Los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana, celebrados del 27 al 29 de mayo, han rendido homenaje a Juan Padrón, personalidad de la animación cubana fallecida en marzo de 2020 a los 73 años que será recordada a través de varias iniciativas en su país natal.
Silvia Padrón, hija del creador de clásicos de la animación iberoamericana como el personaje Elpidio Valdés y la película ‘Vampiros en La Habana’ (1985 y disponible en España a través de Filmin), ha viajado hasta La Laguna, al norte de Tenerife, para participar en el homenaje en la cuarta edición de los galardones. «Mi padre era un gran cuentista» comenta Silvia Padrón ante los invitados y los periodistas participantes en los Quirino, «era siempre el que amenizaba las comidas familiares, pero nunca buscando el protagonismo» ha añadido.
Raúl García, animador español afincado en Los Ángeles, ha sido el encargado de entregar el Quirino de Honor a Juan Padrón, premio que ha recogido su hija en la gala que ha tenido lugar en el Teatro Leal de La Laguna en la tarde del pasado sábado.
A pesar de ser un dibujante rápido, Juan Padrón no pudo terminar su autobiografía, ‘Mi vida en Cuba’, un libro editado por Penguin que se ha quedado en 257 páginas de viñetas en blanco y negro que repasa su vida y, de paso, la historia de Cuba. «Muchas historias se han quedado fuera, pero es un libro divertido, que barre la tristeza» comenta Silvia. La familia, concretamente la viuda de Juan Padrón, escribe el epílogo para rematar la historia que se ha quedado inacabada. «Probablemente, en un mes hubiera terminado de escribirlo», pero no pudo ser, «me hubiera encantado tener un cable para habérselo enchufado mientras estaba ya en el hospital y que a través de él nos hubiera traspasado todas las ideas que tenía» cuenta la hija.
Para que el trabajo de Juan Padrón persista, la familia y varias instituciones cubanas están trabajando en iniciativas como la digitalización y la conservación de sus películas, de la mano de la televisión cubana y el Instituto de Cine de Cuba. Padrón es el realizador iberoamericano con más minutos en pantalla.
Y la segunda iniciativa es la construcción de un centro cultural y creativo en La Habana bajo el nombre de La Manigua, destinado a que niños y padres puedan tener un espacio en el que crear, aprender y, sobre todo, divertirse. «Serán cuatro mil metros cuadrados para actividades relacionadas con el cine, el teatro, la música, la ciencia…» comenta Silvia, que será quien dirija el centro. Todo ello de la mano del Ministerio de Cultura de Cuba, el Fondo de Bienes Culturales y el Gobierno de La Habana.
La obra de Juan Padrón «nos ayudó mucho a los cubanos a saber más de nosotros mismos, parte de los valores de su obra es el gusto por la historia» añade, y es que el personaje de Elpidio Valdés, creado hace 50 años, ha calado tanto que hasta consiguió que los cubanos adoptaran varias de sus expresiones y las introdujeran en su forma de hablar. Coronel del Ejército Libertador, encabeza unas tropas que luchan en la guerra por la independencia de España en 1895 y hasta principios del siglo XX. Elpidio Valdés ha contado sus peripecias a través de 22 cortometrajes, tres largometrajes y una serie de televisión de 6×30, a pesar de haber comenzado en un periódico.
«La obra de mi padre está por redescubrir» ha asegurado Silvia Padrón. El artista era uno de los más completos, dado que se ocupaba desde el guion y el storyboard hasta el doblaje de voz. La Casa de América en Madrid acogerá un nuevo homenaje a Juan Padrón el próximo 16 de julio, con la presentación de la autobiografía y la proyección de ‘Vampiros en La Habana’.
Junto a la presentación de ‘Mi vida en Cuba’ y la entrega del galardón, los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana han ofrecido durante estos días en el Convento de Santo Domingo de La Laguna una exposición con los carteles de las películas de Juan Padrón, muchos de ellos realizados por el también cubano Eduardo Muñoz Bachs.
