionales. O muchas, pero pequeñas por los derechos de una comunicación pública, sin compensación publicitaria, que los haría competitivos en antena, pero casi irrelevante a efectos de financiación.

    Y en ambos casos, la única vía de un posible retorno de la inversión, menosprecia el magnífico potencial de la ventana de CLAN para la construcción de la marca, calificándola de leonina.

    Por supuesto que las instituciones, y la televisión tienen que jugar su papel desde diversos ámbitos, revisándolo para que resulte más eficaz y adecuado al momento actual. Pero para resolver la ecuación ahora faltan variables. Los nuevos medios, las nuevas ventanas que la innovación tecnológica ha abierto, posibilitando la construcción de contenidos transmedia, con desarrollos crossmedia, deberían traer nuevos actores al sector que complemente la financiación y posibiliten su necesaria proyección internacional.

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