“Una mala noticia para el sector del cine”. Así han definido las salas de cine valencianas la decisión de la consejería de Sanitat de endurecer las restricciones sanitarias en Navidad tras una reunión mantenida el pasado 10 de diciembre con la Secretaría Autonómica de Salud Pública de la Conselleria, en la cual desde el departamento se reafirmaron en la reducción de los aforos y se comprometieron a hacer una consulta a los técnicos para intentar mantener las limitaciones anteriores a la Orden de 6 de noviembre, es decir, que se permita comer y beber en salas de cine.
En ese sentido, se comunicó a la Secretaría Autonómica de Salud Pública que los responsables de las salas esperaban ver suprimida esta restricción porque representa un agravio comparativo con otros sectores.
Según un comunicado de FECE, cuando los cines se vieron obligados a limitar aún más su capacidad y a prescindir de la venta de dulces, palomitas y refrescos, acataron la resolución consciente de que la prioridad era controlar la segunda ola de la pandemia. Pero ahora ya no comparten del mismo modo la postura de la administración: “Han pasado seis meses desde la reapertura y no ha habido ni un solo brote en salas”, señalan desde la Federación de Cines de España. “Se ha demostrado que esta actividad no supone un foco de contagios. Además, el consumo de comida y bebida es inherente a la experiencia del cine, en especial para el público familiar mayoritario durante las vacaciones de Navidad, con lo que estamos perdiendo parte de esa experiencia”.
Durante el encuentro, los cines reiteraron que “la seguridad de clientes y empleados es la absoluta prioridad”, y que disponen de un protocolo especial que ha sido revisado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) y que incluso el Ministerio de Cultura ha destacado en su web como guía de buenas prácticas. Entre las medidas higiénicas y de seguridad garantizadas se encuentran el sistema de ventilación que renuevan el aire, la limpieza y desinfección especial y más profunda, la formación del personal para gestionar los protocolos, la distancia social en el interior de los recintos con horarios escalonados y nuevos flujos de colas, compras mediante sistemas digitales, mamparas de separación en taquillas e hidrogeles a disposición de los clientes.
Las fiestas navideñas se habían convertido en la última baza de los cines para salvar un año catastrófico debido a la pandemia. Las perspectivas eran más que positivas, con estrenos de indudable atractivo familiar como ‘Wonder Woman 1984’, ‘Los Croods 2’ o ‘En guerra con mi abuelo’, pero las reticencias de Conselleria han supuesto un jarro de agua de fría para uno de los sectores más afectados por la crisis. “Existe un riesgo de cierre total en varios cines de la comunidad debido a las actuales restricciones. La prohibición de comer y beber en las salas provoca una caída de visitantes porque se les priva de una parte de la experiencia. Nos sentimos discriminados porque en otros sectores sí se permite comer y beber”.
Ante la urgencia y la gravedad de la situación en la que se encuentran las salas de cine, la Federación de Cines de España, que engloba a todos los cines de la Comunidad Valenciana, ha presentado un recurso ante la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, para intentar obtener medidas cautelares, mientras los técnicos toman las decisiones oportunas, ya que podrían demorarse y producirse pasadas las Fiestas de Navidad.