“’The Ring’ fue una película que cambió para siempre las reglas del cine de terror, e introdujo un tipo completamente diferente de película de miedo. No era sangrienta y violenta, pero todos los fotogramas causaban un terror que calaba hasta los huesos», dice el director español F. Javier Gutiérrez, que debuta en Hollywood con ‘Rings’, una nueva entra de la saga de terror de Samara.
Hace unas semanas, el productor Antonio Pérez (Maestranza Films) recogía en Sevilla la Medalla de Oro de EGEDA. En la ceremonia de los premios Forqué, Pérez dedicaba especialmente el reconocimiento a dos directores, Benito Zambrano y Francisco Javier Gutiérrez, al que le produjo ‘Tres Días’, protagonizada por Victor Clavijo y Eduard Fernandez y que se alzó con la Biznaga de Oro del Festival de Málaga. Ahora, esta película ha llevado a Gutiérrez hasta Hollywood con la superproducción ‘Rings’, donde ha dirigido actores como Matilda Lutz, Alex Roe, Johnny Galecki, Aimee Teegarden, Bonnie Morgan y Vincent D’Onofrio.
Gutiérrez afirma que la relación entre la tecnología y la moralidad desempeñaron una función esencial en su decisión de proseguir la historia de Samara. «Culturalmente, estamos obsesionados con los vídeos, y la forma de ver esos vídeos ha cambiado radicalmente desde las dos primeras películas de ‘The Ring’. Antiguamente había todo un ritual para ver una cinta VHS. Elegías una cinta de la estantería, a veces tenías que rebobinarla, o ajustar el tracking… hacía falta tiempo, pero hoy en día, se pulsa un botón en alguno de los diferentes dispositivos que permiten ver videos, y el vídeo se reproduce instantáneamente», explica el director.
«Quería investigar de qué manera la tecnología modificaba radicalmente la mecánica de la maldición, y su forma de difundirse -continúa Gutiérrez- no solo es mucho más fácil ver los vídeos, sino que también es mucho más sencillo hacer copias y difundir la maldición. Con un par de clics, has mandado el vídeo a una docena de personas, que lo están viendo en su ordenador portátil o en su teléfono. Hoy en día hay pantallas por todas partes, así que realmente nunca estás a salvo de Samara».
La primera película de Gutiérrez, ‘Tres días’, se ocupaba de una forma similar de una amenaza omnipresente, al narrar la cuenta atrás en días hasta el acaecimiento de un terrible suceso. En vez de una cinta de vídeo maldita, ‘Tres días’ abordaba el desmoronamiento de la humanidad durante de los tres últimos días del mundo, mientras un meteorito que acabaría con el planeta llevaba a término su rumbo de colisión. «La disposición que tienen las personas buenas a hacer daño a los demás cuando se ven amenazadas tiene tintes terroríficos. La supervivencia de Samara depende de que alguien transmita la maldición a otra persona», apunta el director de ‘Tres días’.
El director artístico Kevin Kavanaugh fue el responsable de crear el nuevo, a la vez que familiar, mundo de ‘Rings (Señales)’. «Me encantó que la primera película estuviera ambientada en la región del Noroeste Pacífico, así que en esta ocasión queríamos alejar la acción de Seattle, y enmarcarla en una zona más rural y provinciana. Te adentras en la película desde un lugar que te resulta familiar, y después es como cuando te metes en la madriguera del conejo, y llegas a un lugar mucho más oscuro y siniestro». asegura Kavanaugh.
La producción estuvo afincada en Atlanta, lo que planteó al equipo de Kavanaugh el desafío de lograr que la soleada Georgia pasase por ser la lluviosa Washington. «Afortunadamente, ambos estados son bastante verdes, pero tuvimos que generar una gran parte de la lluvia por nuestra cuenta. Siempre es mejor tener lluvia artificial que un exceso de la de verdad». La familiar paleta de colores de la saga ‘The Ring’ permanece intacta, pero Kavanaugh descubrió formas de introducir otros colores en ciertos puntos esenciales. «Las películas anteriores tenían unos colores muy fríos y tenues, con tonos azulados por todas partes, así que hemos añadido ciertos brochazos de color aquí y allá, para conseguir dar a la película un aire más contemporáneo».
Las escenas en la facultad de Holt se rodaron en el campus de la Emory University, utilizando un edificio vacío de ciencias y el ala de psiquiatría. «La idea es que Gabriel está llevando a cabo estos experimentos en secreto. Ha encontrado las llaves de un edificio del campus que no se utiliza, y se ha instalado allí, así que utilizamos un verdadero hospital para enfermos mentales de un campus universitario auténtico para montar el laboratorio de Gabriel», comenta Kavanaugh.
‘Rings (Señales)’ es también una especie de vuelta a casa para el coordinador de escenas de acción Keith Campbell y para la actriz Bonnie Morgan, que vuelve a encarnar a Samara. “’The Ring’ fue la primera película en la que me encargué de coordinar las escenas de acción». Desde entonces, Campbell ha coordinado las escenas de acción de más de treinta películas y proyectos de televisión. «Me dijeron que estaban reuniendo de nuevo al viejo equipo… y aquí estamos».
A lo largo de los 26 años de carrera profesional, Campbell ha realizado escenas de acción en prácticamente 150 películas y proyectos de televisión, y ha doblado a Tom Cruise en ‘Minority Report’ y en las dos primeras películas ‘Misión: Imposible’. «Antiguamente, cuando dejaba que otros rodasen sus escenas de acción», bromea Campbell. Campbell suscribe plenamente la filosofía de que menos es más en lo relativo a la coordinación de las escenas de acción de ‘Rings (Señales)’.
“Javier Gutiérrez y yo queríamos que las escenas de acción fuesen un elemento integral de la película. Cuando una escena de acción es demasiado artificiosa, te desconecta del mundo para el que ha sido creada», «, explica Campbell. En una escena esencial, Lutz tenía que golpear con una taza la frente de un doble de acción. «Al principio tenía mucho miedo…» -recuerda la actriz- pero acabó siendo el día más divertido del rodaje. ¡Iba a romperle la cara a alguien con una taza!».
«En todo hay siempre mucho trabajo de planificación. Siempre trabajamos con los actores y el equipo de especialistas de acción con un día de adelanto respecto del rodaje, para poder ofrecerle a Javier diferentes opciones de lo que puede hacerse en la escena», cuenta Campbell.
Mientras trabajaban en la segunda película de la saga, Campbell y el director Hideo Nakata debatieron sobre una escena muy difícil de rodar, en la que el contorsionado cadáver de Samara tenía que salir del pozo «haciendo la araña». Nakata no estaba por la labor de utilizar efectos visuales generados por ordenador, y tenía la esperanza de poder rodar la escena sin recurrir a realidad virtual. Teniendo en cuenta la complejidad que tenía la forma de moverse de Samara en esa escena, tenían que encontrar a alguien que fuese capaz de moverse de maneras muy poco naturales. Campbell conocía a la mujer indicada para ese trabajo – su amiga, Bonnie Morgan, una acróbata, actriz y contorsionista.
“Kevin me llamó y me preguntó si todavía era capaz de hacer aquellos ‘andares rarunos y retorcidos’, recuerda, entre risas, Morgan. «No me dijo para qué era. Después de ver la primera película de la saga ‘The Ring’ no pude dormir durante varios días, así que nunca me había imaginado que iba a acabar rodando esto».
Convertir a Morgan en Samara es una tarea hercúlea para el diseñador de efectos especiales de maquillaje Arjen Tuiten y su equipo, un proceso que comienza dos meses antes de que empiece la filmación. «Solo la peluca necesita aproximadamente un mes y medio de trabajo», dice Tuiten. «Todas las prótesis están esculpidas, moldeadas y cuidadosamente fundidas para que se ajusten perfectamente a la cabeza de Bonnie. Cuando se sienta en la silla de maquillaje, sabe que tiene por delante entre seis y siete horas de colocación del maquillaje, todas las mañanas. Queda completamente recubierta, de pies a cabeza”. «El maquillaje de Samara está compuesto por más de treinta dispositivos. Tengo seis en cada brazo, catorce en las piernas, después está el cuello, el gorro sin pelo, la barbilla, la nariz, las mejillas, la frente, la peluca y las lentes de los ojos de muerta. Tengo un equipo de tres personas trabajando en mi cuerpo en todo momento. Cuando empezamos, era un proceso de siete horas, que conseguimos reducir a seis», apunta Morgan..
«Al pintarla, aplicamos un brillo superficial muy claro, mientras que las venas están pintadas con tonos muy oscuros que se ven a través de las prótesis, con lo que logramos una apariencia translúcida. Para lograr la apariencia babosa, la recubrimos con gel íntimo y le damos ciertos toques de verde y marrón, para que parezca que está descomponiéndose. Después hay una bomba que le echa agua por encima, para que se pueda apreciar el diseño que le hemos pintado por debajo. Siempre tenemos a mano un montón de pulverizadores y botellas, para asegurarnos de que siempre esté chorreando y empapada. Es muchísimo trabajo, pero el efecto final merece la pena», añade Tuiten.
Después de colocarle las prótesis, Tuiten reconoce el mérito que tiene la actuación de Morgan, que es capaz de elevar el terror a cotas desconocidas. «Bonnie es capaz de hacer cosas demenciales con el cuerpo, como poner una pierna por delante de la cabeza y hacer la araña. En combinación con el maquillaje, ese movimiento lograba espantar a cualquiera que estuviese presente en la sala. En el fondo sabes que es Bonnie, pero aún así no estás seguro de lo que está pasando».
