Los platós virtuales tienen muchas posibilidades de impulsar la próxima revolución en la industria audiovisual, desde el paso del soporte fotoquímico al digital. Esta tecnología, que ni mucho menos es nueva, llega del mundo del videojuego para invertir fases en el modelo de producción de las películas y las series. Así, lo que antes era postproducción ahora es preproducción, en un entorno más controlado, sostenible y que incluso favorece la conciliación familiar.
“Antes se rodaba y luego se hacían los efectos visuales y ahora el proceso se invierte. Estamos cambiando el paradigma de la producción audiovisual, porque primero creamos todo el mundo virtual para ponerlo en pantalla y que todo se grabe en el plató en tiempo real con los actores. Esto nos ofrece muchas ventajas porque ya no hay que tener los tradicionales fondos verdes para los efectos y los actores ven en todo momento lo que se está haciendo, todo es más naturalista”, confiesa Víctor Martí director de Postproducción de Netflix en España.
“Los platós virtuales son mucho más controlados, más eficientes, producen mucho menos impacto medioambiental y también son rodajes mucho más seguros. Aunque esto tampoco sustituye todo lo anterior, depende de las características de cada producción. La idea es sacar el máximo provecho a todo a lo que hacíamos hasta ahora y también a lo nuevo”, añade Berta Coderch, manager de VFX de Netflix en España.
Aparentemente todo parecen ventajas, sin embargo la tecnología aún no está al alcance de todos ni tiene sentido para cualquier producción, el tamaño importa. “Levantar una pantalla gigante de leds para rodar un único plano, no tiene sentido de la misma manera que no tiene mucho sentido irse a una localización con multitud de vehículos y equipo para rodar un plano. Si la producción es más continuada se pueden optimizar mucho los recursos con un plato virtual, porque evitas desplazamientos, alojamientos… También puedes tener una jornada de noche perpetua y a pleno día. Igualmente es una ventaja si ruedas con menores, porque lo puedes hacer a horas normales y permite conciliar mejor. Cada vez hay más mujeres en los platós y en todos estos trabajos ligados a la postproducción y seguro que va a haber más con este tipo de tecnologías”, asegura Coderch.
Para la expansión de estos rodajes virtuales por todo los rincones el sector, todavía deben pasar muchas cosas en la industria, como tener una bolsa consistente de técnicos cualificados en las nuevas profesiones resultantes, un abaratamiento del equipamiento técnico o la proliferación de este tipo de instalaciones, además del necesario reciclaje de todos los integrantes de la cadena de valor afectados, lo que a la larga permitirá una mejor optimización de las producciones.
«Esta tecnología tuvo mucho importancia en plena pandemia porque permitió a las empresas seguir rodando. En un principio era una tecnología que se utilizaba más para eventos y videojuegos. La evolución mejorada de esta idea ha llegado ahora al cine y las series para quedarse. Cada vez hay más marcas, proveedores y técnicos dedicados y los costes están bajando. Hasta hace poco era una tecnología que se utilizaba solo en producciones muy grandes y ahora su uso se está generalizando más, nosotros la podemos usar en todas nuestras producciones y el resultado es mucho más realista», continúa la manager de VFX de Netflix en España.
De hecho, cada vez son más los títulos de Netflix que han incorporado la producción virtual a su producción, que es la manera más rápida de normalizar y expandir este tipo de rodajes. Producciones como ‘Élite’, ‘Jaguar’, ‘Las de la última fila’, ‘Berlín’, ‘Sky Rojo’, ‘Birdbox Barcelona’ o ‘La sociedad de la nieve’, son los primeros ejemplos.
“En ‘La Sociedad de la Nieve’ utilizamos el plató virtual de aquí para reducir la carga de efectos visuales en una película que tiene más de 1.200 planos de efectos. Los actores podían tener esta iluminación inmersiva y luego se podra extender en postproducción toda la cordillera con el rodaje en Granada. Parte de ‘La sociedad de la nieve’ se rodó en el plató 6 de las instalaciones de Netflix, en Tres Cantos, también se rodó en Sierra Nevada y se llevaron a cabo dos rodajes técnicos en el propio Valle de las lágrimas, donde sucedió el accidente. En Granada también había un plato virtual con esta tecnología por si pasaba algo. Y así fue, porque nevó de color naranja por el polvo del Sahara y tuvimos que ir a rodar al plató virtual para no perder jornadas de trabajo. Ofrece mucha flexibilidad”, reconoce Coderch.
Si ‘El cantor de Jazz’ es la película que siempre se nombra en el paso del cine mudo al sonoro, en este caso es la serie de Disney+ ‘The Mandalorian’ la que siempre sale a relucir como el paradigma de la grabación en tiempo real en entornos virtuales. Una metodología de trabajo que la pandemia aceleró y que las plataformas hicieron suya e impulsaron, junto a otros estándares como la grabación en HDR (High Dynamic Range), Alto Rango Dinámico que marca la diferencia en las altas luces, con unos blancos más brillantes, negros más negros y una variedad de colores cercana a la realidad.
De hecho, Netflix rueda ahora todas sus producciones originales en HDR, «nosotros usamos HDR Dolby Vision en todas nuestras producciones y también se emiten en esta calidad. Hace cuatro años no hacíamos ninguna producción así y ahora las hacemos todas”, reconoce Martí.
“Estamos en una fase de redistribución de costes, pero cuando las cosas funcionan y lo aplicamos en entornos controlados podemos sacarle mucho provecho. Por ejemplo nos permite tener mejores calendarios de postproducción, porque a lo mejor nos puede evitar 300 planos de efectos y los artistas de efectos podrán mimar más la producción, porque tienen menos planos”, afirma Coderch
En España, el centro de producción y posproducción de Netflix en España ha acogido, por segundo año consecutivo, el Post Production Summit, un foro formativo con el que la sede de la plataforma en España quiere promover estas nuevas prácticas en postproducción, para equiparar las habilidades de los profesionales con las crecientes necesidades de la industria audiovisual.
“Este año participaron en el Summit alrededor 300 profesionales, una cifra similar a la de 2022, entre técnicos, talento, productores y formadores de las escuelas de cine de España. En esta ocasión, además, se han desplazado a Madrid varios profesionales de Europa, África y Oriente Medio. El año pasado todos eran profesionales de España, esa es la diferencia, esta vez hay técnicos de Turquía, Suecia, Italia, Sudáfrica, Francia…», relata el director de Postproducción de Netflix en España.
El programa formativo, celebrado entre el 27 de septiembre y el 7 de octubre, responde a la demanda de perfiles altamente cualificados y las nuevas profesiones que emergen en el ámbito de la postproducción. Durante dos semanas, el Summit ha ofrecido a estos 300 participantes espacios de diálogo y masterclasses sobre áreas tan diversas como la corrección de color, la edición, la supervisión musical, la producción de sonido, los efectos visuales o los flujos de trabajo de posproducción, entre otras. Una de las sesiones del Summit ha estado dedicada en exclusiva a directores de fotografía, con el objetivo de grabar en cámara directamente los efectos visuales y capacitar a esos directores de foto en el uso de esta nueva tecnología de entornos virtuales. También hubo sesiones centradas en formadores y alumnos de escuelas de cine.
“Con iniciativas como el Summit, buscamos que España se convierta también en un referente mundial en postproducción como ya lo es en rodajes y producción. Son trabajos muy tecnificados de gran valor añadido a las que se han incorporado nuevas profesiones y se necesita formar profesionales debido a su alta demanda como Digital Image Technicians (DIT), supervisores y productores de efectos visuales, supervisores de posproducción, supervisores y técnicos de producción virtual, directores técnicos o consultores de workflow, supervisores de media server, especialistas de track de cámara…”, comenta Martí.
Otras profesiones que han tenido que reciclarse son los técnicos de proyección y retroproyección o los artistas de motores de videojuego a tiempo real, ahora enfocados hacia el cine y las series. “Estamos colaborando con las escuelas de cine para que incluyan en los planes de estudio estas nuevas profesiones, porque faltan muchos profesionales. La idea es colaborar para formar nuevos técnicos con la propia industria y las escuelas. Principalmente estamos trabajando con centros como la ECAM, TAI y ESCAC, entre otros”, añade Martí.
“Muchos artistas de motores de videojuegos en tiempo real (Unreal, Unity) están empezando a trabajar en el mundo del cine, porque hay que adaptar a esos motores de render para poder tener imágenes en tiempo real en el plató. Se crean previamente imágenes virtuales modeladas, creadas con polígonos, después texturizadas, que pasan al motor de render y se optimizan para que puedan grabarse en plató junto con los actores, y todo en tiempo real”, cuenta Coderch.
Las instalaciones de Netflix en Madrid Content City, ubicadas en el municipio de Tres Cantos, reúnen en un mismo espacio toda la cadena de valor audiovisual. Sus 22.000 metros cuadros convierten a este centro de producción en el estudio más grande la UE, que ha sido también parte del proceso de producción y posproducción de títulos como la película ‘Fuimos canciones’ y series como ‘La casa de papel’, ‘La noche más larga’, ‘Valeria’, ‘Criminal’ o ‘KAOS’.
“Aquí las productoras vienen a estas instalaciones con sus propios profesionales, con sus montadores, coloristas o maquilladores. Tenemos 1.000 metros cuadrados dedicados a la postproducción, además de los 10 platós para rodajes. Además de para postproducción, en estas instalaciones hacemos todo tipo de formaciones, no solo el Summit. Aquí hemos tenido talleres de HDR (Alto Rango Dinámico) de UHD (Ultra Alta Definición), sobre flujos de trabajo…”, apunta el director de Postproducción de Netflix en España.
Meses después de la ampliación al doble de su capacidad, el centro de producción de Netflix en Madrid alberga ahora el proceso de edición y posproducción de proyectos locales e internacionales como ‘1992’, ‘La última noche en Tremor Beach’ o Respira, entre otros. Además de un plató virtual, la sede de Netflix en Madrid ofrece el primer sistema de edición remoto, con 30 salas que facilitan la colaboración entre profesionales de todo el mundo, o el primer laboratorio de postproducción en la nube de Netflix a nivel global.
“Todo prácticamente se trabaja en la nube, sin tener que estar enviando discos duros, de aquí para allá. De hecho, los montadores pueden estar montando en tiempo real desde su casa simplemente con una conexión aceptable de fibra e incluso los directores pueden ver en el propio rodaje cómo va el montaje”, asegura Martí.
En este sentido, un ejemplo paradigmático es una serie internacional en la que actualmente está trabajando Netflix y que se está editando con montadores desde España, Colombia y México: «Todos se conectan de forma remota a nuestros servidores de Madrid, compartes los archivos sin tener que triplicar los materiales en discos duros. Esto hace un año era impensable, pero la pandemia aceleró este tipo de posibilidades remotas. También es un modelo de postproducción mucho más sostenible. Podemos rodar en cualquier rincón del mundo sin tener que desplazar a todos los equipos y así podemos dedicar más tiempo a la parte creativa”, afirma Martí.
“Nuestro objetivo -continúa- es que todo los profesionales que trabajen para Netflix, lo hagan en las mejores condiciones para que puedan desarrollar mejor su creatividad, por eso apostamos por la última tecnología también en la salas de postproducción, porque es donde realmente se acaba de dar forma a las historias. Todo el contenido está alojado en servidores a más de 30 kilómetros de aquí, solo nos conectamos de forma remota a ellos y en tiempo real. Insisto, los miembros del equipo igual que están trabajando aquí lo pueden hacer desde casa con una simple conexión a Internet de 20 megabytes es suficiente. Tratamos de acercar la tecnología a los creadores y simplificar al máximo su metodología de trabajo”.
Netlix ha invitado a un grupo de periodistas a recorrer sus instalaciones para tratar de explicar estas nuevas tecnologías de producción y postproducción que están revolucionando la industria audiovisual desde dentro. «En definitiva, esto es un cambio de paradigma y por eso tratamos de capacitar a todos los que trabajan con nosotros, para que sepan utilizar este tipo de tecnologías. Además, hay que tener en cuenta que esto afecta a toda la cadena de valor, por ejemplo a los directores de producción, pero sobre todo se ven afectados profesionales como el Técnico de Imagen Digital, el director de fotografía, los montadores, los coloristas, la gente que trabaja en efectos, que tienen que saber tratar este tipo de calidad de imagen y poder manejar estos archivos. Los únicos que no se ven afectados, aunque tienen otros retos por delante son los departamentos de sonido. Al final todos cuentan ahora con mayores herramientas creativas que mejoran la calidad artística de los contenidos”, concluye Martí.
Herramientas y metodología que facilitan el trabajo pero donde el factor humano sigue siendo la clave de todo. “Al final los efectos visuales ya sean ‘in camera’ o en la tradicional sala de postproducción los hacen las personas. La tecnología sin control no sirve para nada. Esta tecnología sirve para que los artistas se puedan centrar en lo importante, esto es lo que aporta valor añadido a las producciones”, argumenta Berta Coderch.
Migue Amodeo, especialista y pionero de la nueva tecnología
Migue Amoedo es director de fotografía en la productora Vancouver. Ha participado en producciones de Netflix como ‘La casa de papel’, ‘Sky rojo’ y ‘Berlín’ y se puede decir que se ha convertido en uno de los principales especialistas de España en rodajes en platós virtuales, dada su relación con las series de Netflix. Una de sus últimos trabajos es el spin-off de ‘La casa de papel’: ‘Berlín’, que llegará a la plataforma el 29 de diciembre, en plenas Navidades.
“En Berlín ya hemos explorado la producción en set virtual. A mitad de temporada de esta serie introdujimos la línea de producción en set virtual, que supuso un ajuste muy importante a nivel técnico y de formación. Esto nos permite rodar aquí en un plató, con todo bajo control sin lluvia, a una temperatura ideal… Sustituyes el decorado físico y las localizaciones por un entorno virtual. La otra opción es estar fuera, mojándonos todos, de noche…”, apunta Amodeo, que piensa que estamos en una fase en la que hay una curva de aprendizaje que hay que asumir pronto para ser una referencia mundial.
«Los equipos tienen que adaptarse a esta nueva tecnología e incorporar nuevos miembros. Los costes ahora son elevados pero esperamos que se vaya bajando de precio, de hecho ya se nota esa bajada. Normalmente, ha habido un gap entre la cinematografía nacional y la dominante en el mundo que es la norteamericana. Ellos sacaron ‘The Mandalorian’ hace unos años y ahora nosotros tenemos una oportunidad única de estrechar ese gap. ‘La casa de papel’ nos colocó en una posición referencial a nivel mundial y lo que tenemos que hacer ahora es adaptar este tipo de tecnología lo antes posible a nuestra industria, con escalabilidad, claro, pero para reducir ese gap y no perder el pie a nivel mundial”, comenta el director de fotografía.
La irrupción de los platós virtuales no ha sido la única novedad que ha llegado a su vida profesional, otras tecnologías y estándares de calidad ya aparecen con total normalidad y de una manera menos traumática para los equipos. “Yo hace tres años no había grabado en HDR. La primera producción que grabé en HDR fue la temporada cuatro de ‘La casa de papel’. Nuestras producciones se han internacionalizado gracias las plataformas. Netflix ha traído a España una reconversión industrial en formatos y en la forma de trabajar. Tenemos la suerte de que esto haya sido así, en cierto modo hemos recibido un ‘Plan Marshall’ a nivel audiovisual y no podemos perder la oportunidad, porque ellos están interesados en que haya otras regiones periféricas que funcionen y sean competitivas. Lo importante es que después de ‘La casa de papel’ venga ‘La Sociedad de la nieve’ y después ‘Berlín’ y luego otra serie española y otra más… y no perdamos esa senda”, asegura Amodeo, que parece un niño con un juguete nuevo cuando habla de este nuevo paradigma de producción, que además le ha convertido en un nuevo pionero del audiovisual en España.
“El control que tenemos con esta tecnología es mágico, es como volver a la época de Meliès. Para mí hay dos ventajas fundamentales, por un lado consigo un mayor control de la luz, algo que en exteriores es imposible, y, por otro, esta tecnología me ofrece unas posibilidades de exploración estéticas increíbles. Puedo hacer cualquier cosa que se me ocurre, porque el límite lo marco yo. Es cierto, también, que hay cierta superchería con los platós virtuales, que vienes aquí y el plató virtual lo hace todo. Eso es una equivocación, de hecho, es como volver a ser un pionero del cine, porque muchas veces no sabemos muy bien cómo afrontar un plano concreto y debemos ser creativos”.
Sin embargo, también hay inconvenientes y todavía un largo camino por recorrer para que la tecnología se incorpore de manera orgánica al proceso de producción y deje de ser en ocasiones un quebradero de cabeza para los técnicos del set.
“Hay algunas limitaciones. Por ejemplo., todavía no se ha superado un cierto efecto moiré en los fondos. También hay una limitación física del tamaño del plano, no puedes hacer un plano gigantesco pero puedes adaptarlo. Sigue existiendo cierto un componente artesanal. En cierto modo, el proceso creativo se invierte y lo que antes era postproducción ahora se convierte en preproducción. Hay que generar todos los fondos, antes de venir a rodar al plató, por eso tenemos que lograr ahora engrasar toda esa maquinaria”, concluye el director de fotografía de ‘Berlin’.