El “chupinazo” de los premios de cinematográficos en España estalló pero no produjo excesivos efectos colaterales. Vamos, que fue un primer encierro sin heridos ni contusionados. Los productores españoles agrupados en EGEDA celebraron la noche del 12 de enero la vigésima edición del Premio José María Forqué a la que acudió una gran representación del ministerio de Educación, Cultura y Deporte, encabezada por el titular de la cartera, José Ignacio Wert.
Sin embargo, los productores no hicieron demasiada sangre, no hicieron la noche incomoda a Wert ni a su gabinete. Quizá la explicación de tan poca beligerancia tenga que ver con que en la trastienda se sigue negociando sobre el nuevo modelo de financiación del cine español, una fórmula que debe virar hacia ayudas a priori, una mejor fiscalidad o, por el contrario, seguir basada en las ayudas a la amortización, entre otros apoyos. Parece ser que esta misma semana se producirá el tan esperado desenlace.
Pero decir que los productores españoles dejaron pasar la ocasión tampoco sería justo. El presidente de EGEDA, enrique Cerezo, durante su intervención reprochó al Gobierno el mal trato recibido: “Nuestro cine es el espejo de lo que somos, el exponente de la industria cultural, empresarios que creamos empleo pero que no tenemos el apoyo que merecemos”, apuntó el presidente de la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales Españoles.
Cerezo no quiso hacer muchos más reproches al ministro del que valoró que tuviera la valentía de acudir a la gala. También ensalzó lo conseguido en 2014, donde “a pesar de tenerlo todo en contra hemos batido records y eso ha sido posible porque el talento permanece intacto y porque hemos sido capaces de adaptarnos a la situación y hacer películas con presupuestos más bajos”, explicó. En opinión de Enrique Cerezo “el cine español se ha blindado contra el desaliento” y añadió que “que aporta más a las arcas públicas de lo que recibe”. El presidente de EGEDA, también dejó una puerta abierta al entendimiento con la Administración en los diferentes frentes aún operativos, desde el mencionado modelo de financiación hasta la remuneración por copia privada con cargo a los presupuestos del Estado que tanto daño está haciendo: “trabajamos para mejorar la situación del cine español y creemos que todavía podemos encontrar la solución”.
Pero el Premio José María Forqué reúne a la industria audiovisual española precisamente para eso, para distinguir a las películas más destacadas desde el punto de vista de producción y la gran vencedora de esta vigésima edición fue ‘La isla mínima’ (Antena 3 Films, Atípica Films y Sacromonte Films), el thriller de Alberto Rodríguez, que ya se ha convertido en la gran favorita para la 29 edición de los Premios Goya de la Academia, con los dos galardones recibidos ayer. Y uno de los artífices de ‘La isla mínima’ es José Antonio Félez (Atípica Films), que además de ser uno de los productores más destacados del panorama nacional es uno de los habituales interlocutores con la Administración. Félez reconoció a Audiovisual451 que las relaciones con la Administración son muy buenas y fluidas pero en su discurso de agradecimiento por el Premio a la Mejor película Española de 2014 no quiso olvidarse de las sombras que han oscurecido los buenos resultados en taquilla del cine español el pasado ejercicio: “2014 ha tenido sombras que comprometen el futuro de los productores, esperamos que 2015 traiga un nuevo marco regulatorio y una nueva fiscalidad que sean capaces de dinamizar nuestro cine”.
Las otras puyas de la noche tuvieron un perfil mucho menos institucional y estuvieron protagonizadas por Ana Morgade, sembrada toda la noche. La verdad es que la ceremonia de los Forqué cada año que pasa y ya son 20 es mejor. La actriz y presentadora (la responsable de acuñar la expresión de “El chupinazo de los premios”) presentó un original ‘in memorian’ en recuerdo de las cientos de salas de cine que la crisis se ha llevado por delante en los últimos años. También se refirió a los más de 20 millones de espectadores que eligieron ver cine español en 2014 “lo que demuestra que España es un país que disfruta de ver y hacer cine”. Una premisa compartida por el propio José Antonio Félez que entre las luces del año pasado destacó el hecho de la elevada cuota de mercado del cine español, la recuperación de público y que uno de cada cuatro espectadores eligiera una película española. “Confiemos en que la tendencia se mantenga y que el público español se coloque la lado de su cine”, afirmó el productor de ‘La isla mínima’, ganador este año tras la decepción de la pasada edición con ‘La gran familia española’.
El primer premio de la noche fue para una de las sensaciones de la temporada ‘Relatos Salvajes’ (El Deseo, P.C., Telefe, Canal 1 y Kramer & Sigman Films), la original propuesta del argentino Damián Szifron que ha sido producida entre otros por los hermanos Almodóvar y que comenzó su andadura en al pasado Festival de Cannes donde ya enseñó su potencial. Como ocurre en los Goya de este año, ‘Relatos Salvajes’ optaba al premio a la mejor película del año y al de mejor película latinoamericana, categoría donde resultó ganadora, como era de esperar. Subieron a recoger el galardón el productor Agustín Almodóvar y la productora ejecutiva del filme, Esther García, que comenzaron su discurso dando las gracias a “la familia argentina del filme” que no se encontraba en la sala. El pequeño de los Almodóvar aseguró que la película les ha proporcionado multitud de alegrías, aunque no siempre fue así. “Todos los días recibimos propuestas de premios, nominaciones… pero al principio tuvimos problemas por la radicalidad de la propuesta de Damián (Szfiron)». Agustín Almodóvar agradeció a las empresas que confiaron en la película desde el principio como TVE y Canal+, además de la distribuidora Warner Bros., de la alabó su estrategia “Warner ha realizado un trabajo magnífico que permite a la película todavía estar en cartel con más de 750.000 espectadores en España hasta la fecha”, reconoció.
Y es que la gran triunfadora en la sombra de los premios fue precisamente la multinacional norteamericana, responsable de la distribución de las tres películas ganadoras, además de ‘Relatos Salvajes’ como mejor película latinoamericana; ‘Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo’ como mejor largometraje documental o de animación (6.000 euros) y ‘La isla mínima’, como mejor película española del año (30.000 euros). Igualmente el productor del filme de animación basado en los personajes de Ibáñez, Paco Ramos, agradeció a las televisiones (de nuevo TVE y Canal+, otras vencedoras morales) y a la distribuidora (Warner Bros.). El máximo responsable de Zeta Cinema confesó a Audiovisual451 que estaban muy satisfechos con la experiencia animada, que las ventas internacionales dela película iban muy bien y que no descartan hacer más animación en el futuro con los personajes del cómic de Bruguera.
Por su parte, el director de ‘Mordelo y Filemón contra Jimmy el cachondo’ (Zeta Cinema y Películas Pendelton), Javier Fesser reconoció la labor de los productores “por habernos dejado trabajar con total libertad y aportar ideas creativas al proyecto”. Uno de los galardones que se conocían de antemano era la Medalla de Oro de EGEDA, que este año no recayó en una persona física sino en la Corporación RTVE en reconocimiento a su intensa e histórica actividad en la producción, difusión, promoción, compromiso y emisión del cine español. La televisión pública ha participado en más de 1.100 títulos desde 1981 con obras tan destacadas como ‘La Colmena’, ‘Los Santos Inocentes’, ‘Viaje a ninguna parte’, ‘Tasio’, ‘Crónica del Alba’ y ‘La Noche más Hermosa’ entre otras. Recogió el galardón José Antonio Sánchez, actual presidente de RTVE, que resaltó que TVE ha invertido en 2014 un total de 23 millones de euros en la compra de derechos de antena de películas españolas y es la responsable del 90 por ciento del cine nacional emitido en televisión en España.
Por último, los premios de interpretación, concedidos por la Fundación AISGE y dotados de 3.000 euros cada uno, recayeron en Javier Gutiérrez por su papel de policía corrupto y moribundo en ‘La isla mínima’ y Bárbara Lennie por su trabajo en Magical Girl, de Carlos Vermut. Gutiérrez, que ya ganó la Concha de Plata por el mismo papel en el pasado Festival de San Sebastián, quiso compartir el premio con su compañero de reparto, que también estaba nominado, Raúl Arévalo, mientras que Bárbara Lennie no pudo recoger el galardón por encontrarse en Uruguay y en su lugar subió el director Carlos Vermut, que leyó unas palabras de agradecimiento.
