En DocumentaMadrid 2018 se ha celebrado la primera edición del foro Corte Final, una iniciativa que tiene como objetivo apoyar proyectos independientes de largometraje documental con marcado carácter autoral en avanzado estado de montaje o de postproducción. El foro profesional de cine documental se ha llevado a cabo en Cineteca Madrid del 8 al 10 de mayo.
Se recibieron cerca de un centenar de propuestas de las que un comité de selección formado por Lola Mayo, (guionista, productora, docente y cineasta) y Marta Andreu (productora y docente, creadora de Estudi Playtime y fundadora de las residencias Walden) seleccionaron finalmente seis proyectos. Además, tres profesionales internacionales del sector conformaron el Jurado-Asesor cuya misión era ofrecer su opinión y una asesoría personalizada a cada proyecto, al tiempo eligieron la película ganadora de esta primera edición.
Finalmente, la triunfadora fue la coproducción hispano-brasileña ‘Mercedes’, dirigida por Isabella Lima. Se trata de un documental que explora la identidad de Mercedes, abuela de la realizadora y enferma de alzhéimer. La mirada de la nieta nos lleva al conflicto entre la pérdida de memoria y el poderoso impulso de Mercedes por reconstruir su subjetividad en el presente y superar la ausencia del novio que desapareció con la llegada de la enfermedad. En su nueva vida, realidad y fantasía se mezclarán hasta conseguir reencontrarlo.
Isabella Lima nació en São Paulo en 1978, Brasil. Estudió la carrera de Periodismo y trabajó en medios de comunicación brasileños hasta 2006, cuando emigró a España. En Madrid, hizo un posgrado en Ciencias Políticas, por la Universidad Complutense de Madrid y trabaja como periodista independiente colaboradora de medios latinoamericanos. Hace 6 años empezó su primer proyecto documental de creación titulado ‘Mercedes’, sobre su abuela enferma de alzheimer. Paralelamente, inició sus estudios en cine documental, realizando cursos y talleres en São Paulo, Madrid y en la Escuela de Santo Antonio de los Baños, en Cuba. En 2014 su documental ‘Mercedes’ fue seleccionado para participar en un laboratorio de DOCMA con los cineastas Véréna Paravel y Lucien Castaing-Taylor, del Sensory Ethnography Lab, de la Universidad de Harvard, EUA. ‘Mercedes’ también fue seleccionado en 2016 para el festival DocsBarcelona, en la sección Screenings que da consultoría a los proyectos aún no finalizados. Lima se ocupa en el filme también de la producción, el guión, la fotografía, el montaje y el sonido.
Su propuesta se llevó la distinción del evento dividida en tres galardones: el Premio Corte Final de Postproducción de Imagen, otorgado por la empresa de postproducción Aracne Digital Cinema y valorado en 10.000 euros; el Premio Corte Final de Postproducción de Sonido, otorgado por la compañía de producción y postproducción de sonido DRAX audio y valorado en 7.000 euros y el Premio Corte Final de Distribución, otorgado por la plataforma de envío de películas a festivales Festhome y la empresa de subtitulado 36caracteres, valorados en 4.000 euros y 1.500 euros, respectivamente. Además, ‘My Mexican Bretzel’, de Nuria Giménez, una película que combina fragmentos del diario de Vivian Barrett con imágenes filmadas por Léon Barrett entre los años 40 y los años 60 del siglo pasado, se llevó una mención especial en Corte Final 2018. Audiovisual451 habló sobre la primera edición de Corte Final con la mentora y miembro del comité de selección Marta Andreu.
Audiovisual451: ¿De dónde parte una iniciativa como Corte Final?
Marta Andreu: «Es una iniciativa que se venía gestando desde hace un año, incluso para la anterior edición de Documenta Madrid, pero por cuestiones de recursos no fue posible. Creo que el hecho de que se pospusiera le ha venido bien a la iniciativa porque se ha podido madurar y refinar, tomando como ejemplo otras experiencias internacionales pero para proponer algo genuino.
A451: ¿Cómo fue la selección?
M.A: «Finalmente se decidió una propuesta en la que participasen seis cineastas con sus películas en fase de montaje. Hay proyectos que van ya por su versión seis de montaje y otros que están casi empezando. En esta edición la selección es diversa y no porque haya sido algo buscado, ha salido así. Recibimos 90 proyectos, de los que hemos escogido seis pero había unas 30 películas que podían haber entrado perfectamente en esta primera edición de Corte Final, pero nuestra intención era encontrar proyectos donde viéramos una mirada y que al mismo tiempo el camino emprendido por el autor estuviese lo suficientemente abierto para que el foro fuera fértil. No tenía mucho sentido elegir aquellas películas que ya estaban prácticamente finalizadas, que simplemente necesitaban la postproducción, creo que ahí esta iniciativa no podía ayudar mucho, porque si ya han llegado ahí solo necesitan un proceso técnico y poco más. En definitiva, necesitábamos contar con películas en el que proceso creativo estuviese todavía vivo y pudiese ser sacudido y potenciado.
A451: ¿Cuál ha sido el perfil de los participantes?
M.A: «Hemos visto a directores que han presentado su primera película junto a consagrados como puede ser Adan Aliaga. Inevitablemente eran directores que ya venían al foro con determinadas preguntas e inquietudes. Después de la elección te das cuenta de la gran variedad, con mujeres y hombres de diferentes puntos del país, distintas miradas, desde un cine más contemplativo al ensayo y también en diferentes fases de montaje, unas con estructuras perfectamente dibujadas con cortes de una hora o de una hora cuarenta minutos…»
A451: ¿Cómo funciona Corte Final?
M.A: «Después de la selección se creó una instancia previa para preguntar a los autores qué les inquietaba de su obra, lo que creían que no acababa de funcionar y qué preguntas querían hacer al espectador con su trabajo. Esto nos sirvió para preparar las sesiones que se han celebrado ahora en el festival, donde todos ellos ya vinieron con una siguiente versión del trabajo.
A451. ¿Y en el Festival como ha transcurrido el foro?
M.A: «En una primera sesión cerrada recogimos todas las respuestas planteadas y preparamos con ellos lo que sería la presentación para ayudarles a ordenar y dirigir el visionado. Durante tres días se visionaban cada mañana dos proyectos, se realizaba una presentación, pero no como un evento de pitching, más bien se hablaba del autor, el origen, las motivaciones de la obra… En este visionado, que estaba abierto a acreditados del Festival, estaba también el resto del grupo, los asesores de los proyectos, además de productores, directores, distribuidores y responsables de televisiones invitados. Tras la proyección se realizaba un debate abierto pero dirigido.
A451: ¿Y las asesorías?
M.A: «Por la tarde, las películas que se proyectaban por la mañana tenían encuentros individuales con los asesores, a puerta cerrada. Estos asesores además de asesorar los proyectos tuvieron que decidir cuál sería el proyecto ganador, un único ganador para los tres premios de Corte Final. Creemos que esto debía ser así para que los premios ayudasen de verdad.
A451: Se les pedía a los directores una desnudez total y a los asesores no implicarse autoralmente… ¿no es así?
M.A: «En realidad estamos pidiendo a los directores algo muy difícil, una mezcla entre generosidad y valentía tremenda en una fragilidad de un momento como es el montaje. La confianza es básica para ello, por eso, la idea era crear un diálogo crítico. Inevitablemente esto es un encuentro pero queríamos evitar en el juego de lo opinable, el dar consejos. Los asesores debían acompañar a los autores, estar al servicio de ellos y de la película. El debate de la mañana ayudaba a esto, estaba dirigido precisamente para evitar la opinión. Se podía ver que existía un problema en una determinada parte de la película, pero debía ser la mirada del director la que lo resuelva. El error es que aquí se viene a buscar respuestas, creo que el enfoque adecuado es pensar que se viene a encontrar las preguntas justas que propone la película. No creo que haya que buscar el producto perfecto del gusto de todos, eses es el problema que tienen muchos laboratorios como este. Hay que buscar la singularidad del proyecto e intentar acompañar al director».
A451: ¿Cuál es la conclusión?
M.A: «Al final volvemos a tener una sesión cerrada de todo el grupo, como la primera, en la que nos aseguramos de que cada director al menos tiene una pista de por dónde tirar con su película en ese atolladero que es el montaje. Creo que foros como este permiten a los directores coger distancia con la obra, algo que es fundamental. La distancia se consigue con el tiempo o tomando los ojos de alguien, no delegando, más bien generando un diálogo, siempre con mucho respeto. Se prestaba atención tanto a cuestiones más generales como a cuestiones más concretas. Generales como el tono, la dirección que debe tomar la película o cosas más estructurales… y cuestiones concretas como por ejemplo la pertinencia de una secuencia o de un uso estético… Lo ideal es sentir es cuando realmente hemos recibido algo».
A451: ¿Saldrán adelante las seis películas seleccionadas?
M.A: «Independientemente de lo que ha pasado en Documenta Madrid, estamos seguros que estas seis películas van a salir adelante porque ha llegado ahí por la tenacidad de sus directores y solo les queda un último esfuerzo. Están ahí sin estar, pero son seis propuestas muy contundentes. Cabe destacar otro hecho y es que estas seis películas estarán hechas antes de poder consideradas por el propio Festival para su próxima edición. Esto habla muy bien de Documenta Madrid, es un gesto absolutamente generoso porque está haciendo el trabajo para otros. Está ayudando a que los directores potencien sus películas pero no para su beneficio, porque el calendario se lo impide. Creo que es muy positivo, porque de lo contrario se puede convertir en algo perverso: ‘muestro lo que yo he ayudado a producir’, como ocurre en otros lugares».
A451: ¿Habrá una nueva edición en 2019?
M.A: «La voluntad es que este foro se vuelva a repetir el año próximo, esa es la apuesta del Festival, que tenga continuidad, porque la organización lo ha mimado mucho. Hay cosas que habrá que mejorar en la siguiente edición, como ampliar la duración de los encuentros individuales posteriores, lo que quizá implicaría que se proyectase un único título por la mañana… Habrá que valorarlo todo, pero está es la voluntad, hay una declaración de principios, lo que importa es lo que dejamos».