Las mujeres JASP de la industria española (entrega 11)

Entre los profesionales del sector es bien sabido que febrero viene marcado por la cita anual más significativa para nuestra industria cinematográfica: la gala de entrega de los Premios Goya, que celebrará su 39ª edición este próximo sábado 8 en Granada.

Aprovechando esta ocasión, y con el afán de visibilizar esas profesiones más alejadas de los despachos y puestos ejecutivos que mostramos más frecuentemente, este mes hemos elaborado una entrega temática de nuestra serie sobre mujeres “Jóvenes Aunque Sobradamente Preparadas” (JASP) de la industria audiovisual española, centrada en las “artes y oficios” del audiovisual: profesionales y maestras del montaje, el vestuario, la edición de sonido o la continuidad del raccord, cuyo trabajo diario consiste en dar vida a las producciones utilizando la proporción idónea de técnica y artesanía.

Algunas de nuestras protagonistas acumulan de hecho varias nominaciones a los Goya. Pero no son las únicas que están ocupando titulares en la actual temporada de premios: las realizadoras Mar Coll y Alauda Ruiz de Azúa han visto reconocido su buen hacer en los últimos Premios Feroz por ‘Salve Maria’ y ‘Querer’ respectivamente; por su parte, la Acadèmia del Cinema Català ha premiado los trabajos en ficción y documental de Laura Fernández Espeso (‘El 47’), Clara Roquet y Coral Cruz (‘Polvo serán’) o Patricia Franquesa (‘Diario de mi sextorsión’). A pesar de ello, la entidad Dones Visuals alertaba sobre cómo el liderazgo creativo entre las candidaturas de estos 17º Premios Gaudí quedaba lejos de la paridad, al comprobar que la media en las categorías de dirección, guión y producción cuenta solamente con una presencia femenina del 37 %.

En el frente internacional, el foco informativo sigue pendiente del reguero de nuevas nominaciones que está consiguiendo la actriz Karla Sofía Gascón: tras sus galardones en el Festival de Cannes y los Premios del Cine Europeo, la alcobendense ha entrado en la carrera tanto de los BAFTA británicos como de los César galos, y ha hecho historia al convertirse en la primera mujer trans que está nominada al Oscar a mejor actriz, todo ello gracias a su papel en ‘Emilia Pérez’. La Academia de Cine en Francia también ha incluido a la coproducción hispano-suiza ‘Las novias del sur’ de Elena López Riera entre las nominadas como Mejor Cortometraje Documental (misma categoría por la que compite igualmente en los Goya 2025). Y el Festival South by Southwest de Austin ha elegido para su sección Global el filme ‘La furia’, ópera prima de la catalana Gemma Blasco que trata sobre la violencia sexual y cuenta en su equipo con Eva Pauné (coguionista), Mireia Graell Vivancos (productora), Neus Ollé (directora de fotografía) y Ángela Cervantes (actriz principal).

Volviendo a la realidad de nuestros entrañables «cabezones», aprovechamos esta tribuna para desear suerte a todas las obras y profesionales nominadas, esperando que el talento femenino del cine español reciba un reconocimiento merecido y libre de cualquier tipo de discriminación. ¡Felices Goya 2025!

Victoria Lammers

Victoria Lammers

Montadora

Licenciada en Comunicación Audiovisual y Publicidad, y graduada en Montaje Cinematográfico por la ECAM como primera de su promoción. Con más de diez años de experiencia en el departamento de montaje, Victoria ha trabajado en casi una veintena de películas y series como ayudante de montaje, tanto en España como en el extranjero, destacando proyectos como ‘Snowden’ de Oliver Stone, ‘Todos lo saben’ de Asghar Farhadi, ‘Mientras dure la guerra’ de Alejandro Amenábar, o ‘El reino’ de Rodrigo Sorogoyen. Desde 2015 trabaja como jefa de departamento montando largometrajes como ‘Frágil equilibrio’ (ganador del Goya al Mejor Largometraje Documental en 2017) o ‘La libertad es una palabra grande’ (ganador en Doc.España Seminci en 2019). En la actualidad, alterna proyectos de ficción, documental y series, entre cuyos títulos se encuentran ‘Patria’, ‘Apagón’ o ‘Galgos’, los largos ‘No mires a los ojos’ y ‘Una vida no tan simple’ de Félix Viscarret, o ‘El llanto’ de Pedro Martín-Calero, ganador de la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián en 2024. Este año Victoria está nominada a la Medalla CEC y al Goya a Mejor Montaje por ‘La Infiltrada’ de Arantxa Echevarría.

Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo

«El oficio del montaje es uno de los más desconocidos del cine, aunque paradójicamente constituye su esencia misma. Nuestro trabajo consiste en reconstruir el guión a través del material rodado, dotando a la narración de coherencia y ritmo mientras buscamos evocar lo mejor posible las emociones que el guión plantea.»

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?

«​Lo que más me gusta es ver cómo la película se va construyendo poco a poco, cómo vas viéndola florecer con el paso de los días de trabajo. En las primeras fases los aportes son más significativos, y a medida que la película va tomando forma, se convierte en una cuestión muy fina de matices. Pero todos los hallazgos son imprescindibles.
El corte final no podría ser el que es sin la suma de todo ese trabajo, y ser consciente de ello te conecta con la película de una manera única. Este es un privilegio que sólo tenemos los montadores.

El montaje es un proceso creativo en el que es esencial la calma y el espacio, así que podría decir que lo que menos me gusta de mi trabajo es cuando las producciones viven complicaciones en las que el ruido acaba llegando a la sala de montaje, enturbiando todo nuestro trabajo. El montador es plenamente consciente de que su trabajo con el material es muy sensible y que la película depende por completo de este momento, así que cuando el desarrollo del montaje se ve involucrado en estas situaciones, la película sufre y el montador sufre casi todavía más.»

Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?

«​Claramente goza de muy buena salud. lLo podemos ver con la importante presencia de proyectos españoles en festivales internacionales, porque además es algo sostenido en los últimos años, no es puntual. A nivel económico, este año sin duda creo que éxitos como el de ‘La infiltrada’ también han demostrado que se puede hacer una impresionante taquilla y que el cine español puede reunir el favor de la crítica y el público.

Es innegable que en los últimos años el cine español ha reivindicado su poder como valor cultural y ha demostrado sobradamente su músculo industrial. Lo que me pregunto es hasta qué punto necesitamos que los mecanismos de distribución y exhibición pudieran reformularse para sacar más partido del talento que tenemos, porque ese talento debe llegar a las salas y a los festivales. En definitiva, ese talento debe ponerse en valor.»

Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?

«Los tiempos en las producciones son cada vez más exiguos en toda las fases, desde la pre hasta cualquier punto de la postproducción, y creo que rara vez eso beneficia a las películas. Lógicamente hay que tomar presupuesto y calendario en todas las producciones, pero en ocasiones los proyectos no están correctamente ajustados a su naturaleza y creo que esto ocasiona mucho más gasto y caos.

​Sin necesidad de dilatarse a tiempos que estén fuera de mercado o de ser inviables para la industria, sí que creo que podríamos garantizar calendarios más adecuados. Algo que no sólo cuidaría a los proyectos y a los presupuestos, sino que beneficiaría a los artistas y técnicos que trabajamos en ellos, porque que al final somos el mimbre que sostiene todo. He llegado a ver a muchos compañeros tan agotados que ya no podían sumar a sus proyectos, y es una lástima. Hay que respetar el trabajo de todos. La gente necesita un espacio seguro desde el que poder crear.»

¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?

«Creo que cada vez que comienzo un proyecto se renueva una energía por la ilusión de comenzar una nueva aventura, así que es una pasión que se recicla constantemente. De todas maneras, 2024 ha sido decisivo para mí gracias al éxito de ‘La infiltrada’ y al estreno de ‘El llanto’. También he podido trabajar en ‘Ciudad sin sueño’, una película preciosa, muy importante para mí, que se estrenará este 2025. Así que estoy viviendo un momento muy dulce.

No hay mejor empuje para nosotros que vivir cómo los proyectos en los que has trabajado vuelan, así que hay pasión de sobra para el futuro. Además, este año voy a tener la oportunidad de volver a trabajar con Arantxa Echevarría en su nuevo largometraje, y con Félix Viscarret en su nueva serie, lo que me hace muy feliz. Son dos personas a las que admiro y quiero muchísimo, y me encanta estar cerca de ellos.»

Laia Casanovas del Pino

Laia Casanovas del Pino

Diseñadora de sonido – Lima Limón Estudio

Graduada en la especialidad de sonido por la ESCAC en 2012, inicia su carrera profesional como editora de efectos en el equipo de Oriol Tarragó en Coser y Cantar Estudio. Más tarde, debuta como diseñadora de sonido en la serie ‘Sé quién eres’ y se desarrolla como freelance llevando a cabo proyectos cinematográficos como ‘Malasaña 32’ de Albert Pintó. En 2020 se traslada a Madrid, donde trabaja como diseñadora de sonido en proyectos como ‘Veneno’ de Javier Ambrossi y Javier Calvo, o ‘The Human Voice’ (2020) y ‘Madres paralelas’ (2021) de Pedro Almodóvar, película con la que recibió una nominación a los Goya 2022. Ese mismo año abre su propio estudio de sonido junto a Oriol Donat: desde Lima Limón Estudio ha realizado proyectos como ‘Nowhere’ de Albert Pintó, ‘Caída libre’ de Laura Jou o ‘La buena letra’ de Celia Rico.

Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo

«En el proceso de diseño de sonido de las películas, me encargo de generar todo el mundo sonoro que las envuelve. Es un trabajo muy creativo a la vez que narrativo, ya que requiere comprender la intención, el mensaje y las emociones que dirección quiere transmitir, y utilizar todas las herramientas que nos da el sonido para que el espectador final lo reciba. El diseño de sonido no sólo consiste en crear sonidos que no existen, sino también en moldear los que sí, con tal de generar una emoción.»

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?

«Es difícil destacar qué es lo que más me gusta de mi trabajo. Una de las fases que más disfruto dentro de la fase de diseño de sonido es el de la búsqueda y materialización de un sonido que tengo imaginado en mi cabeza. Tras horas, días, o a veces incluso semanas de buscar y grabar todos aquellos elementos que conforman la paleta de sonidos que he decidido utilizar, no hay mayor satisfacción que el momento en que los empiezo a colocar, manipular y fusionar hasta conseguir replicar aquel sonido imaginado. Es un momento muy mágico, ya que es cuando las ideas se materializan, todo toma forma, y empiezas a ver cómo con el sonido, el resto de elementos de la película se empiezan a convertir en un todo.

En contraposición, si hay algo que no me gusta de mi trabajo es que, al ser uno de los últimos procesos de la producción y desencadenarse mayoritariamente dentro de un estudio con muchas horas de trabajo en solitario, se suele desconocer todo lo que desde diseño de sonido podemos aportar a los proyectos, y no sólo desde el punto de vista creativo, sino también a nivel organizativo y presupuestario.

Es demasiado frecuente que no se nos implique en el proyecto hasta que no llega la postproducción, la cual es una fase ya muy avanzada. Los proyectos en los que he podido aportar más en todos los ámbitos, han sido aquellos en los que he podido estar desde la preproducción y participar en lecturas de guión. No sólo ha sido útil para planificar necesidades junto a producción, sino que también ha servido a dirección para tomar decisiones narrativas y creativas, tanto concretas como globales.»

Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?

«»Con la entrada de las plataformas ha habido un crecimiento de la producción, y para los que trabajamos en departamentos técnicos ha sido muy positivo, ya que tenemos más estabilidad al tener más ofertas de trabajo. Esto también nos permite desarrollar nuestro trabajo en mejores condiciones y así mejorar la calidad de las producciones, ya sea mejorando las herramientas de trabajo o las condiciones laborales.

Paralelamente, muchas productoras apuestan cada vez más por nuevas visiones y óperas primas de creadoras noveles, lo cual está generando una mayor pluralidad y diversificación en la industria. Dicho esto, queda por ver si se ofrecerá una continuidad y una dinámica de segundas oportunidades, al igual que habrá que ver si las plataformas son algo efímero o qué dirección acaban tomando con el tiempo.»

Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?

«Habitualmente, en el momento de ensamblar los equipos que conforman un proyecto, se busca a gente con una larga carrera que haya hecho proyectos similares. Si bien por una parte es lógico, estas inercias acostumbran a provocar que se piense poco en apostar por nuevos talentos, y que estos se encuentren con una falta de primeras oportunidades en la que demostrar su valía. Es un pez que se muerde la cola, ya que si no rompemos esta dinámica, estamos negando la posibilidad de que una nueva generación de creativos aporten diversidad a la industria, y le estamos negando a esta una fuerte continuidad.»

¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?

«Con la creación de Lima Limón Estudio hace tres años hemos podido crear un espacio creativo en el que asentar nuestra filosofía del trabajo de diseño de sonido desde lo artesanal y el oficio, y con ello he disfrutado del privilegio de trabajar con una variedad muy amplia de perfiles creativos. De hecho, actualmente me encuentro trabajando en un largometraje de ficción que me apasiona y en el que estoy teniendo el espacio para experimentar mucho con el sonido. Partiendo de este punto, mi próximo objetivo a medio plazo es hacer que mi equipo crezca con tal de poder consolidar y dar continuidad a este proyecto de estudio. Por otro lado, a nivel más personal, un sueño para mí sería poder realizar el diseño de sonido de una película de animación.»

Paula Pina Arrieta

Paula Pina Arrieta

Script

Tras graduarse en el Ciclo Superior de Realización de Proyectos Audiovisuales y Espectáculos en el Instituto RTVE, Paula Pina Arrieta comienza su carrera audiovisual en el departamento de dirección de la serie ‘Seis hermanas’ (Bambú Producciones). Se interesa por el papel de la script y realiza un curso intensivo con María Bardem en la ECAM. Tras unos meses como ayudante, empieza a desempeñarse como script en ‘Servir y proteger’ (Plano a Plano) donde firma más de 1.000 capítulos. Posteriormente ha trabajado en series como ‘Las noches de Tefía’ (Buendía Estudios), ‘Mía es la venganza’ (Alea Media) o ‘Cicatriz’ (Plano a Plano).

Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo

«Mi trabajo como script consiste en garantizar la continuidad narrativa y visual de un proyecto. En la preparación, ajusto una línea temporal narrativa partiendo del guión. Esto permite establecer unos días y horas de ficción que determinarán desde el efecto de luz de una secuencia, hasta qué hora refleja el reloj de un personaje o qué fecha aparece en un calendario. Después en rodaje, estoy pendiente de que cada elemento dentro de una secuencia coincida con las tomas anteriores, ya sean diálogos, posiciones de los actores, vestuario, iluminación o atrezzo. También registro las tomas realizadas apuntando las incidencias y las observaciones del director en cada una de ellas, para facilitar el trabajo de postproducción. Soy el enlace entre el director y el montador.»

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?

«Lo que más me gusta es ver la evolución del proyecto desde el principio y trabajar directamente con el director, es un aprendizaje continuo. También me gusta la conexión con otros departamentos. Coincides con personas de diferentes edades y ámbitos con las que luego te irás cruzando en otros proyectos. Lo que menos me gusta, quizá, es el ritmo intenso y las largas jornadas, aunque siempre compensa cuando trabajas en lo que te apasiona.»

Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?

«Creo que la industria audiovisual española sigue viviendo un momento de transformación y crecimiento. En ficción hay mucha producción y podría parecer que va muy bien, aunque la realidad es que la gestión de contenidos está limitada a unos pocos (plataformas y cadenas) que deciden qué es lo que se va a hacer y en la mayoría de los casos, pasa a ser patrimonio de estos pocos y no de las productoras que asumen el riesgo empresarial teniendo que adelantar la financiación de esos proyectos en muchas ocasiones.»

Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?

«Cambiaría la precariedad laboral que todavía afecta a muchos profesionales, sobre todo técnicos y actores. La industria necesita regular mejor los horarios, salarios y derechos de los trabajadores. Es complicado conciliar este trabajo con tu familia, círculo de amigos o cualquier actividad de ocio cuando estás rodando.»

¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?

«Además de mi trabajo como script, durante los últimos tres años he estado trabajando junto a Milena Suárez en la producción de ‘Marcela’, la primera obra de teatro dirigida por Leticia Dolera y protagonizada por Celia Freijeiro. Hace unos meses estrenamos en Madrid y estar planificando la gira para 2025 es un sueño.»

Raquel Iglesias González

Raquel Iglesias González

Vestuario

Raquel Iglesias González es diseñadora de moda, con formación en audiovisuales por la ECAM. Inició su carrera en pequeños teatros de Madrid, hasta que empezó a trabajar como auxiliar en series de televisión. Su experiencia abarca diferentes puestos dentro de departamentos de vestuario para producciones de cine y televisión como ‘Tiempos de guerra’, ‘Alta mar’, ‘El chiringuito de Pepe’ o ‘Josefín’. Además ha sido diseñadora de vestuario en producciones como el premiado cortometraje ‘Rabia’, ‘Nena’ y la película ‘Amigos hasta la muerte’. Recientemente ha sido jefa de vestuario de ‘Matices’, ficción original española de SkyShowtime.

Cuéntanos brevemente en qué consiste tu trabajo

«En vestuario nos encargamos de darle vida a los personajes a través de la ropa. Cada uno de nosotros o nosotras, como seres individuales, nos vestimos todos los días de una determinada manera, dependiendo nuestros gustos, poder adquisitivo, momento vital, etc. Para que una ficción sea creíble, necesitamos dotar a los personajes de esa acción y de esa vida.

Dentro del equipo hay diferentes puestos, en los que yo fluctúo. Cuando soy figurinista me dedico a definir el estilo y las prendas de cada personaje, es el puesto más creativo, aunque siempre debes tener en cuenta lo que el director o directora diga, así como a los actores y actrices. En mi último trabajo desempeñé el puesto de jefa de vestuario y mi trabajo consistía en ayudar a la figurinista a conseguir y definir lo que ella quería para los personajes, y sobre todo a organizar el equipo y logística con producción, para que ella pudiera estar más centrada en el diseño en sí.»

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?

Me encanta mi trabajo. El poder crear a personajes desde cero, dándoles una vida y una identidad a través del vestuario, es precioso y mágico. Pero para que eso pueda llegar a ocurrir, hay mucho trabajo en la puerta de atrás no tan agradable: la parte de la contabilidad del departamento creo que es una de las que más se alejan del mundo más creativo que todos nos imaginamos cuando entramos a trabajar en esto. Después también es muy duro la cantidad de horas de trabajo que requiere preparar todas las prendas, dejarlo todo siempre limpio, el orden y la organización. Detrás de cada prenda perfecta hay mucho trabajo a sus espaldas para que esté así.»

Bajo tu punto de vista, ¿cómo se encuentra la industria audiovisual española en este momento?

«Creo que hay muy buenos proyectos y grandísimos técnicos y técnicas en nuestro país. Estamos en un momento en que parece que el cliché del “cine español” se va desvaneciendo, con propuestas más diferentes y arriesgadas. Pero me sigue faltando mucho apoyo al talento “sin nombre” que tiene proyectos maravillosos pero que deben luchar durante años para que se les permita entrar a jugar.

Creo también que hay un problema grave con producir ficción como si fueran churros, sin cuidar al trabajo bien hecho, al equipo y al resultado final. He estado en proyectos preciosos que por culpa de los tiempos tan limitados tanto de preparación como de rodaje, y el escaso presupuesto, no han quedado bien.»

Si pudieras cambiar una sola cosa de nuestro sector, ¿qué sería?

Cambiaría bastantes, pero una de ellas sería el horario. Creo que a día de hoy es una de las cosas más duras de nuestra profesión. Las eternas jornadas de trabajo limitan tu vida personal, tu salud, y ya no hablemos de la conciliación familiar.

¿Tienes algún proyecto laboral que te apasione particularmente y quieras hacer realidad este año?

«Hay un par de proyectos de un amigo mío que tienen muy buena pinta y tengo ganas de que se puedan llevar a cabo. Pero como he dicho anteriormente, al no tener un nombre conocido, no es tan fácil conseguir toda la financiación para poder realizar el proyecto decentemente.»

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