‘Hoy como ayer’ es un largometraje de cine independiente que se ha rodado este verano en Asturias, concretamente en la ciudad de Gijón. Los protagonistas son los alumnos de un taller de interpretación, el TallerActor, dirigido por Konchi Rodríguez , autora también del guión creado a base de improvisaciones durante diferentes sesiones desde noviembre de 2013. Ahora, los responsables del proyecto buscan una empresa o profesional autónomo que se encargue de la postproducción.
La producción de ‘Hoy como ayer’ corre a cargo de KYFilms, A.C. Metraje y TallerActor. Konchi Rodriguez se encarga además de la dirección, mientras que Manuel García Postigo es el responsable de la fotografía, Verónica García Ardura de la dirección de arte y Javier Noriega del vestuario.
El equipo artístico está formado por alumnos del taller: Toñi Puertas, Nacho Arias, Jorge Gonzalez, Paula Mata, Angela Turrado, Victoria Suárez, Virginia Rey, Teo Gómez, Juan Jesus Castellano, Gerardo Vergara, Ana Martínez, Pau Vegas, Elias Gines, Lucía Casañez, Raquel Collada y Carlota Alfaro.
Con el rodaje finalizado, queda la postproducción y los responsables del filme están buscando una empresa o profesional autónomo que se encargue de esta fase. Los únicos requisitos exigidos es que sean profesionales con experiencia en la edición de largometrajes y que se sienta identificada con el proyecto. Para enviar el currículum y las tarifas aproximadas, o para consultar cualquier tipo de información al respecto, se requiere enviar un email a: comunicacion.hoycomoayerfilm@gmail.com
En ‘Hoy como ayer’, una familia se ve obligada a permanecer encerrados en su casa durante una noche debido a una situación externa que hará que se tengan que enfrentar a algo más que una incómoda situación. Curiosamente la misma situación conecta directamente con otro grupo familiar que tuvo que resolver algo muy parecido hace 50 años. Dos familias, 16 personajes, un mismo conflicto… ¿una solución? nuestros personajes tienen poco tiempo para resolver algo que tanto en el pasado como en el futuro más próximo habla de lo mismo: la emoción humana no entiende de “épocas”. Esta película pretende utilizar el sistema de improvisación actoral hasta su límite y dar sentido a nuevas formas de lenguaje entre el teatro y el cine.