La polémica empieza a rodear la 28 edición de los Premios Goya, cuya ceremonia de entrega se celebra el próximo domingo 9 de febrero. Primero, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha informado a la Academia de que no podrá asistir a la Gala por motivos de agenda, ya que tiene una reunión a primera hora del lunes, 10 de febrero, en Londres.
Hay quien piensa que Wert no quiere exponerse de nuevo a los silbidos del auditorio y los reproches de los invitados y nominados como ocurrió en los pasados premios Forqué. En su lugar acudirá el Secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, que siempre ha demostrado un mayor comprensión hacia el cine español e incluso manifestó públicamente su oposición a la subida del IVA cultural.
En segundo lugar, los productores de la película ‘Hijo de Caín’ han emitido un comunicado donde se quejan de la exclusión de su película de la posibilidad de participar en los Premios de la Academia de Cine. Los responsables de la película dirigida por Jesús Monllaó denuncian «una mala redacción de las bases, que viene dejando fuera a películas estrenadas a finales de año, sin que la Academia haga nada por solucionarlo»
Los productores manifiestan que «aunque las Convocatorias de los Premios Goya se cierran cada año a principios de noviembre, se deben presentar todas las películas estrenadas y que se vayan a estrenar durante todo el año, de tal manera que una película que no tenga completamente previsto y planificado su estreno hasta el mes de octubre, puede tener problemas para la Convocatoria de ese año. Así sucedió con ‘Hijo de Caín (Fill de Caín)'».
Según el comunicado «la Convocatoria correspondiente a la 27ª Edición de los Premios Goya se cerró el 6 de noviembre de 2012, cuando la película ‘Hijo de Caín’ carecía aún de distribuidor. Gracias a un acuerdo de última hora, el distribuidor marcó como fecha de estreno el 14 de diciembre de 2012, cuando la convocatoria del 2012 estaba cerrada. Al aceptar, la Academia la excluye injustamente de presentarse a los Premios Goya».
“No está el panorama cinematográfico como para que el productor se arriesgue a perder un contrato de distribución: La Academia del Cine Español no contempla esta necesidad», comentó el productor Sebastián Mery al respecto. Fuentes de la productora informan que ‘Hijo de Caín’ se estrenó durante dos días de diciembre del 2012, pero al haber conseguido nuevas fuentes de financiación se decidió reorientar la acción comercial y preparar su estreno con toda la capacidad logística y comercial para las fechas del Festival de Cine de Málaga 2013 aprovechando la selección en éste. Hasta el 31 de Octubre 2013 ‘Hijo de Caín’ había permanecido 8 semanas en los cines españoles. La película fue presentada a la Convocatoria siguiente, GOYA 2013, y se rechazó su participación.
Los productores han realizado sin éxito todas las acciones posibles para que la Academia admitiera la película como película candidata a los Goya 2013. En opinión de los responsables del filme «la Academia expone razones de puro marketing, como que la ceremonia de los Goya tiene que ser forzosamente a principios de año por cuestiones de agenda, lo que tiene mal encaje con la seguridad jurídica, el principio de igualdad de oportunidades y el fair play que debería presidir los actos de la Academia».
‘Hijo de Caín’ es una producción de Life&Pictures, en colaboración con Salto de Eje PC, Fosca Producciones y en coproducción con TV3. Tras su paso por el pasado Festival de Cine de Málaga, se alzó con el Premio ASECAN Ópera Prima. La película ha sido calificada por sus autores comoun “thriller mediterráneo”, repleto de ambigüedades, claros y oscuros, con una producción llevada al límite, que le ha llevado más de 5 años de trabajo.
‘Hijo de Caín’ es un thriller psicológico que se desarrolla en torno al ajedrez, basado en la novela “Querido Caín” de Ignacio García Valiño. Rodada en lengua original catalana por Jesús Monllaó, la película está protagonizada por José Coronado, María Molins y Júlio Manrique y del debutante David Solans. Ahora los productores consideran que «el perjuicio tanto moral como económico causado a la película y al equipo técnico y artístico por la Academia es enorme».
