‘La Lapidation de Saint Étienne’ es el segundo largometraje de Pere Vilà Barcelò. Esta coproducción hispano-francesa está protagonizada por el veterano Lou Castel (‘El Amigo Americano’, ‘Il Pugni in Tasca’), que encarna con una admirable emotividad a un anciano solitario. Producida por Lluis Miñarro (Eddie Saeta), DDM Visual y L’âge d’or (Francia), ‘La Lapidation de Saint Étienne’ recibió el Premio FIPRESCI en la pasada Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI) y el Grand Prix en Katowice (Polonia) además de participar en Karlovy Vary, BFI Londres, Montreal y el Festival de Cinema D’Autor de Barcelona. La película cuenta con la colaboración de TV3, ICAA, ICEC y la Region Provence – Côte d´Azur. Miñarro es uno de los cineastas independientes más entusiastas, audaces y realistas, con los pies en el suelo, del panorama cinematográfico español.
Recientemente acaba de rodar su primer título de ficción como director (‘Estrella fugaz’) y mientras sigue apostando por nuevos valores del cine español como Pere Vilà. El máximo responsable de Eddie Saeta ha concedido una entrevista a Audiovisual451 con motivo del estreno de ‘La Lapidation de Saint Étienne’, una película que golpea en las entrañas del espectador, que se estrena el 21 de junio de la mano de Splendor Films en cinco ciudades españolas.
Audiovisual451: ¿Cómo llega Lluis Miñarro a un proyecto como ‘La Lapidation de Saint Étienne’?
L.M: “Una de las razones que me sedujeron era ayudar a un nuevo realizador como Pere Vilà Barcelò a sacar adelante su segundo largometraje. Me había gustado su primera película ‘Paso a nivel’, que tuvo una buena salida en el circuito de festivales pero prácticamente no se estrenó comercialmente. Nuestra intención con su segunda obra era conseguir una película mucho más robusta porque creo mucho en sus cualidades como cineasta. Vilà es alumno de Joaquín Jordá, por lo que es un director exigente, sin concesiones, su cine que va directo al grano. Me interesó mucho el guión, creía que trataba temas de actualidad, como los ancianos que morían solos en sus casas, abandonados. También todo lo relacionado con la cuestión inmobiliaria y la problemática de los desahucios que ya hemos visto hasta donde nos ha llevado. Nos parecieron temas de denuncia oportunos para llevar a cabo la película”
AV451: ¿Cómo se levanta toda la financiación de la película en un momento que ya empezaba a ser complicado?
L.M: “Comenzamos a mover el proyecto para poder financiarlo. Hablé con un coproductor francés de la compañía L’âge d’or, que consiguió una ayuda de la Region Provence – Côte d´Azur, donde se rodaron algunas secuencias de la película. La otra parte la movilicé yo a través de la Televisión de Cataluña y poco más. También recibimos una ayuda del ICAA y otra de la Generalitat. El director, que vive en Gerona, por su parte consiguió una pequeña ayuda de la Diputación de Gerona y el Ayuntamiento de la ciudad. Desde el principio estaba claro que teníamos que contar con un actor como Lou Castel, con una fisonomía muy particular, casi en el tránsito del ‘Síndrome de Diógenes’ y todo un referente en el cine de autor europeo».
AV451. ¿Cómo fue el rodaje?
L.M: “Rodamos durante tres semanas en Gerona, curiosamente en la parte alta del cine Truffaut de la localidad, donde recreamos los decorados”.
AV451: ¿El proyecto nace en francés quizá para tener una mejor distribución internacional?
L.M: “La razón de que se rodase en francés fue simplemente el actor protagonista. El director quería a toda costa que fuera Lou Castel. También podíamos haberla hecho en italiano, pero pensamos que tenía mucho más sentido en francés. Castel es un personaje muy curioso, nació en Bogotá de padres suecos, su pasaporte creo que es sueco, pero ahora vive en Francia y trabajó durante muchos años en Italia. Honestamente este fue el único condicionante, no tuvimos en consideración rodar en francés para buscar otros objetivos. Sabemos que una película independiente española aunque se haga en francés, en castellano, en catalán o en el idioma que quieras tiene muy mala salida. El cine de independiente español de autores consagrados como pueden ser José Luis Guerín, Víctor Erice, Isaki Lacuesta o Albert Serra, por poner solo algunos ejemplos, tiene una salida quizá más sencilla pero otros realizadores más jóvenes como José María de Orbe (‘Aita’) o Daniel V. Villamediana (‘El brau blau’), lo tienen mucho más difícil. Es complicado que te hagan caso o conseguir un vendedor internacional con este tipo de obras, al final tenemos que hacerlo nosotros mismos desde nuestra oficina. Una de las opciones es presentar estas producciones en festivales internacionales de cine, donde tienen muy buena acogida y aunque es un circuito que no computa a nivel oficial, nos sirve como plataforma para que llegue al público. Y no se puede despreciar porque yo tengo películas que en estos festivales han sido vistas por 100.000 espectadores”.
AV451: Para producir este tipo de cine el presupuesto tiene que estar muy medido…
L.M: “Claro. Esta película es de bajo presupuesto, está en torno a los 400.000 euros. La media del cine español estará ahora en torno al millón de euros, habrá película de 120.000 euros, de tres millones e incluso alguna de 7 millones, pero la media con una producción anual de unos 140 títulos, que posiblemente no vuelva a darse, estaría en torno al millón de euros”.
AV451: ¿Cómo se recupera la inversión?
L.M: “Yo tengo un sistema basado en intentar recuperar la inversión a tres años vista. Si no lo hago así es una pérdida segura. ¿Cómo se consigue esto?, en este caso en concreto Televisión de Cataluña compró la película, no le interesó a Televisión Española y fue una lástima, porque creo que la película podría haber tenido una promoción más robusta y haber conseguido mejores salas de cine para su estreno. Si en una película como esta no cuentas con una televisión, entonces no tienes los recursos para poderla publicitarla bien y darle una mejor salida en cine. Sin estos recursos la película se estrella en España. Además de la Televisión de Cataluña, donde la verán 50.000 ó 70.000 espectadores, contamos con dos ayudas oficiales una del Ministerio de Cultura y otra de la Generalitat de Cataluña y además de todo esto también está la inversión del productor que es la que tengo que recuperar. Las ayudas representan a lo mejor que el 70 por ciento de la inversión en la película esté pre-pagada, por lo que me quedaría un 30 por ciento de riesgo. Este 30 por ciento intento recuperarlo con la participación en festivales internacionales como Montreal, Polonia…, en los que solicito lo que se llama un ‘screening fee’, unos honorarios muy bajos por la exhibición de la película en el certamen. Este ‘screening fee’ puede rondar entre los 600 ó 1.000 euros. Es una manera de ir sumando pequeñas cantidades. También espero conseguir un pequeño rendimiento de la edición en DVD. No espero nada de la explotación de salas cinematográficas en España”.
AV451: ¿Con cuántas copias se estrena ‘La Lapidation de Saint Étienne’ en España?
L.M: “Salimos con 7 copias en cinco ciudades: Madrid, Barcelona, Gerona, Lérida y Valladolid. En Barcelona es donde está mejor posicionada, donde he conseguido las mejores salas. En Madrid se estrena en dos salas pero solo un único pase en cada una”.
AV451: ¿Es la coproducción internacional una de las pocas alternativas que le queda al cine español?
L.M: “Para este tipo de cine de autor independiente sin duda la única salida es coproducir con otros países. Otra opción es hacer películas muy personales como es el caso de la última que he producido titulada la ‘Jungla interior’, de Juan Barrero, que todavía no se ha estrenado. Se trata de una película sobre sí mismo, la actriz es su compañera y la película está hecha casi de forma doméstica, por decirlo de algún modo, por lo que su coste es muy reducido. Este tipo de películas siempre se van a poder hacer. Son películas que a lo mejor no llegan a las salas de cine tradicionales, pero se verán por otros canales como Internet, festivales, cineclubs… La tecnología permite ahora hacer este tipo de filmes de muy bajo coste, pero la realidad es que con este tipo de productos no generamos una industria. En mi opinión, desde la propia Administración se ha perdido la idea de que el cine es parte del imaginario colectivo de la sociedad, de nuestra cultura. Poco importa, los que tienen que decidir sobre estas cuestiones piensan que el cine es un entretenimiento y como tal ya está el cine norteamericano, con esto ya nos va bien. Esta es mi manera de ver las cosas, no hay una apuesta por defender, simplemente, al menos lo que ya teníamos. Al contrario parece que se quiere acabar con lo que ya teníamos. Esta es la situación actual, nada dura eternamente y posiblemente será reversible”.
AV451: ¿Está previsto el estreno de ‘La Lapidation de Saint Étienne’ en Francia?
L.M: “Sí. Tenemos un acuerdo con una distribuidora francesa pero ahora hay un problema porque la pequeña productora francesa que intervino en la película ha desaparecido. Nos encontramos con un contencioso sobre los derechos, no se sabe muy bien quién es dueño del negativo en Francia, pero esperamos solventarlo rápido. Como verás la cosa también está difícil en otros mercados. En un país como Francia con una sólida tradición de apoyo al cine también pasa factura la crisis. La productora L’âge d’or de Marsella cerró y ahora hay que clarificar quien tiene los derechos de la película, pero creo que todo quedará arreglado este mismo año. A nivel internacional la película se ha podido ver en Polonia en el Festival de Katowice, donde recibió el gran premio, también el Festival de Londres, del British Film Institute, también en Montreal, en Karlovy Vary en la República Checa… Ha recorrido circuitos alternativos, no se ha estrenado como la película ‘Amor’, de Michael Haneke, que trata el mismo tema. De hecho, rodamos prácticamente al mismo tiempo que Haneke, exploramos una temática similar aunque nuestra visión es más dura”.
AV451: Tengo la sensación que lo que realmente le preocupa es que la película se vea, sea donde sea e independientemente del retorno económico ¿no es así?
L.M: “Si pretendiera con este tipo de películas ganar dinero, obtener una rentabilidad económica, estaría loco y me habría estrellado en la segunda película. Mi énfasis es que en primer lugar estas películas existan y después que se conozcan, porque creo que tienen un mensaje social que dar. Para que se conozcan, desgraciadamente, tengo que ir por circuitos alternativos, elitistas si tú quieres, como son los festivales, cineclubs… Si además tengo la suerte de contar con una televisión pública, mucho mejor para que el mensaje llegue a más gente. Con esto me doy por satisfecho”.
Av451: Recientemente se ha lanzado a la dirección de una película de ficción ¿cómo se lleva eso de dirigir y producir un filme?
L.M: “La película estará en 2014, se titula ‘Estrella fugaz’, sobre el reinado de Amadeo de Saboya, está protagonizada por Álex Brendemühl, Bárbara Lennie, Lola Dueñas, Alex Batllori, Francesc Garrido y el actor italiano Lorenzo Balducci. Acabo de rodarla y ahora tengo que montarla y realizar la postproducción. En este caso la conciliación entre productor y director ha sido muy sencilla (ríe), porque soy yo mismo. He trabajado con un equipo más reducido que cuando trabajo como productor para otros. El rodaje se ha llevado a cabo en tres semanas, de lunes a sábado a mediodía, solo dos días con horas extra y la verdad es que todo ha ido muy bien, quizá me ha servido la experiencia de 30 títulos producidos anteriormente. Todo lo que alguien hace en favor al cine es positivo. Lo que tú haces es positivo porque nos ayuda a divulgarlo, lo que hace un exhibidor que programa la película, el que produce, el que dirige… Al final una película es un ente autónomo en sí mismo, como decía Tarkovski, porque en él están la energía del productor, del director, de los actores… pero es una creación a parte que tiene su propia existencia y deja de ser algo tuyo. Ahora tengo que seguir buscando financiación para llevar la película a buen término. Me gustaría encontrar algún coproductor y creo que será más fácil fuera de España que aquí”.
Av451: ¿Qué ritmo de producción ha llevado en los últimos años?
L.M: “Hasta el año 2012 solía estar involucrado en cuatro películas anualmente, era lo máximo que podía asumir. Alguna de estas películas era española como ‘La mosquitera’ o ‘Aita’, y otras en coproducción como ‘Finis terrae’ o ‘Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas’, ganadora de la Palma de Oro de Cannes. A partir de 2012 solo estoy en una película al año, espero poder seguir al menos en una película al año, en coproducción o como único productor. El panorama es aterrador, yo no soy una persona pesimista, pero si en todas partes te cierran las puertas va ser muy difícil tener una continuidad. Tampoco quisiera irme de este país, porque si estoy aquí es por algo, es mi país, y la gracia es poder seguir haciendo esto desde casa, no irme a Francia a hacer esto, no tiene sentido, ya hay 40 que lo hacen. Si me empujan a que me vaya a Francia, a México o a Argentina, me iré, lo que tengo claro es que voy a seguir produciendo cine aunque sea sacando dinero debajo de las piedras, ese es el objetivo. Elías Querejeta, que nos ha abandonado hace poco, decía hace bastantes años que hacía cine porque creía que en España había al menos un millón de espectadores que les podía interesar. Ahora hay como máximo 100.000 espectadores que les puede interesar este tipo de cine. Hemos retrocedido 10 veces en la cultura en general, esta es la tragedia”.