El Festival de Giffoni (Italia) acogerá la premiere mundial de ‘L’edat imminent’, ópera prima del Col·lectiu Vigília formado por Laura Corominas Espelt, Laura Serra Solé, Clara Serrano Llorens, Gerard Simó Gimeno, Ariadna Ulldemolins Abad y Pau Vall Capdet.
La película está protagonizada por los debutantes Miquel Mas Martínez y Antonia Fernández Mir y se estrenará este julio, dentro de la sección Generation +16!, en el Festival de Giffoni, uno de los certámenes de cine infantil y juvenil más influyentes del mundo.
Tal como explican las creadoras: «‘L’edat imminent’ es una carta a nuestros progenitores, abuelos y abuelas, cuidadores y cuidadoras. Una historia sobre cuidar a los que siempre han cuidado, desde nuestro punto de vista joven. Un coming-of-age centrado en dos momentos vitales que chocan al mismo tiempo: la necesidad de independencia y autodescubrimiento de Bruno, y las crecientes atenciones de Nati. Una situación que hemos vivido con nuestros abuelos de primera mano. Con ‘L’edat imminent’, exploramos cómo el amor y el desgaste coexisten en las relaciones de familia y cómo, a veces, amar también significa aprender a dejar ir.»
El proyecto fue seleccionado en la Residencia de Escritura de Guiones Faberllull 2022 (con el apoyo de la Academia del Cine Catalán), en el WIP CE U SOON del Mia Market 2023 (Roma), y en el WIP del Festival de Málaga, donde fue galardonado con tres premios, entre ellos el Premio Málaga WIP España 2023.
‘L’edat imminent’ es el debut en el largometraje del Col·lectiu Vigília, colectivo que se conoció en el Grado en Comunicación Audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra
(Barcelona). La película está dirigida por Clara Serrano y Gerard Simó, producida por Ringo Media y cuenta con el apoyo del ICEC, Verkami, la Fundación Víctor Grífols i Lucas, Ecosistema ARSENAL ENTER de la Universidad Pompeu Fabra, DAMA, el Instituto Ramon Llull y el Ayuntamiento de Sant Martí de Centelles. Las ventas internacionales corren a cargo de Outplay Films (Francia).
Sinopsis
La vida de Bruno (18) se ve cada vez más limitada por la creciente dependencia de su abuela Natividad (86), la única familia que el joven ha conocido. Cuando surge la oportunidad de llevarla a una residencia geriátrica, ambos tendrán que lidiar con una
decisión que no se habían permitido formular.