El pasado 27 de noviembre el Secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle compareció en la comisión de cultura del Senado con el fin de explicar los presupuestos previstos para el próximo año. Al final de su intervención Lassalle comentó el año que viene esperaba un escenario presupuestario muy distinto para el sector cultural.
En su primera intervención expuso las cantidades que dispondrán cada una de las áreas dependientes de su secretaría, como es el caso del Audiovisual. “En materia de cine, el presupuesto de lnstituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales para 2014 será de 50.840.000 euros, lo que significa una disminución del 8,82%. La partida más significativa del presupuesto del ICAA es la destinada al Fondo de Protección a la Cinematografía, que mantiene una dotación de 33,70 millones de euros”, comentó Lassalle.
Posteriormente contestó a las distintas cuestiones realizadas por los senadores presentes en la comparencia. Así, respecto a la Ley de Propiedad Intelectual comentó: “espero que a más tardar, en enero, esté ya el texto aprobado y remitido a la Cámara; en estos momentos estamos pendientes del informe del Consejo de Estado”.
Quizá estas previsiones ahora no sean tan acertadas porque el Consejo de Estado ha dado un serio varapalo al Anteproyecto de Ley de Modificación del Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual. Entreo otreos asuntos, el informe del Consejo de Estado insta a reformar los artículos referentes a la compensación por Copia Privada y recomienda seguir las directrices de la Unión Europea, definiendo muy bien los límites de la copia privada. También pone en duda el que dicha compensación dependa de los presupuestos generales del Estado. El informe también indica que debería revisar la situación de las entidades de gestión y hace especial hincapié en un reordenamiento de las tarifas.
El Secretario de Estado de Cultura se preguntó en su intervención en la Cámara Alta cómo se pueden establecer prioridades entre diferentes áreas artísticas en un escenario de dificultades presupuestarias: “Ese es precisamente el quid de la cuestión, que, desgraciadamente, en un modelo como ha sido el nuestro, de política de sostenimiento de la actividad cultural de la Administración General del Estado alrededor del fomento y de la práctica de subvenciones, la capacidad de selección daña siempre a alguien porque el modelo, como me he encargado de repetir muchísimas veces y, por desgracia, sin demasiado éxito a la hora de hacerse eco en esa reflexión el planteamiento que yo he señalado, el modelo cultural de nuestro país ha sido un modelo extraordinariamente deudor de una estrategia de fomento basada en la subvención sin más. Además, hay que tener en cuenta que los ejes gravitacionales de buena parte de la actividad cultural de nuestro país, desde la Transición hasta ahora, de acuerdo con el desarrollo constitucional, se han basado fundamentalmente en las comunidades autónomas y en los ayuntamientos”.
“Esperemos que en un nuevo escenario a partir de la Ley de estabilidad presupuestaria y de las reformas a que dará pie precisamente el ejercicio de esa ley y esa exigencia de austeridad y de la nueva Ley de subvenciones, podamos ir redireccionando de alguna manera en un escenario de colaboración y cooperación institucional entre las tres administraciones, cosa que hasta el momento no se ha dado. Y las ineficiencias las hemos pagado todos”.
Lassalle expresó el convencimiento de que lo peor ha pasado y apostó por un escenario diferente a partir del próximo año: “Creo que todo el país está pasando un vía crucis, entre comillas, a la hora de mencionar cuál es la situación económica por la que hemos tenido que estar deambulando en los dos últimos años, y si nos retrotraemos en el periodo de la crisis a tres o cuatro años, evidentemente, es un ámbito en el que todos no nos podemos sentir satisfechos de cómo han evolucionado los acontecimientos. Ahora, sí, porque la situación parece comenzar a encauzarse. En ese marco de encauzamiento es en el que a mí me gustaría que nos planteáramos la reflexión final de en qué ha mejorado realmente la política cultural de este país, pero al término de la legislatura, porque no parece correcto tener que enjuiciar estrictamente cómo hemos sido capaces de gestionar probablemente uno de los peores momentos presupuestarios y fiscales que ha vivido nuestro país en el ámbito cultural, pero también en otros ámbitos. Esperemos al término de la legislatura y, entonces, podremos hacer el balance correcto de cuál ha sido realmente la situación».
«En el ámbito de la Administración General del Estado y en el ámbito, por tanto, de la política pública de promoción de la cultura que depende de esta secretaría de Estado, no se ha producido un colapso institucional, cosa que desgraciadamente ha pasado en algunas comunidades autónomas y en muchos ayuntamientos en el área de la cultura. Afortunadamente, no se ha cerrado la actividad cultural de este país en el área de dependencia de esta secretaría de Estado, no se ha cerrado ninguna actividad. Los grandes museos han seguido manteniendo una programación de calidad; el centro nacional de danza, el centro nacional de teatro han seguido desarrollando actividades y alcanzando evidentemente escenarios de gran calidad con menos presupuesto, y eso es producto fundamentalmente del aplauso a los profesionales del mundo de la cultura. Espero que el año que viene el escenario presupuestario sea muy distinto y, entonces, espero que se juzgue precisamente la labor de la política cultural de una manera muy distinta a cómo se ha juzgado hasta el momento”, concluyó
