El Tribunal Federal del Distrito Sur de Florida (Estados Unidos) ordenó a principios de diciembre el cese de operaciones al servicio de descargas Hotfile, a menos que emplease tecnologías de filtrado de derechos de autor que impiden la violación de la propiedad intelectual de las obras de los estudios.
La sentencia, que entró en vigor el pasado 3 de diciembre, también otorga daños y perjuicios a los estudios de Hollywood por un monto total de 80 millones de dólares. La entrada de la sentencia contra Hotfile marca el final de los litigios de las majors contra este servidor de descargas y su máximo responsable, Anton Titov.
«Esta sentencia es otro paso importante hacia la consecución de un Internet como servicio seguro para todos. Sitios como Hotfile que se benefician ilegalmente de la creatividad y el trabajo duro terceros hacen un flaco favor al público, que merece una experiencia de visualización online de calidad y legítima», comentó el senador Chris Dodd , presidente y CEO de la MPAA (Motion Picture Association of America), la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos que reúne a los principales estudios.
La sentencia se produce justo después de que en agosto de este año el Tribunal estadounidense declarase a Hotfile como uno de los principales sitios infractores de los derechos de propiedad intelectual del mundo. El Tribunal sostuvo además que Titov era personalmente responsable de todas las infracciones cometidas por Hotfile.
Para entender el celo de las instituciones norteamericanas sobre el sector audiovisual solo hay que ver lo que representa para su economía. Según la Oficina de Análisis Económico (BEA) y el Fondo Nacional para la Artes (NEA) de Estados Unidos, en 2011 el 3,2 por ciento del Producto Interior Bruto de Estados Unidos, lo que supone una cifra de 504.000 millones de dólares, fue imputable a la cultura, incluyendo la producción de cine y televisión, mientras que, por poner un ejemplo, la industria turística solamente supuso el 2,8 por ciento del PIB.