Un total de 13 expertos han pasado hasta la fecha por el Master Europeo en Gestión Audiovisual (Mega), que está teniendo lugar en Ronda. Tal vez no todos estén de acuerdo sobre el impacto de las nuevas tecnologías, sobre el famoso tema de la excepción cultural, ni sobre el futuro del cine. Pero si hay algo sobre lo que todo el mundo está de acuerdo es en que quien quiera sobrevivir en el negocio audiovisual necesita antes que nada tres cosas: información, planificación y contactos.
Conocer el mercado y a la competencia, saber lo que el público está consumiendo y la forma como lo consume es lo primero que debe hacer un productor: leer la prensa especializada, como aconseja Bernie Stampfer, consultar las estadísticas como las que maneja Richard Cooper, de Screen Digest, o estar al día del marco legal de tu país y de los países con los que coproduces que pueda afectar a la financiación de las películas, tema tratado por Marco Pugini. Tener información correcta y saber analizarla permite aprovechar las oportunidades del presente, y prepararse para el futuro.
La planificación empieza en el mismo momento en que lees una sinopsis de dos páginas y debes hacerte a la idea de cómo será la película: su presupuesto, su mercado, sus beneficios potenciales, antes de fijar un precio para el guión. No hacer estos cálculos y ofrecer un precio inadecuado puede ser el primer paso hacia la bancarrota, como advierte Laurence Clerc, productora de la última Palma de Oro en Cannes. Para el banquero Christophe Vidal, la planificación tiene que ver con asegurar la supervivencia de la empresa en cada proyecto producido: como no sabes cuándo producirás la próxima, más vale incluir tus gastos generales en el presupuesto de esta película que sí estás consiguiendo financiar. Según Bernie Stampfer, los productores primerizos están obsesionados con levantar un proyecto que olvidan que no sirve de mucho si no te sirve para seguir en el negocio. Mia Bays, responsable de películas de micro-presupuesto, también insiste en que no sólo hay que pensar proyecto a proyecto, sino también establecer contactos duraderos.
Tener contactos no significa ser el sobrino de alguien importante, sino ser capaz de establecer relaciones productivas con tu público, con tus socios, con tu equipo y con tus financieros. El experto transmedia Robert Pratten habla de cómo las nuevas tecnologías permiten ahora un contacto directo con tu público potencial, una interacción que, como dice el periodista y consultor Michael Gubbins, puede y debe darse antes incluso de que exista la película. La industria audiovisual depende del trabajo en equipo, y, como asegura Christine Camdessus, nominada al Oscar a Mejor Documental, “es imprescindible que la gente con la que trabajas confíe en que eres capaz de transformar esa idea, esa promesa que les haces, en una película que estará a la altura de las expectativas».
¿Basta entonces con información, planificación y contactos para ser productor de cine? Los expertos añaden una cosa más, que algunos llaman “pasión”, otros “instinto”, otros “inconsciencia” y otros “fe”. Porque, dicen, siempre los éxitos clamorosos son inesperados; porque es difícil ganar dinero; porque es una industria que no puede producir en serie ni encontrar “la fórmula mágica” y porque, como dice Michael Gubbins, “querer hacer películas muestra el triunfo de la esperanza sobre la experiencia”.