Ya es oficial: la financiación de RTVE preocupa también al Gobierno, no solamente al presidente de la Corporación ni a los productores audiovisuales. Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, ha reconocido en el Senado que el ejecutivo «está preocupado por la viabilidad financiera» de RTVE y ha invitado a los demás partidos políticos a buscar una «solución entre todos» para dar con una «vía financiera estable».
La subvención estatal a RTVE ha disminuido un 53,3 por ciento en los últimos ejercicios, y también han rebajado su aportación las operadoras de telecomunicaciones y televisiones privadas, que han destinado en conjunto un 26,8 por ciento menos en 2012, según estimaciones de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. RTVE completa su presupuesto con lo que se recauda de la tasa del espectro radioeléctrico, pero no emite publicidad desde 2010, lo que ha contentado a las televisiones privadas y ahora se ve por parte del Gobierno como un error de la etapa socialista. Montoro ha asegurado que TVE no puede «depender únicamente de las transferencias de los presupuestos, que van a menos», según recoge Europa Press.
«Los que hicieron el anterior planteamiento se equivocaron», ha insistido Montoro, quien ha animado al resto de grupo a tratar de alcanzar una solución «equilibrada» que acometa las «rectificaciones» necesarias para asegurar que RTVE puede seguir ejerciendo su «función prioritaria», que es proporcionar una «oferta de servicios públicos de información».
Mientras los anunciantes sí están a favor de una vuelta moderada y controlada de la publicidad a TVE, son muchos los productores que se confiesan en contra, y ni qué decir de las televisiones privadas asociadas en UTECA, que vieron una reivindicación histórica por fin cumplida en 2010. Sin embargo, el batacazo definitivo puede llegar cuando Bruselas se pronuncie finalmente sobre el modelo de financiación de RTVE, llevado a los tribunales por las operadoras de telecomunicaciones alegando que el 0,9 por ciento de sus ingresos se destinan a otro sector, el audiovisual, diferente del suyo, en lugar de revertir en la propia estructura de las telecomunicaciones.
RTVE está en plenas negociaciones del convenio colectivo con sus trabajadores para aplicar una política de recortes y ahorro y cerró 2012 con un déficit de 113 millones de euros.