Luis E. Parés director de ‘La primera mirada’: «Si esa generación no hubiese soñado un cine libre, ahora no haríamos lo que podemos hacer»

El documental ‘La primera mirada’ de Luis E. Parés, tuvo su première nacional en la 68º edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid – Seminci y su estreno internacional en la 53ª edición del Festival de Róterdam, dentro de la Sección Cinema Regaine.

También ha competido además en la Sección Oficial de Documentales de la 26º edición del Festival de Málaga y en la próxima edición de los Premios Goya aspira a entrar entre los nominados en la categoría de Mejor Largometraje Documental.

‘La primera mirada’ es un documental sobre la primera escuela de cine que hubo en España realizado con extractos de las primeras prácticas fílmicas de sus alumnos. Fundada en 1947 como Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (IIEC), en pleno franquismo, fue un reducto de libertad y de ella salieron nombres como Berlanga, Bardem, Saura, Picazo, Borau, Camus, Martín Patino, Mercero y Erice, también Manuela González Haba, Helena Lumbreras y María Teresa Dressel. Está narrada por Pedro Casablanc y Aitana Sánchez Gijón.

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El documental es una producción de Pantalla Partida, Malvalanda y RTVE, que ha contado con la colaboración de Filmoteca Española, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de Madrid. Luis E. Parés ha contestado las preguntas de Audiovisual451.

Audiovisual451: ¿Cuál es el origen del proyecto?

Luis E. Parés: «La película es un encargo que me hace el productor Mario Madueño, que llevaba muchos años queriendo hacer algo sobre la escuela de cine. Pero cuando me lo propuso yo me tomé un tiempo para pensar la forma. Como soy una persona obsesiva, decidí que tenía que ver todas las prácticas antes de decidir cómo hacerla. Vi casi 250. Y cuando las vi me di cuenta que no tenía sentido grabar una imagen más, que tenía que ser todo con imágenes de archivo».

A451: ¿Y fue sencillo acceder a todo ese material de archivo?

L.E.P: «Yo conocía muy bien los fondos de Filmoteca Española y sabía que los fondos del instituto se conservaban. Y gracias a José Luis Estarrona, que es un técnico de Filmoteca y una gran persona, pude ver todo. Después hice una selección de material para poder montar, y hubo que esperar, fue un proceso lento. Fácil, pero lento».

A451: ¿Cuánto tiempo ha llevado el montaje?

L.E.P: «El montaje fue más o menos rápido porque yo tenía las cosas muy estudiadas y trabajadas. Y porque Vanessa Marimbert es un genio. Nos entendimos muy bien. Ella me decía: “creo que ya sé por donde vas” y no había que hablar más. Fue una gran complicidad. Y todo facilitado porque yo había encontrado viendo las prácticas el arco narrativo: el instituto pasa de mostrar un país en ruinas a mostrar un país reconstruido habitado por personas en ruinas».

A451: Imagino que los materiales estaban en diferentes formatos y estados ¿qué fue lo más difícil a la hora de homogeneizar todas esas imágenes?

L.E.P: «Los materiales estaban todos igual… de mal. Pero eso era un rasgo del paso del tiempo y de la suerte que habían corrido. Nadie los había cuidado y estaban rayados, sucios, con faltas de continuidad. Nuestro gran trabajo fue de etalonaje, pero no quisimos quitar ni una mancha ni una raya que estuviese presente en el material».

A451: ¿Cómo fue la financiación?

L.E.P: «La primera institución que entró fue TVE, que creyó en el proyecto desde el principio. Después se consiguió ICAA y por último una ayuda de la Comunidad de Madrid.

A451: ¿Cómo crees que ha influido esa generación impresionante de cineastas en el cine español actual?

L.E.P: «Somos sus herederos. Si esa generación no se hubiese tomado el cine como un ejercicio de resistencia, si no hubiese soñado un cine libre, los que hemos venido detrás no habríamos podido hacer lo que hacemos. Son un ejemplo no sólo cinematográfico sino ético. Ellos reivindicaron el derechos a soñar por el que hoy luchamos».

Luis E. Parés

A451: Después de estudiar a fondo la Escuela Oficial de Cinematografía y a sus talentos ¿qué crees que tenía ese centro formativo que ahora no se puede encontrar en la multitud de escuelas existentes?

L.E.P: «Creo que como nadie les hacía caso, esquivaron el riesgo más grande: el resultadismo. El hacer un primer corto y querer ya ser seleccionado, querer tener un nombre. Ellos rodaban sin ninguna pretensión y jugaban, y ese juego les sirvió para aprender y mejorar. No creían en la competitividad sino en el trabajo colectivo. Creo que hoy sobra resultadismo y falta juego».

A451: Pedro Casablanc y Aitana Sánchez Gijón son los narradores ¿Cómo fue su implicación en el documental?

L.E.P: «Fue maravillosa, ya que no sólo pusieron su voz, también destaco su enorme curiosidad. Yo estaba un poco acomplejado, ya que son dos figuras enormes, pero fue fácil, ya que fue trabajar con dos personas de una curiosidad enorme, que me preguntaban continuamente por las imágenes, por la trayectoria de la escuela, etc. Sobre la técnica, qué puedo decir: trabajar con ellos fue un placer».

A451: El documental ha tenido ya una importante trayectoria por festivales ¿hay más selecciones previstas?

L.F.P: «La película se está viendo sobre todo en filmotecas regionales, y es normal, porque es una película que habla de nuestra historia y ellas son las encargadas de custodiarla. Aunque hay otros archivos donde sin embargo han ignorado la película, ellos sabrán por qué. Y hay alguna selección más, pero yo creo que el camino de la película es un camino lento, nada espectacular, sino de paso a paso. Y paso a paso está consiguiendo encontrar a su público».

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