La International Union of Cinemas (UNIC), que representa los intereses de las principales asociaciones de exhibidores nacionales y cadenas de cine de 38 países de toda Europa y otras regiones vecinas, ha lanzado un comunicado a raíz de las recientes decisiones gubernamentales que exigen el cierre de cines en varios países europeos debido a la segunda ola de la COVID-19 que asola Europa.
La Unión Internacional de Cines (UNIC) ha vuelto a hacer un llamamiento a los gobiernos nacionales, a la Comisión Europea y al propio Parlamento Europeo para que proporcionen más apoyo financiero al sector de exhibición, con el fin de garantizar que los cines puedan sobrevivir a los desafíos actuales derivados de la crisis sanitaria de la COVID-19.
«Este es sin lugar a dudas el mayor desafío al que se enfrentan los cines europeos en su larga historia. La pandemia de coronavirus ha supuesto un golpe económico devastador para el sector del que sin duda la industria tardará mucho en recuperarse», señalan los propietarios de cines en el comunicado, donde también ponen de manifiesto que la falta de importantes estrenos de las majors de Hollywood en los últimos meses y la necesidad de responder a las normas cambiantes de los gobiernos, a menudo con poca antelación, han provocado una enorme incertidumbre y se corre el riesgo de causar daños irreparables en las salas de cine. «Decir que la industria enfrenta un desafío existencial no es una exageración», aseguran.
La patronal de los exhibidores europeos expresa con rotundidad que los cines son uno de los espacios interiores más seguros en términos de infecciones por COVID-19 y afirma, una vez más, que ni un solo brote de cualquier parte del mundo se ha producido en un cine.
«Hoy pedimos a los gobiernos de toda Europa que reconozcan el valor social, cultural y económico único de la industria cinematográfica europea y que proporcionen el apoyo financiero que tan desesperadamente necesita para sobrevivir a este período sin precedentes», apuntan los representantes de los exhibidores.
«Durante décadas, los cines han contribuido significativamente al PIB de cada territorio y han pagado miles de millones en impuestos. Solo en 2019, la taquilla del cine europeo alcanzó los 8.800 millones de euros. Los cines emplean a decenas de miles de personas en toda Europa, apoyan a toda la industria cinematográfica, desde la producción hasta la distribución, así como a muchas otras empresas ajenas a la industria audiovisual, incluidas las tiendas y otros servicios locales que se benefician de estar cerca de un cine».
«Debe ponerse a disposición de la industria un apoyo financiero urgente y, de cara al futuro, los cines deben incluirse en los planes nacionales de recuperación, también como parte del programa «Next Generation EU». Además, instamos a los gobiernos nacionales, a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo a garantizar que las condiciones vinculadas a dicho apoyo no sean poco realistas ni un obstáculo para esta recuperación. Los criterios para la ayuda deben tener en cuenta factores como los numerosos puestos de trabajo creados por los cines, tanto directa como indirectamente, así como su enorme impacto en otras empresas locales ajenas. Si no se proporciona un apoyo adecuado y rápido, las posibles consecuencias, tanto en el sentido cultural como social, serían catastróficas. Los cines necesitan este apoyo ahora», concluye el comunicado.