Los 39º Premios Goya dejan un palmarés técnico muy repartido y cargado de talentos emergentes

Si por algo será recordada esta edición granadina de los Premios Goya, es por la sorpresa final que llevó a ‘El 47’ y ‘La infiltrada’ a alzarse con el Premio a la Mejor Película ex-aequo, un hecho inédito en los 39 años de historia de los galardones del cine español. Pero lo cierto es que este símbolo del éxito compartido solo vino a confirmar la tendencia imperante durante toda la gala, que arrojó un palmarés muy repartido, sin victorias rotundas y repleto de nuevos nombres, sobre todo en las categorías técnicas.

De los 39º Premios Goya se desprende una cierta renovación profesional dentro del audiovisual nacional. Mientras que el thriller de Arantxa Echevarría sobre la única policía que logró infiltrarse en la banda terrorista ETA se fue de vacío en dichos apartados, el filme de Marcel Barrena sobre la lucha vecinal del barrio barcelonés de Torre Baró sí que logró salir reforzado de la pugna. Y es que, al principio de la noche, ‘El 47’ se hizo con el Goya a los Mejores Efectos Especiales para Laura Canals, Lluis Rivera e Iván López, en representación de las compañías In Extremis y Telson (Grup Mediapro), respectivamente.

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Lluis Rivera, Laura Canals e Iván López, Goya a los Mejores Efectos Especiales por ‘El 47’.

«Lo más difícil, para mí, fue la reconstrucción de esa Barcelona que recorre el autobús de la película», aseguró Iván López, en declaraciones a Audiovisual451, tras recoger su estatuilla. «El ensanche ha cambiado mucho, por lo que tuvimos que retocar muchas fachadas y eliminar coches de las calles, pero, además, el esfuerzo se multiplicó por dos, ya que la historia transcurre, primero, en los años 50, y luego, en los 70. También fue muy compleja la secuencia del incendio, que se rodó, cámara en mano, en un parque natural en el que está prohibido hacer fuego, y con muchos actores moviéndose.»

«El sistema para hacer avanzar este autobús fue todo un reto. Los diálogos se tenían que rodar dentro mientras Eduard conducía, pero no conducía realmente, solo le faltaba, con el extraordinario papel que hace», añadieron Lluis Rivera y Laura Canals, por parte de la compañía In Extremis, entre cuyos próximos trabajos figuran la segunda temporada de ‘Los Farad’ o ‘Rabalear’, serie creada por Pol Rodríguez y codirigida por Isaki Lacuesta.

Un poco más tarde, ‘El 47’ cosecharía su segundo premio técnico, el Goya a la Mejor Dirección de Producción, que recayó en Carlos Apolinario: «El objetivo era que la película resultase creíble y creo que lo hemos conseguido. No es nada fácil trabajar con un autobús de los años 70, de doble fuelle y con 22 metros de largo, en plena Barcelona, y teniendo que cerrar la Plaza de Cataluña de madrugada para rodar.»

El director de producción, que forma parte del equipo de ‘Su majestad’, la serie de Borja Cobeaga para cuyo estreno faltan apenas unas semanas, apuntó: «A todas las complicaciones propias de una película de época, o mejor dicho, de épocas, porque recreamos dos momentos diferentes, hay que añadir la logística del autobús. Y es que, cuando cuentas con un presupuesto ajustado, pues todo es más difícil, pero para eso estamos los directores de producción, para solucionar todos estos problemas con nuestra creatividad, y este trabajo, muchas veces, es algo que no se percibe».

Dos premios por cabeza y nuevos nombres

‘La habitación de al lado’, la cinta número 23 de Pedro Almodóvar, también recibió su recompensa en las categorías técnicas, llevándose otros dos cabezones a casa. El primero de ellos, el Goya a la Mejor Dirección de Fotografía, fue a parar a Edu Grau por el que es su primer trabajo con el director manchego, mientras que el Goya a la Mejor Música Original reconoció, por duodécima vez, la labor de Alberto Iglesias, compositor habitual de Almodóvar y la persona que más premios de la Academia de Cine acumula.

«Estar a la altura de lo que una película de Almodóvar requiere ha sido un desafío. Por el cine de Pedro, han pasado muchos de los grandes directores de fotografía de este país, y precisamente, lo que yo he querido hacer en ‘La habitación de al lado’ es inspirarme en esa potencia visual para rendir homenaje a las películas de este genio. Incomprensiblemente, ninguno de sus anteriores directores de fotografía había ganado un Goya, así que este reconocimiento es para todos ellos», confesó a Audiovisual451 Edu Grau, nominado en su día al Goya por ‘Buried’ y ‘Quién te cantará’.

«‘La habitación de al lado’ es una película muy profunda, quizás, las más espiritual de Almodóvar«, afirmó Alberto Iglesias, que ha estado nominado al Goya en nada menos que 19 ocasiones. «El territorio de la amistad y la valentía, que es de lo que trata esta película, es el territorio de la música. Y, además, el cine de Pedro es muy fluido, lo cual me ayuda mucho en mi trabajo. La música es un milagro que no sabemos por qué nos produce lo que nos produce, y es clave para que el cine nos llegue de esta manera.»

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Edu Grau, Goya a la Mejor Fotografía por ‘La habitación de al lado’.

En una noche en la que la música fue protagonista, en lo que respecta tanto al desarrollo de la gala como a la temática de las producciones nominadas, ‘Segundo premio’, el largometraje sobre la banda granadina Los Planetas que codirigen Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez, logró hacerse, a su vez, con parte del pastel técnico. Así, Diana Sagrista, Eva Valiño, Alejandro Castillo y Antonin Dalmasso recibieron el Goya al Mejor Sonido, antes de que Javi Frutos se hiciera con el galardón al Mejor Montaje.

«Compaginar la música en directo de la película con todos los diálogos ha sido un reto enorme, como también lo ha sido conseguir que estos actores sonasen como el mítico grupo Los Planetas, y queremos recordar a nuestro compañero Jaime Beltrán, que hoy no está aquí. Pero lo que está claro es que, si los actores no hubieran generado esa música tan maravillosa, nosotros no habríamos podido hacer un trabajo así», comentó la sonidista Diana Sagrista, que ya está preparando un nuevo documental junto a Isaki Lacuesta, así como la próxima película de Alexis Morante (que recintemenete estrenó ‘¿Es el enemigo? La película de Gila’), en declaraciones a Audiovisual451.

«No es un musical, en el sentido tradicional, pero sí es una película musical. Los actores cantan como hablan, y creo que ahí reside buena parte de la belleza de esta película«, añadió Eva Valiño, ganadora del Goya en 2004 por ‘Te doy mis ojos’, entre cuyos futuros trabajos figura ‘Oh, Nora’, debut en la dirección de la actriz Aina Clotet.

«La música en directo es algo primordial en esta película, ya que contribuye a crear una atmósfera inmersiva, y eso lo complica todo», reveló el montador Javi Frutos, cuyo trabajo en ‘Segundo premio’ ha sido reconocido también en el Festival de Málaga, y que ya está trabajando en la próxima serie de Diego San José. «Pero, si hubo una dificultad, fue que los problemas, a nivel de producción, se fueron acumulando. Yo tengo una relación de amor-odio con esta película, porque tuvimos que darle muchas vueltas, pero, al final, nos dimos cuenta de que hacía falta. Se suele decir que el guion se reescribió dos veces, pero yo diría que fueron tres, dos en rodaje y otra en montaje

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Javi Frutos, Goya al Mejor Montaje por ‘Segundo premio’.
Otros premios

Finalmente, ‘La virgen roja’, la trágica historia de Hildegart Rodríguez contada por Paula Ortiz, recabó el Goya a la Mejor Dirección de Arte para Javier Alvariño, así como el trofeo al Mejor Diseño de Vestuario, para Arantxa Ezquerro. «Lo que quería era conseguir que una película tan de época como esta destacase por algo más que ser una película de época. El universo de elementos de una película de época está fuera de lo habitual, por lo que el reto era dotar a la historia de un concepto y una personalidad propias, más allá de recrearse en la época. Y Paula Ortiz tiene un gusto estético exquisito, así que eso me facilitó mucho las cosas», contó Alvariño a Audiovisual451.

El cuadro final de ganadores se vio completado por los nombres de Karmele Soler, Sergio Pérez Berbel y Nacho Díaz, ganadores del Goya al Mejor Maquillaje y Peluquería por ‘Marco’, una historia real dirigida por Aitor Arregi y Jon Garaño. Entonces, pocos en Granada se atrevían a predecir que el reparto salomónico que se había aplicado sobre los apartados técnicos se extendería a las categorías artísticas. Pero, el germen de ese doble Goya a la Mejor Película, el gran clímax de la noche, ya se había sembrado.

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