La quinta edición de los Premios Quirino han vuelto a poner de manifiesto la pujanza de la industria de animación de la región iberoamericana. Precisamente en la localidad tinerfeña de San Cristóbal de La Laguna, sede de los galardones por segunda ocasión, se presentó la segunda fase del Libro Blanco de la Animación Iberoamericana, que muestra las virtudes y carencias de un sector que este año, por ejemplo, ha sido capaz de situar dos obras, una española y otra chilena, entre las candidatas al Oscar a mejor cortometraje de animación del año. El ganador finalmente fue además el cortometraje español ‘El limpiaparabrisas’ de Alberto Mielgo.
La nueva edición del Libro Blanco señala, entre otras cosas, que en Iberoamérica se producen más contenidos de animación en formato serie que largometrajes. Se trata de un sector atomizado, compuesto en su mayoría por pequeñas y medianas empresas, que se dedican fundamentalmente a la producción propia de contenidos, ya sea de serie, largometraje o cortometraje.
El 67 por ciento de las empresas ha realizado coproducciones, aunque parece que todavía no es suficiente ese porcentaje, y hay una mayor tendencia a la coproducción en los formatos de serie que en largometrajes. En la actualidad, se están realizando al menos medio centenar de proyectos de largometraje y un centenar de series en diferentes etapas de desarrollo, producción o finalización. Cabe destacar también que Brasil, España y Argentina son los principales productores de animación de la región. Les siguen México, Chile y Colombia. El Libro Blanco analiza un total de 180 largometrajes y series de animación presentados a los Premios Quirino entre los años 2018 y 2020.
Para profundizar más en la situación actual de la industria iberoamericana de animación y en especial en los lazos entre Latinoamérica y España, Audiovisual451 ha hablado con dos de los responsables de sendos certámenes de la región donde la animación es más que protagonista, el festival temático Pixelatl de México, que este año cambia de sede y dedicará un foco a España, y la sección de animación del mercado Ventana Sur de Buenos Aires. Se da la circunstancia además, que ambos profesionales son fundadores y dos de los principales impulsores de los Premios Quirino. Se trata de la argentina Silvina Cornillón, que es la Coordinadora de la sección Animation! en el Mercado Audiovisual Ventana Sur de Buenos Aires, y el mexicano José Iñesta, director del Festival Pixelatl.
Y en todo este intento de dar luz, la industria española de animación aparece como un actor principal de la región, puente entre Europa y América. No solo tendrá una presencia relevante en el mercado mexicano, donde acudirán 20 empresas españolas a reuniones con operadores, también será protagonista a mediados en junio en el Festival de Annecy, el más importante del mundo, y en septiembre en el marco del foro de coproducción europeo de series de animación Cartoon Forum, que también se celebra en Francia, en este caso en la localidad de Toulouse.
Una obviedad es que las producciones audiovisuales del ámbito iberoamericano no traspasan fronteras en la medida que cabría esperar en un marco cultural afín y con un idioma común: «Es una realidad que el tema de la distribución es ahora mismo un desafío que está en la agenda de los distintos países a través de, por ejemplo, sus asociaciones profesionales. De hecho, esto es algo de lo que se ha hablado mucho en Ventana Sur. Faltan espacios y ventanas donde poder exhibir los proyectos y, a veces, las cuotas de pantalla de los distintos países no priorizan las producciones más regionales. Creo que no es un problema de falta de voluntad, sino que se ha vuelto más difícil competir en ese sentido a causa de los efectos de la pandemia y de la propia crisis que están sufriendo los estrenos en salas, entre otros factores. Tampoco creo que el problema sea la calidad de los proyectos. Los países iberoamericanos compartimos un mismo idioma y estamos muy alineados culturalmente, pero pienso que ahí entran decisiones comerciales que van a lo seguro y optan por estrenar producciones estadounidenses que aseguran un gran rendimiento, lo cual acaba jugando en nuestra contra», comenta Cornillón al respecto sobre la distribución internacional del cine de animación iberoamericano.
Por su parte, para el director de Pixelatl la clave para asegurar una mayor expansión de los contenidos propios por la región es incentivar las coproducciones multipartitas: “La clave son las coproducciones, deberían hacerse más coproducciones iberoamericanas. Creo que el éxito del modelo europeo es ese, que participan en las producciones entre cinco y diez países, lo que te asegura que en estos países se exhiba ese contenido. En el caso de América Latina todo está más distante, hay algunas coproducciones pero no son suficientes. Si se hicieran tantas como en Europa se vería mucho más contenido propio de la región».
Iñesta también señala el papel fundamental de iniciativas institucionales integradoras, «el papel de Ibermedia es fundamental, también es clave la CACI que coordina todos los institutos de cine iberoamericanos para incentivar estas coproducciones y que generemos contenidos juntos. Los services están muy bien y son importantes pero es fundamental generar IPs propias, hechas por los estudios de la región y que no acaben siendo solo de los canales”, afirma.
Pero la responsable del área de animación del mercado Ventana Sur matiza: «Las coproducciones existen, aunque sí que es verdad que, a nivel de largometrajes, en Iberoamérica no se dan tantas. La película peruana ‘Ainbo’ es un caso de estudio muy interesante porque es una película que puede competir con esos filmes más comerciales, pero a la vez es una historia que mantiene una identidad propia muy fuerte. Creo que ha logrado un buen equilibrio entre ambos mundos. Muchas veces, no se coproduce con otros territorios porque las exigencias presupuestarias para poder llevar a cabo las técnicas suelen ser altas, y este creo que fue el caso. ‘Ainbo’ se presentó, por cierto, en la anterior edición de Ventana Sur y aquí fue donde el equipo de la película estableció contactos con los que han sido sus distribuidores a nivel internacional», apunta.
De lo que no hay duda es que la animación iberoamericana está viviendo un buen momento en la actualidad. Basta recordar que este año el Oscar al mejor cortometraje de animación ha sido para la producción española ‘El limpiaparabrisas’ de Alberto Mielgo, que compitió además por el galardón junto a otro corto chileno ‘Bestia’, ganador en los últimos premios Quirino. «En animación no hay nada que sea flor de un día, es un sector que conlleva mucho trabajo. Por ejemplo, en el caso de ‘Bestia’, estaba muy presente el antecedente de otro cortometraje chileno, ‘Historia de un oso’, que se hizo con el Oscar hace unos años y dio comienzo en Chile a un movimiento que buscaba impulsar la animación. La realidad latinoamericana siempre ha sido compleja para hacer animación, porque se requieren bastantes recursos, pero el reverso de esta situación es ese activismo que ha surgido», asegura Cornillón.
En todo este panorama explosivo para la animación iberoamericana, como no podía ser de otra manera la pandemia ha jugado un papel relevante a muchos niveles y no todos negativos: consumo, producción, cambios de paradigma… «Es cierto que hay mucha necesidad de contenidos, dado que las plataformas no dejan de multiplicarse. Esa necesidad les ha llevado a buscar historias con una impronta más regional y local, y ahí es donde están surgiendo oportunidades para la comunidad iberoamericana. Pero, para responder a esa demanda, no solo hay que tener un muy buen proyecto, original y atractivo, sino que hay que tener muy presente cómo producirlo. La pandemia ayudó a que surgieran más modelos colaborativos que se han traducido, más allá de las coproducciones, en una terciarización de servicios dentro de la región. Se están dando movimientos que hacen que el panorama pinte muy bien en el corto y medio plazo», asegura Cornillón.
Por su parte, José Iñesta pone en el foco en otra consecuencia de la pandemia que ha beneficiado a la industria de animación iberoamericana: “Con la pandemia muchos estudios asiáticos dejaron de trabajar durante meses y eso fue una oportunidad para los estudios latinoamericanos. Muchas producciones de Estados Unidos y Canadá se trasladaron entonces a estudios de América Latina y han quedado muy satisfechos, ya no se han ido y el volumen de producción ha aumentado mucho en Latinoamérica. Tanto es así que hay estudios latinoamericanos han crecido mucho, si antes tenían seis trabajadores ahora tienen 400. Hay que tener en cuenta además que este incremento se ha producido sin incentivos fiscales, porque los norteamericanos valoran otras cosas como la cercanía y la calidad, por esa razón creo que es tan importante para la industria una cita como Pixelatl, por el vínculo creado con Estados Unidos y Canadá”.
Es cierto que en el momento que está viviendo la animación iberoamericana también están siendo decisivos festivales, eventos e iniciativas de la región que están apostando de manera decidida por crear un tejido industrial. Buenos ejemplos son los propios Premios Quirino con su foro de coproducción y negocio o eventos como los que lideran Silvina Cornillón y José Iñesta.
«Ventana Sur va a celebrar este año su 14ª edición y ya desde 2016 existe Animation!, la sección dedicada a la industria de la animación. Entre nuestros socios, además del Instituto de Cine de Argentina, está el mercado del Festival de Cannes, ya que lo que buscamos es replicar ese modelo propio de festivales como el de Annecy. Nosotros hacemos una convocatoria conjunta para Latinoamérica y, después, nuestros mejores proyectos se presentan en Francia al año siguiente. Además, con el tiempo, han surgido otras alianzas interesantes a nivel regional, como la Liga de la Animación Iberoamericana, en la que participamos junto a los Premios Quirino y el festival Pixelatl de México. Con este tipo de eventos, lo que buscamos es conectar más aún a los realizadores y productores de Iberoamérica. Entre las acciones que hemos llevado a cabo con el objetivo de visibilizar nuestra región, destaca la creación de un premio para que uno de los proyectos pueda asistir a estos tres certámenes con los gastos pagados», contó a Audiovisual la responsable de Animation! en Ventana Sur.
Iñesta reitera que el éxito Pixelatl reside principalmente en su cercanía de Estados Unidos y Canadá. «Muchos productores, responsables de plataformas, canales y distribuidores de estos países acuden a la cita mexicana, atraídos por un contenido diferente al que pueden encontrar en sus países. Esta particularidad creo que también puede ser muy interesante para los productores de animación españoles, porque allí encuentran a los que toman las decisiones. Además de los ejecutivos de desarrollo de los estudios estadounidenses, van los encargados de las coproducciones y los services. Es un gusto comprobar que estudios españoles están ahora trabajando para ellos”.
Asimismo, este año en la cita mexicana, que deja a localidad de Cuernavaca y se traslada a la ciudad de Guadalajara, en el estado de Jalisco, tendrá un papel especial España. “La relación entre Pixelatl y el sector de animación español inicialmente tuvo que ver con la formación y este año la colaboración da un paso más, porque se celebrará en el Festival un Foco de España. Un total de 20 empresas españolas acudirán al evento para reunirse con ejecutivos de los grandes canales. Tenemos muchas esperanzas puestas en este foco, porque creo que va a merecer mucho la pena para los productores españoles. El Festival cambia de ubicación y se celebrará del 6 al 10 de septiembre en Guadalajara, Jalisco”, reconoce Iñesta.
En Ventana Sur de Buenos Aires, el protagonismo de España no será tan concreto pero el evento amplia sus horizontes cada año según explica Silvina Cornillón: «Nuestra convocatoria está destinada a proyectos producidos por al menos un país latinoamericano, aunque hemos ampliado para toda Iberoamérica con la sección de Work in Progress cuyo objeto son los largometrajes, así como una curaduría del Festival de Annecy, y ahí es donde existe la oportunidad para que se presenten producciones españolas. En la pasada edición, contamos, por ejemplo, con la presencia de ‘Unicorn Wars’ en esta sección de Work in Progress, y la verdad es que me parece que es importante ir abriendo todos los espacios que sea posible para que España esté presente, ya que es una pieza vital para completar ese gran puzle de Iberoamérica. Es muy difícil pensar solo en Latinoamérica como algo aislado cuando lo que queremos es que la industria de la animación crezca».
Ambos profesionales no dudan en destacar en el papel que han adquirido los Premios Quirino en unos pocos años como gran altavoz del sector iberoamericano de animación: «La verdad es que es una gran celebración. Este año ha sido el primer gran encuentro de animación presencial tras la pandemia. Toda la gente está muy agradecida. Tanto los invitados internacionales, que son los que han mantenido las reuniones del foro, como quienes vinieron a presentar sus proyectos, han estado muy activos y han mostrado un gran entusiasmo. Es una manera de reivindicar que la animación no paró durante la pandemia y que ahora lo que toca es salir a mostrar lo que estuvimos haciendo». dice Cornillón.
También valora la cita de Tenerife el director de Pixelatl, que junto a Silvina Cornillón , es uno de los fundadores de los galardones de la animación iberoamericana: “Para mí los premios Quirino son increíbles y siguen creciendo. En esta última edición me han llamado la atención varias cosas. En primer lugar la internacionalización, porque cada vez se ven más profesionales de más países en los premios. En segundo lugar me parece muy importante el compromiso de todos los agentes del sector audiovisual con la cita. Todo el mundo ha ido a Tenerife, lo que habla de la importancia que están cobrando los galardones que reconocen el talento de la región iberoamericana, pero también son un punto de encuentro para el negocio y favorecer las coproducciones”.
«Nuestros eventos buscan tender esos puentes que posibilitan que los proyectos circulen, es decir, facilitar el camino a creadores y productores para que puedan acceder a los mercados internacionales. Esto es lo que le da sentido a nuestro trabajo. Nuestra intención última es construir una comunidad, para lo cual también ofrecemos formación a nivel de industria a través de iniciativas como nuestro programa de mentorías para directores, apoyado por Premios Quirino», concluye la responsable de Animation!.