‘Madama Butterfly’, una de las óperas que más emociones ha generado en el público durante siglos, se actualiza, respetando la cultura japonesa, de la mano de la Royal Opera House de Londres. La trágica y poderosa producción de este clásico de Giacomo Puccini se retransmitió en directo este martes, en más de 115 cines de toda España, y cerca de 1.000 salas de 22 países.
La producción de Moshe Leiser y Patrice Caurier, con su exquisita partitura inspirada en las imágenes europeas del Japón del siglo XIX, es tan conmovedora como desgarradora. Revisada para el público moderno, esta nueva versión ha causado sensación a nivel internacional.
Tras sus aclamadas interpretaciones en ‘Rusalka’ (2023) y ‘Jenůfa’ (2021), la soprano lituana Asmik Grigorian debutó en la Royal Opera como Cio-Cio-San, uno de los papeles más desafiantes y exigentes para una soprano. Actuó junto al tenor estadounidense Joshua Guerrero, que retomó su papel de teniente Pinkerton, y los exalumnos del programa de artistas Jette Parker Hongni Wu (Suzuki), Lauri Vasar (Sharpless) y Ya-Chung Huang (Goro). La hermosa y minimalista puesta en escena estuvo a cargo de Christian Fenouillat.
Coproducida en colaboración con el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, la emisión tuvo una duración de 195 minutos (incluyendo un intermedio), y fue cantada en italiano con subtítulos en castellano. Versión Digital ha distribuido la proyección en España.
Un festín para los sentidos
Esta vez, Kevin John Edusei dirigió a la Orquesta de la Royal Opera House en una de las mejores partituras de ópera, un festín para los oídos y los sentidos.
Puccini se inspiró en melodías folclóricas japonesas para crear su ‘Madama Butterfly’. Cada aria está imbuida de una emoción distinta. En el primer acto, Cio-Cio-San expresa su radiante felicidad en ‘Ancora un passo’, mientras ella y Pinkerton se declaran extasiados su amor en el apasionado dúo ‘Viene la será… vogliatemi bene’. En el segundo acto, ambientado tres años después, la alegría de Cio-Cio-San es reemplazada por el anhelo; en su querida aria ‘Un bel dì vedremo’ anhela el día en que su marido regrese a ella: un día que tal vez nunca llegue.
El verdadero Japón
Puccini quedó fascinado por la obra ‘Madame Butterfly’, de David Belasco, cuando la vio en Londres en 1900. Colaboró con los libretistas Luigi Illica y Giuseppe Giacosa (con quienes había creado ‘La bohème’ y ‘Tosca’) para adaptar el cuento trágico de Cio-Cio-San para el escenario operístico.
El compositor proclamó su intención de representar «un verdadero Japón» (a pesar de que nunca lo visitó), asistiendo a las actuaciones de la célebre actriz japonesa Sadayakko en Milán y buscando consejos sobre canciones populares japonesas mientras trabajaba en su partitura. Aunque el estreno de la ópera en Milán en 1904 fue mal recibido, Puccini la revisó y repuso para representaciones en Brescia ese mismo año, y fue recibida con gran éxito. ‘Madama Butterfly’ pronto se convirtió en una ópera muy popular entre los intérpretes y el público por igual, y sigue siendo una de las obras más queridas de Puccini en la actualidad.
Sinopsis
La joven geisha Cio-Cio-San se casa con el oficial de la marina estadounidense Pinkerton, convencida de que se trata de una auténtica unión para toda la vida por la que renunciará a su religión y su comunidad. Cuando se da cuenta de que, para Pinkerton, su matrimonio no es más que una ilusión, Cio-Cio-San ya no podrá escapar a las trágicas consecuencias.
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