El sábado 5 de marzo concluían en Salamanca las Nuevas Conversaciones de cine español, el intento de Fundación SGAE, bajo la coordinación del director y guionista Luis María Ferrández, de retomar la esencia del encuentro clave celebrado en la misma ciudad en el año 1955, en definitiva, dar un golpe de timón al cine español actual.
Para el coordinador de las jornadas, los tres días de conferencias y debate de Salamanca «han hecho historia». Ahora solo queda que el documento de conclusiones preliminares cristalice y promueva un cambio real en el cine español actual no tanto a nivel narrativo y creativo como en el ámbito normativo e institucional. La última jornada de las Nuevas Conversaciones de Salamanca comenzó con la última conferencia de las seis programadas que en este caso cuestionaba el camino hacia un nuevo cine español, un prólogo perfecto a la lectura final del borrador de conclusiones que se pulirá los próximos días.
Luis María Ferrández, como participante en esta última mesa redonda, recordó que habían asistido a los encuentros de Salamanca más de un centenar de personas acreditadas: productores, directores, músicos, guionistas, técnicos cinematográficos, distribuidores, actores, periodistas, profesores, estudiantes… El coordinador de las Conversaciones se reafirmó en su idea de impulsar un “nuevo cine español”, pero hizo algunas puntualizaciones necesarias para llevarlo a cabo: “No podemos tratar a los espectadores como clientes, debemos verlos como socios, volver a conectar con el público, y creo que es necesaria la puesta en marcha de un nuevo centro nacional de cinematografía que aglutine a todo el sector. Ferrández fue crítico también con la estructura institucional actual y la falta de inacción de gran parte del sector: “Un país que comparte la Cultura con Educación y Deporte es un país que no puede progresar. No debemos estar en la queja perpetua, debemos preguntarnos qué podemos hacer nosotros y no esperar que el Estado lo solucione todo”.
Por su parte, el director Pau Teixidor no cree en un nuevo cine español: “llevo mucho años oyendo esto pero nadie me lo sabe explicar, quizá tampoco sea necesario. ¿Qué tiene que ver ‘Ocho apellidos vascos’ con ‘Magical Girl’? nada y no creo que sea malo”, apuntó. Para el productor Kiko Martínez la clave está en una falta de modelo para producir cine: “En producción es imposible tener una voz única en España, ahora la cuestión política deriva en una falta de dinero y con 30 millones de euros es imposible hacer cine”.
El guionista de ‘Ocho apellidos vascos’ cree también que el concepto de ‘nuevo cine español’ está muy difuminado: “solo hacemos películas, nada más. Nadie quiere producir historias, quiere producir a directores. Las televisiones están obligadas a producir cine y esto condiciona todo, pero no creo que las televisiones sean los villanos. Lo que más me preocupa es que las películas las hacemos siempre los mismos, no se da oportunidades a nuevos talentos, el nuevo cine españolo está en manos de esta gente que no tiene oportunidades. Nos estamos perdiendo sus películas”.
El director Julio Diamante, que ya estuvo presente en las Conversaciones del año 1955, cerró el ciclo de conferencias de este año con su opinión sobre los dos momentos que le ha tocado vivir. Para Diamante, “al cine español actual le falta una dosis de transgresión y carece de una preocupación política que sí había en 1955”. El veterano director sentenció que la legendaria frase Juan Antonio Bardem de Entonces: “El cine español es Políticamente ineficaz. Socialmente falso. Intelectualmente ínfimo. Estéticamente nulo e Industrialmente raquítico”, sigue aún vigente y advirtió que tras las Conversaciones celebradas en el año 55 se celebró un Congreso de cine español que dio lugar a unas conclusiones que no sirvieron para nada.
Las Nuevas Conversaciones de cine español de Salamanca concluyeron con la lectura del borrador de conclusiones, que se completarán y se redactarán de una forma más adecuada durante los próximos días. Hasta que esto ocurra, a continuación recogemos el texto preliminar leído por Juan María Ferrández:
- Compromiso por parte de las administraciones públicas y por parte de los políticos que las regentan para que el cine sea una cuestión de estado.
- Las políticas públicas cinematográficas deben asegurar la diversidad de las expresiones artísticas y la ausencia de dependencia de los grandes grupos televisivos. Es necesario un cambio de paradigma en el apoyo estatal, buscando una independencia que haga flexible el apoyo al modelo de cine en el que todos coincidimos.
- La educación es un pilar fundamental para que el público cinematográfico respete y disfrute nuestro cine.
- Necesitamos una industria que fomente la diversidad en todos los sentidos, tanto de contenidos, como de presupuestos, de formato y género.
Tras la lectura de conclusiones preliminares se llevó a cabo un animado debate para tratar de pulir el tono del documento que en opinión de los presentes debía mantener el equilibrio entre la reivindicación y la firmeza, pero sin caer nunca en un tono plañidero. También se enumeraron algunas conclusiones que debían incluirse en el documento final, como la creación de una Agencia Estatal del Audiovisual, y se realizaron ciertas matizaciones en la redacción del texto.